su corazón latía fuerte y su pecho dolía, solo fingió estar bien, mientras escuchaba lejanamente la voz del alumno, sus ojos veían una escena dolorosa, una escena que no desearía haber visto.
simplemente le pego una calada a su cigarrillo y lo tiró para pisarlo, no haría una escena de celos, no podía hacerla porque el comisario y el apenas eran amigos. su respuesta a la pregunta de bruno fue un sí, sin más que decir tomo su moto para dirigirse a su departamento. al llegar solo se recostó en el sofá, se colocó los audifonos con el volumen a tope, mientras lagrimas caían por sus mejillas, miraba al techo mientras sus pensamiento estaban vueltos locos, ¿por qué beso a la alumna si llevaba menos de 1 mes? ¿por qué correspondió al beso? ¿el siempre fue insuficiente? ahora definitivamente habían oportunidades nulas con el comisario, las lágrimas caían en mayor cantidad y su pecho dolía, dolía como nunca.
se limitó a beber, pero sus ojos ardían y estaban muy rojos, su corazón estaba hecho pedazos una vez más, ¿por qué Volkov no fue directo? ¿por qué decir que no estaba listo para una relación? si a la semana besaria a otra persona, ¿por qué no solo dijo que no quería nada con el? esas preguntas no ayudaban en ningún sentido, al contrario, rompían más el corazón del chico. sus ojos se cerraron lentamente hasta quedar dormido entre lágrimas.
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la alarma sonó, para que el de cresta saliera a correr, pero hoy no quería, hoy no podía. su cuerpo estaba más pesado que otros días, así que se levantó para dirigirse a su cama y ahí seguir durmiendo.
esta vez fue despertado por los rayos de sol que entraban por aquella ventana de su habitación, por suerte no llegaba tarde, sus ojos dolían y su cabeza también, se levantó para ir a la cocina y tomar un paracetamol con un vaso de agua.
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llego a comisaría para entrar de servicio y colocarse su uniforme, rara vez estaba con lentes pero sus ojos estaban demasiado hinchados y no quería que los demás pensaran que estuvo llorando.
los cuchicheos, entraban y salían de los vestuarios, los rumores corrieron más rápido que la velocidad de la luz y por supuesto que ya se habían enterado del beso de la alumna con el comisario, el de cresta solo deseaba que no hicieran chistes de lo sucedido pero hoy el destino no estaba de su lado.
al ir a recepción para atender una que otra denuncia, Serjey se acercó tocándole el hombro, "te ganaron al comisario" dijo mientras reía y se iba por las puertas de comisaría, simplemente suspiró, no iba a descargar la poca energía que le quedaba y mucho menos discutiendo con un payaso.
tomo su radio y dijo: Bruno lo estaré esperando en el patrulla. su voz sonaba triste, más baja de lo normal y esa chispa de alegría había sido arrebatada.
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mientras esperaba a Bruno, tomó un cigarrillo y lo encendió con el mechero, fumaba despacio su cigarrillo hasta que el alumno llegó.
B: buenos días. dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
H: buenas. dijo asintiendo con su cabeza.
B: ¿se encuentra bien? su tono era de preocupación.
H: sí. dijo seco mientras tiraba la colilla de cigarro al suelo para pisarla.
B: hoy anda con lentes, dudo que hagamos nuestras guerras de miradas.
H: quizás hoy no haya guerra de miradas. su tono no cambiaba, seguía serio.
B: ya se lo que voy a hacer, creo que pagaré el abrazo que le debo. dijo sonriendo, tratando de alegrar al contrario.
Horacio lo dudo, pero finalmente se acercó a él para abrazarlo por la cintura mientras el frances lo abrazaba por los hombros, debido a la diferencia de estatura. este era un abrazo distinto, duró más que los anteriores, era un abrazo reconfortante y lleno de calor, le transmitió seguridad.
ambos se separaron y quedaron muy cerca uno del otro, pero Horacio no estaba de ánimos para coquetear o besar a otra persona, así que se separó de el para entrar en su patrulla.
¿vamos? pregunto el de cresta.
vamos. dijo Bruno.
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su día transcurrió en atracos, papeleo, papeleo y más papeleo.
¿subinspector Horacio? pregunto Bruno por radio.
dígame, respondió el de cresta por radio.
¿donde se encuentra? pregunto Bruno.
en recepción. dijo el de cresta.
10-4. dijo el francés.
Bruno llegó a recepción en busca del subinspector.
B: viens Horacio. dijo mientras tomaba la mano del subinspector.
H: ¿dónde vamos? preguntó confundido.
B: le va a gustar, sus manos aún seguían juntas y en la otra llevaba una bolsa.
Después de subir muchas escaleras, llegaron al último piso, donde sacaban el helicóptero, el aire golpeaba suavemente sus rostros, ambos se sentaron apoyando su espalda contra la pared.
le tengo un regalo, dijo el francés.
¿qué es? pregunto el de cresta mientras veía que el contrario abría la bolsa que llevaba en su mano.
Chocolat. respondió el rubio, sonriedo a su superior.
Horacio sonrió, la segunda sonrisa sincera de ese día de mierda.
-venga coma, se los traje especialmente a usted- dijo el alumno.
-no tenías porque preocuparte- dijo el de cresta mientras abría uno de los chocolates.
- ¿hoy no me va a preguntar que frase le diré?- pregunto el francés.
- veamos qué me tienes preparado hoy. dijo el más bajo mientras comía una buena parte de su chocolate.
-Je serai toujours là pour toi. dijo el francés sonriendo.
- ¿esta vez me dirás que quisiste decir? preguntó el de cresta.
- siempre estaré ahí para usted. dijo el francés mientras comía de su chocolate.
Horacio sonrió, la verdad esto le había alegrado el día. siguieron charlando, mientras comían chocolate miraban el cielo que estaba lleno de nubes blancas que contrastaban con el cielo azul, el viento corría por todo sus cuerpos, se sentían cómodos, era un momento amistoso, lleno de cariño y sin dobles intenciones. al menos por ahora no.
¿Como están?
Un nuevo capítulo, pasado mañana se viene un capítulo pfff con drama.
Loa quierooo♡♡
