las palabras retumban en la cabeza del de cresta, se repetían una y otra vez "Horacio, ahora mismo no estoy para relaciones" era todo tan repentino, solo lo hizo porque pensó que su amor era correspondido, porque pensó que todo sería como se lo imagino en su cabeza, quizás malinterpreto las acciones del ruso, quizá el ruso nunca lo quiso de la misma manera en que el lo quería y eso le dolía, le dolía más que el rechazo, solo le dedicó una mirada, una mirada llena de desilusión, llena de tristeza, el brillo que caracterizaba su mirada se había perdido, por un amor no correspondido.
simplemente salió de la habitación sin decir una sola palabra, porque, ¿que tendría que decir en esa situación? el de cresta solo se dedicó a caminar hacia su patrulla, porque lo necesitaba, necesitaba estar solo, sin que nadie lo molestara, sin que nadie criticara sus acciones, el necesitaba pensar y procesar todo lo sucedido. porque el amor que le tenía al ruso no se iría de un día a otro.
se sentía desgastado solo quería llorar, gritar, golpear lo que sea. hoy no era su día y al parecer nunca lo sería, ¿acaso el era insuficiente? se hizo esa pregunta mil veces mientras unas cuantas lágrimas caían por sus mejillas, ahora todo iba a ser distinto, incómodo y probablemente algo que no sea de su agrado.
el solo quería correr hasta quedarse sin aire, hasta que sus piernas no dieran más del cansancio.
sus pensamientos fueron interrumpidos por el tono de su teléfono, era Gustabo, su hermano, prácticamente el único que siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, contestó pero su voz se sentía débil, se sentía entrecortada por los sollozos.
G: Horacio ¿estas bien?
joder, ¿como estaría bien? lo acababa de rechazar el "amor de su vida".
H: sí. dijo suave para que su hermano no se preocupara.
G: tu voz no se escucha igual que siempre, ¿quieres hablar?
por supuesto que quería, pero necesitaba tiempo para el, para descansar, para que sus sentimientos se ordenaran de una vez por todas, para que le entrara en la cabeza que el ruso nunca lo quiso de la misma manera, quizás solo jugó con el o talvez el había malinterpretado todo.
cada abrazo, cada mirada, cada felicitación, se repetían una y otra vez en su cabeza porque el ruso no era así con nadie pero con el sí. quizás solo fue amabilidad, quizá ya era momento de dejar ir al ruso.
H: en un rato nos vemos en comisaría. corto la llamada porque ya no quería hablar con nadie, ahora mismo no.
ya había pasado una hora y tenía que volver a comisaria, parece que el destino no era tan malo como pensaba, al llegar a comisaría no estaba el ruso, ya que estaba en un 10-33, solo agradeció al universo por esa suerte. siguió su camino hasta encontrar a Gustabo.
G: HOLAAA, ¿estas bien?
Horacio solo abrazo a su amigo, porque necesitaba contención, necesitaba un abrazo, necesitaba cariño y su hermano estaba ahí para dárselo.
Esta súper cortito, espero les guste.
Quizás en un ratito suba otro capítulo♡.
