Capítulo 8: Tom.

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-¡________! – grite de vuelta, bueno, a decir verdad gritar de esta forma me estaba cansando la garganta, a pesar de que mi voz me sonaba normal.

-¡Vamos por allá! – señaló el pasillo que daba afuera, no era muy buena idea salir con un extraño, pero ya estaba cansada de gritar así que solo lo seguí. Recorrimos el pasillo y logramos salir aliviados.

-Mucho mejor – suspiró abatido, reí.

-Puede que se hayan pasado un poco con el volumen de la música – comenté, ahora estaba nerviosa, nunca hablaba con nadie. Tom me sonrió.

-¿Quieres un trago? – preguntó, asentí sin más, Tom se alejó desapareciendo tras otra puerta que también daba salida para acá, en el patio solo estábamos unas 20 personas, quienes de verdad querían charlar o fumar libremente. Algunos minutos después Tom reapareció con dos vasos.

-Olvidé preguntarte que querías, así que traje ron – levanto un vaso – y bourbon – levantó el otro.

-Bourbon – elegí, él me sonrió y lo extendió hacía mí, lo tome con otra sonrisa.

-Entonces _______, ¿eres amiga de quien organizó todo esto? – negué de inmediato.

-Ni siquiera se su nombre, pero mis amigos son amigos del chico, ¿tú? – pregunté de vuelta.

-En realidad si, estás en mi casa – lo miré sorprendida, que raro.

-¿Eres tú? – pregunté.

-No, la fiesta es del idiota de mi mejor amigo, siempre termina convenciéndome de estar en sus locos planes – respondió, aquello me hizo reír, me sonaba a Sam.

-Te entiendo, mi mejor amiga es la causa de que yo esté en Hamilton – dije.

-No había oído de ti, visto mucho menos, ¿en qué curso estás? – preguntó.

-Ultimo – contesté.

-Extraño, yo igual – se quedó viendo hacía el suelo ¿tan pronto lo había aburrido? Nuevo record _______ – ven – me extendió la mano, lo miré extrañada, el rió por lo bajo – vamos a bailar – negué asustada.

-Tengo dos pies izquierdos – respondí, rió nuevamente, por lo menos soy graciosa.

-Yo igual, quizá funcioné – y me tomó de la mano llevándome con él adentro nuevamente.

-¡Tom no! – supliqué, el rió.

-Hagamos esto, tomate ese trago de una y te salvas – dude un poco, pero prefería eso a bailar, así que ambos nos empinamos los vasos para acabarnos de un solo trago todo el líquido en el vaso, estaba algo fuerte, pero la soda ayudaba un poco – Súper, ahora vamos – volvió a jalarme, pero esta vez puse resistencia.

-¡Dijiste que me salvaría! – exclamé molesta.

-¡Dije que te salvarías, más no dije de que! - ¡Maldito pillo!

Tom sin importarle un comino mi resistencia me llevó hasta donde todos bailaban, estaban muy apretados, por lo que mi espacio personal dejo de existir, Tom reía al ver mi cara de preocupación, entonces me paso otro vaso que no supe de donde rayos había sacado.

-¡Tómatelo! – gritó, rodé los ojos de mala gana pero igual me bebí todo el líquido de una, sabía amargo, esté no tenía soda ni jugo, mi cara se arrugo por el sabor que quemaba en mi garganta, Tom me engaño, lo miré mal, pero sentí el calor a mi alrededor, Tom bebió su vaso de la misma forma que yo, e hizo la misma cara al final, por lo que también reí. De acuerdo, es una fiesta y estoy con un chico lindo y gracioso, qué más da, cedí ante sus intentos, ya bailábamos y no lo hacíamos mal.

Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora