Capítulo 13: El partido.

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Desperté al cuarto para las cinco, el partido sería a las seis y media, tenía que bajar a comer, quizá eso estabilizaría mi carácter emocional.

-Hola mamá – saludé, ella estaba en la sala, tomando té.

-Hola bella durmiente – reí – tu cena está en el horno – sonreí agradecida y pasé a la cocina. Milanesa con papas. Rico.

Comí en completo silencio, y la verdad ayudó, pero no mejoraba como quería, lo que hubiese dado porque Harriet no hubiese visitado a sus abuelos, para cuidarla, de alguna manera el engendro peludo siempre me hacía olvidar lo miserable que era mi vida.

Subí a mi habitación para cambiarme, jean negro con dos rayas a los costados, una blanca y otra roja y una sudadera blanca con el logo de Tommy Hilfiger al costado. Mi cabello estaba más lacio de lo normal así que ni le moví, mis adidas blancos, y listo, me veía bien para estar desecha por dentro, tomé una cartera colgante y metí mis llaves, celular, dinero e identificación, después salí de mi habitación avisándole a mi madre que iría al partido, sin mencionarle que me iría a pie, porque seguramente le daría un paro al corazón, no quería ser homicida de tres.

Salí de casa, el clima estaba placentero, el sol casi terminaba de ocultarse, tendría unos 15 minutos de luz cálida todavía, igual apresuré el paso. ¿Por qué no traía audífonos? Que tonta.

Caminé alrededor de veinte minutos hasta la escuela, por suerte no oscureció así que llegué en perfecto estado, entre por la cancha directamente, no me apetecía recorrer los pasillos de la escuela para salir al mismo lugar, busque al equipo, estaban por entrenar, llegué unos 9 minutos antes. Ahí estaban Louis y Niall, el rubio con su novia, charlando de quien sabe qué, y Lou, viéndome fascinado. Corrió hacia mí.

-Si viniste – dijo contento, reí.

-Te dije que estaría aquí, primera fila – el ánimo de pronto me subió al verlo a sus hermosos ojos azules.

¿De eso se trataba? Que uno me rompiera el corazón y el otro me hiciera olvidarlo, vaya.

-Gracias, tendré mucha suerte hoy – sonreí – ven – me tendió la mano, la acepté, me llevó consigo hasta las bancas en la cancha, ahí habían casacas, botellas de agua, y jerseys del equipo, Louis se dirigió a una bolsa plástica que estaba a lado de las bancas, sacó una playera.

-Para ti, tienes que representar a tu equipo, o te abuchearan en las gradas – reí.

-¿Tomlinson? – Pregunté al tomarla, él se encogió de hombros – que conveniente, iré a ponérmela, tengo que quitarme la sudadera – avisé.

-Vamos, solo nosotros podemos pasar a los vestidores – asentí y lo seguí a través de toda la cancha, llegamos a la puerta de los vestidores y entramos, me dirigí al de mujeres, que estaba abierto para las porristas, Louis espero afuera, la jersey era bonita, blanca, dos líneas en medio, y el escudo de Hamilton, atrás solo estaba el "Tomlinson" y su número, el 28, me quedaba bien, no tan grande como pensé, pero definitivamente no era mi talla.

-¡Listo! –salí con los brazos estirando a los costado para modelar de forma triunfante, Louis se limitó a reír.

-Que belleza tan hermosa – solté una carcajada – vamos – volvió a tenderme su mano, la cual acepté con una mirada inquisitiva.

-Si quieres caminar con la manos tomadas, solo dímelo, no abuses de ser un caballero – Louis me guiño un ojo.

-Hay que tener bien planeada la jugada – regresamos a la cancha, ya había más gente en las gradas, sabía que ni Sam ni Zayn vendrían porque Sam seguía en reposo tras su cirugía dental, y su novio la cuidaba, no tenía idea de si Liam vendría y el único que quedaba era Harry que ya me había confirmado su asistencia.

Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora