1 mes paso desde aquella discusión, desde aquel momento que parece ser el fin de una relación de amistad o inclusive algo más.
el frío reinaba la ciudad de los Santos, el invierno llegó para arrasar con todo y soltar un viento frío y noches oscuras.
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hoy era un gran día, por fin se haría la fiesta que estuvieron pidiendo durante semanas, exigían la fiesta después de hacer un buen trabajo desmantelado a los verdes, Conway no tenía otra elección que ceder ante las súplicas de sus trabajadores y así lo hizo, reservó el piso más alto del casino para todos sus trabajadores, según el porque estaba con los cojones católicos pero en su interior sabía que su malla había hecho un buen trabajo.
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estaba listo, se colocó su traje porque la regla era ir con traje o no entrabas, se miró en el espejo tratando de decidir si iría con cresta o no, después de 15 minutos pensándolo decidió que no, hoy iría distinto, se peinó su cabello y lo secó mientras lo peinaba levemente hacia arriba y un poco hacia al lado, corrió por sus zapatos mientras veía la hora, ya iba 20 minutos tarde, trato de hacer todo muchísimo más rápido para después salir de ahí.al llegar se estremeció por el frío que chocó contra su cuerpo, miró el edificio grande que estaba frente a sus ojos y con toda seguridad camino hasta las puertas de cristal, las abrió en busca del ascensor y ahí estaba, troto levemente hasta tocar aquel botón, espero un minuto mientras movía su pierna inconscientemente, las puertas del ascensor se abrieron dejando ver grandes espejos que decoraban la parte de adentro, entro y apretó el último botón para que el ascensor subiera al piso más alto, mientras el ascensor subía, Horacio se miraba al espejo en busca de su propia aprobación, la verdad le ubiera gustado llevar un traje que resaltará más pero ese era su castigo divino por dejar todo a última hora.
las puertas se abrieron dejando ver a todos los sujetos presentes, todos llevaban traje.
camino a paso seguro hacia la mesa que le correspondía, en ella se encontraba, Conway, Volkov, Greco y Gustabo. -¿alguien llamó a un héroe- preguntó mientras se dirigía a su asiento al lado de Greco y de Gustabo.-llegas tarde gilipollas- dijo el superintendente.
-hombre, pero si estás guapisimo, con razón tardaste tanto. dijo Gustabo con una sonrisa en su rostro.
- por supuesto que tarde por eso, dijo mientras tomaba asiento.
- hombre, Horacio ¿como esta? preguntó Rodríguez con una sonrisa en su rostro.
-bastante bien comisario. dijo Horacio mientras se servía vino en su copa.
La noche transcurrió lentamente, entre charlas y bailes, ahora habían 2 personas en la mesa, 2 que no se hablaron en toda la noche, pero si se tratara de miradas definitivamente les habían ganado a todo las personas presentes en ese lugar, cada uno se miraba discretamente pero apenas se topaban con la mirada del otro, un leve rojo aparecía en el rostro de ambos.
los minutos pasaron y seguían solos en la mesa, solo los acompañaba el silencio de ambas partes, Horacio cansado de la situación se levantó de la mesa.
-voy a fumar- dijo el de traje azul mientras apuntaba la puerta que se dirigía a una azotea en el aire libre.
el ruso asintió, no sabía que decir.
-¿quiere venir? pregunto el más bajo.
el ruso asintió nuevamente, se levantó de la mesa y caminó junto a Horacio hasta la azotea.
ambos sacaron sus cigarrillos y mecheros, para colocarse el cigarrillo en la boca y poder inhalar todo el humo que soltaba aque tabaco.
- ¿Como se encuentra?- pregunto el más bajo, mientras soltaba lentamente el ligero humo por sus labios.
- bien gracias, ¿como esta usted? pregunto nervioso el de traje gris.
- bastante bien. dijo el de cresta mientras dirigía su vista a las luces de la ciudad.
el silencio reinó el ambiente y el frío no se quedaba atrás, una brisa ligera pero fría recorrió el cuerpo de ambos.
- d-isculpe, mis acciones. soltó el comisario mientras inhalaba aquel humo que recorría toda su boca.
- no sé tiene porque disculpar, el que cometió un error fui yo, al creer que tendría una oportunidad con usted. dijo mientras soltaba una sonrisa para nada sincera, porque el sentía que tenía una oportunidad pero ya había pasado 1 mes y sinceramente estaba dudando de si sentía lo mismo por el comisario.
- el que se tiene que disculpar soy yo, me disculpo por mis acciones y mis comentarios innecesarios. dijo el ruso.
pasaron minutos conversando mientras fumaban algunos cigarrillos, la tensión había desparecido, se sentían cómodos necesitaban hablar después de todo se habían vuelto amigos.
ambos se miraron a los ojos mientras volteaban sus cuerpos para quedar frente a frente, su miradas eran potentes como si a ambos les hubieran quitado algo importante, sus ojos brillaban sin notar que los 2 se acercaban lentamente, la mirada de ambos ya no se dirigía a sus ojos sino a sus labios, ambos miraban los labios del otro. Horacio tenía los labios rosados e hidratados, con un grosor que podía volver loco a cualquiera. mientras el ruso tenía unos labios delgados y con un leve tono rojizo.
la distancia cada vez era menos, ninguno de los 2 pensaba con claridad solo se estaban dejando llevar por aquella noche fría, se encontraban tan cerca el uno del entro que sus respiraciones estaban entrelazadas, sus corazones latian fuerte y ambos se sentían nerviosos.todo este lindo momento, que pudo ser crucial para su relación de amistad fue interrumpido por un comentario, por una persona.
-¿interrumpo? pregunto el francés mientras veía esa situación tan extraña.
Hola, ¿cómo están?
Bueno, quiero que sepan que ayer iba a subir el capitulo pero lo borre, porque la muy inteligente apretó deshacer.
¿M3 perd0naN p0r n0 subir capítulo?