era un nuevo día para el ruso, se levantó para hacer su rutina diaria que consistía en bañarse, vestirse y tomar un café
Al llegar a comisaría fue directo a los vestuarios para colocarse su chaleco, al entrar se acercó a su taquilla para sacar su chaleco antibalas pero un ruido hizo desviar su mirada hacia la puerta, era Horacio, sentía como su estómago se revolvió y como le hacía ilusión ver al de cresta.
H: buenos días. dijo con una sonrisa.
V: buenos días señor Horacio, ¿como está?
H: bien ¿y usted?. comento mientras se acercaba a su taquilla
V: bien gracias.
antes de que pudieran seguir conversando llego Bruno.
B: buenas. dijo para los 2.
V: priviet.
H: Bruno, ¿como estas?. dijo sonriendo.
B: bien, bien ¿como estas tú? dijo mientras se acercaba a su taquilla.
H: mejor que ayer. ambos rieron.
el ruso no tenía idea de porque seguía ahí, escuchando una conversación que no le pertenecía y que tampoco le importaba ¿o si? de todas formas no entendía porque se reían.
H: a ver, ¿que frase me tienes hoy?
B: tu es ma personne préférée dans ce poste de police.
H: ¿qué dijiste? ¿me lo dices? su rostro reflejo un puchero
B: te lo diré algún día. su sonrisa era amplia y hablaba con mucha seguridad.
H: yo creo que me estas insultando. dijo cruzándose se brazos.
B: yo jamás te insultaria. dijo mientras se acercaba al de cresta.
el ruso sólo veía como ambos hablaban y uno de ellos se hacía el interesante, su expresión de felicidad había cambiado repentinamente.
el de cresta estaba cerca del rubio, ambos se estaban mirando fijamente sin parpadear.
el comisario estaba incómodo, se estaban mirando demasiado y parecía que estaban a punto de besarse, hasta que escucho:
H: ¡perdiste payaso! JaJaJa. reía mientras apuntaba al rubio.
B: sisi, ganaste esta vez, ¿que quieres? preguntó.
H: mmm lo pensaré. dijo mientras tocaba su barbilla con la mano
V: estamos de servicio, ¿pueden dejar de jugar? su tono era serio y este salió de los vestuarios.
jugando a las miraditas, mientras estamos de servicio murmuró el ruso, mientras se dirigía a la armería.
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todo lo que llevaba de día pensaba en cómo Horacio se había acercado tanto al francés, Horacio nunca le pidió que le dijera una frase en ruso, tampoco hizo una guerra de miradas.
le dolía pensar que ya lo había superado, le dolía pensar que ahora podría mantener una relación con el francés.
código 3 en el badulaque central. dijo Bruno por radio.
mande 10-20, nos dirigimos hacia allá con la agente Paola.
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al llegar Horacio estaba hablando con el atracador.
¿negocia usted? pregunto el de cresta.
sí. respondió el ruso
después de 5 minutos, el atracador rompió negociaciones.
muy bien, comienza la cuenta regresiva. dijo el comisario por radio.
10, 9, 8, 7, Horacio se escondió atrás de un auto para que el tirador no lo viera.
6, 5, 4, el ruso preparó su arma mientras se escondía.
3, 2, 1, negociación rota, mantener distancia con el badulaque y cuidado con el tirador, dijo el ruso por radio.
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