capítulo 12

679 70 12
                                    

Pov David.

Luego de un amanecer tan perfecto y loco, nos quedamos dormidos de nuevo, realmente estábamos agotados, nuestros cuerpos eran imanes, no querían separarse.

Nuevamente el primero en despertar fui yo, no podía dejar de observar a la mujer que tenía a mi lado, ¿cuantas veces había soñado con tenerla aquí? quería pellizcarme, pensé que era un sueño, pero para cerciorarme del hecho le toque el puente de la nariz, luego toque sus labios, estaban colorados e hinchados, no le había dado tregua, pero es que ella me volvía completamente loco. Cuando me di cuenta de la hora, tomé mi bóxer, la bata y fui a la cocina; Haciendo memoria de la noche anterior recordé que había quedado el pastel, corte un par de rebanadas, hice jugo de naranja, corté fruta y las puse sobre una bandeja.  

Me dirigí al cuarto como pude, no quería despertarla aún, la miré y todavía no podía ser consciente de la situación. Me acerqué a ella, besé su frente, luego su nariz y por último deposité un casto beso sobre sus labios, ella se removió y se desperezó. La vi abrir lentamente esos ojos verdes que tanto me gustaban. Cuando me vio, se levantó y me abrazó. En ese momento entendí porque valió la espera:

-Buenos días preciosa- la tomé del rostro y la besé nuevamente.

-Buenos días hermoso- le sonreí.

-¿Descansaste? esta mañana te desperté y no me diste tregua Arámbula- ambos reímos.

-Algo pude descansar- reí al escuchar su comentario- ¿y tu corazón? ¿descansaste algo?

-La verdad es que dormí muy poco, aún siento que todo esto es un sueño, no puedo creer que estés aquí, conmigo- la tomé de la cintura y la abracé fuerte.

-Yo tampoco lo puedo creer, pero te miro, te siento y me doy cuenta que todo esto si está pasando...y yo estoy muy feliz.

-Estoy tan feliz como tú mi preciosa, soy el hombre más feliz de esta tierra si te tengo conmigo- suspiré- ¿Por qué no me di cuenta antes de lo feliz que nos hubiésemos hecho? Diez años pasaron... Pero lo que me importa ahora eres solo tú.

-Quizás nuestro tiempo es ahora...y quiero disfrutarte cada día- dirijo mi mano hacia su rostro y lo acaricio con ternura.

-Tienes razón- apoyo mi mejilla en su mano y luego la beso- vamos a disfrutarnos que es lo que importa ahora, por cierto, anoche nos olvidamos del postre y como es necesario recuperar energía traje algo para comer- reí.

-¿De qué hablas? yo anoche me comí el postre entero- reí por mis insinuaciones.

-Mira si eres pícara mujer, pero así y todo me encantas- le sonreí- que postresote nos comimos ambos- nuestras risas se unían formándose en una sola a causa de lo que dije.

-Mm que rico se ve eso- le digo dirigiéndome al desayuno.

-Me puedes cuando me evitas ¿lo sabías?- la abrazo y le doy un beso en su cuello.

-No te evito- me río- es solo que me dejaste hambrienta. Me quitaste toda la energía chiquito.

-Claro- digo sarcástico- la señorita no piensa en mí, me consumiste entero mujer- ambos reímos.

Nos dispusimos a desayunar, aunque era demasiado tarde para hacerlo, nos besábamos, nos manteníamos abrazados hasta que mi móvil comienza a sonar entonces me dispongo a atender:

-¿Hola?

-David, soy Lina...

-¿Lina? ¿Qué quieres? - respondí levantándome de la cama, Ara estaba desconcertada- Estoy ocupado ahora.

-De seguro estas con alguna de tus zorritas ¿verdad?- dijo en tono despectivo.

-No tengo porqué dar explicaciones de mi vida, no eres nadie para controlarme, que eso te quede bien claro.

-Que equivocado estas, aún estamos unidos por nuestros bebés, no vas a poder liberarte tan fácil de mi- dijo y podía oír su voz ponerse más tensa.

-Adios Lina.

Colgué la llamada y pude notar la tensión en el ambiente, Aracely me miraba y comenzó a buscar su ropa del suelo. Estaba molesta, la muchacha nos había cortado la magia del momento y por supuesto que la entendía. Prometí no hacerla sufrir y ahí estaba mandándome la embarrada del siglo por haberle dado conversación a Lina.

Ara ingresó al baño, llevaba 20 minutos allí, entonces me dispuse a golpear y preguntar:

-Ara, ¿ocurre algo?- realmente estaba preocupado.

-Solo llévame a casa, por favor- le digo abriendo la puerta.

-Aracely, ¿estuviste llorando?- la chingada en la pendeja de Lina.

-No...me quiero ir David- evito su mirada a toda costa.

-Muñeca, dime por favor que sucede- la atraigo hacia mí- estábamos tan bien hasta hace unos minutos.

-Hasta que me dí cuenta que tu relación con tu novia no va a terminar jamás...

-Ara, no es así, acabamos de vivir algo que deseábamos los dos con todas nuestras fuerzas, te amo, no quiero perderte otra vez.

-Me harás sufrir David, y yo ya no estoy para juegos- le digo mientras una lágrima cae por mi mejilla, pero la limpio inmediatamente.

-Mi amor, por favor no llores- intento acercarme a ella pero rápidamente se aparta- Ara, no me hagas esto- digo angustiado.

-David me quiero ir, llévame a mi casa, por favor...- le digo evitando que me toque.

-NO, ¿NO LO ENTIENDES? ARACELY, PARA LA ÚNICA MUJER QUE TENGO OJOS ES PARA TI, TE AMO, AUNQUE  SUENE COMO LA PEOR PORQUERÍA, LINA FUE UN ESCAPE PARA OLVIDARTE, POR FAVOR- digo exaltado y ofuscado por lo que estábamos viviendo.

-Ella jamás te va a dejar en paz David, y tu me harás sufrir- estallo en llanto sin poder contenerme más.

-Mi amor... Aracely no llores, te prometí algo y de antemano lo estoy tirando por la borda- se me estaba formando un nudo en el pecho al verla así- Necesito que me creas, por favor- la atraigo hacia mi y no tarda en desmoronarse en llanto.

-No me hagas daño, por favor, estoy realmente entregando mi corazón completamente a ti- le digo apenas por el llanto mientras me aferro fuertemente a él.

-Chiquita- la tomo de las mejillas y seco sus lagrimas con mis pulgares- se que es así, lo que yo menos quiero es que terminemos mal y no me perdonaría nunca hacerte sufrir, solo quiero que me creas- delicadamente beso sus labios que estaban empapados por el llanto de hace unos segundos- te amo.

-Y yo te amo a ti, muchísimo, tanto que siento que perderé la cabeza. Voy en contra de mi misma, no me puedo controlar contigo David, por más que lo intento, simplemente no puedo...- suelto un suspiro- te amo...

-Piérdela por mi mujer, porque yo ya estoy perdido en ti hace muchos años, intenté sacarte de mi mente y mi corazón un montón de veces y aquí me tienes perdidamente enamorado de ti, de la mujer de mis sueños, el amor de mi vida- la abrazo fuertemente- te amo como nunca amé a nadie.

-No me sueltes jamás ¿si?, no lo hagas por favor...

-Nunca mi vida... Nunca- la tomo nuevamente de las mejillas y la beso con desesperación.

¿En qué cabeza cabía que yo la dejara ir? Ella era, es y siempre será la mujer de mi vida, la amaba demasiado, podría jurar más que a mi vida.

Sabía que tenía que cortar las cosas de raíz con Lina sino acabaría perdiendo para siempre a la persona que realmente quería con toda mi alma. No podía permitirme semejante estupidez porque Lina no estuviera dispuesta a hacer las cosas como correspondían. Ya estaba harto de su comportamiento de niña, no sabía qué más hacer.

***

DEJÁ VUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora