Capítulo 8: Tinta y Pluma

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- ¡Ron! - dijo el azabache entrando a la habitación de ambos en Gryffindor. - ¿Cómo puedes tratar así a Hermione? Ella se estaba sincerando con nosotros.

- ¡¿Pero te estas oyendo Harry?!- grito fuera de sí, el pelirrojo. - ¡Estamos hablando de que Hermione, nuestra Hermione, quiere hacer a saber qué cosas con ese hurón oxigenado!

- No sé si te das cuenta, pero ella no nos estaba pidiendo permiso, solo buscaba consejo de los que son sus AMIGOS. - por más que el azabache quisiera hacer entrar en razón a Weasley, el odio que le tenía al hurón le cegaba.

- ¿Estás diciendo, que te parece bien que nuestra Mione se vaya morreando por ahí con esa serpiente? - el azabache se echó las manos a la cabeza.

- -¿Qué? Yo no...yo no dije que me parece bien, la verdad, me sorprende, pero, de todas formas, hablamos de sus sentimientos, una cosa que no se puede cambiar ni manipular Ron. - el pelirrojo parecía no hacerle caso, ya que iba a la suya.

- -Debo ir a la biblioteca de nuevo, seguro que ese maldito le hizo algún conjuro o poción para que Mione se encapriche del.- decía mientras se iba dirigiendo hacia la puerta.

- ¡Ron! - le llamaba el cicatrizado. - ¡Ronald Weasley! ¿Podrías detenerte? - por más que le llamara, el pecoso ya se había marchado hacia la biblioteca, pero lo que él no sabía es que no encontraría nada en su búsqueda.

Draco entro en su habitación dando un portazo y dejando la puerta en los morros a Astoria, quien al verlo entrar en la sala de Slytherin con una cara un poco seria iba a ir a ver qué le sucedía, pero no consiguió su objetivo, ya que por lo visto el rubio no quería visitas es tarde. Se acostó en una gran cama con sabanas grises, haciendo reposar uno de sus brazos en el estómago y el otro detrás de su cabeza y miro el techo por un largo plazo, Draco recorrió con sus ojos grises cada rincón de la habitación, el techo negro, las paredes en tonos verdes y grises, la ventana...un rato después se levantó de la cama como un rayo en dirección a su escritorio, entre algunos libros encontró un pedazo de pergamino, y cogió la pluma que yacía en su tintero, respiro hondo y empezó a mover la pluma sobre aquel trozo de pergamino con fluidez.

- A ver... ¿Cómo empiezo? - se dijo a sí mismo.

"Granger... ¿Qué tendrá esa maldita sabelotodo? Desde aquel viajecito con el pollo de Hagrid, siento como si algo hubiera cambiado...no soporto comportarme *bien* con ella, ¿Qué diría mi padre si se entera? Siempre ha querido que yo sea el mejor de clase, es decir, el mejor en todo, y esa sabelotodo siempre estaba delante de mí, y por si fuera poco...es una sangre sucia, una traidora de la sangre, por Merlín, si sus padres son denti... no sé qué, más muggle no puede ser"

Draco suspiro y se echó las manos a la anuca, seguidamente miró a través de la ventana, y admiro como el sol se escondía, luego, empezó a escribir de nuevo.

"Hermione Jean Granger, la chica lista de la clase, la sabelotodo número uno, amiga de la comadreja y cara rajada... ¿Por qué no puedo dejar de pensar en tu pelo castaño y enmarañado? ¿Por qué no puedo dejar de imaginarme esos ojos marrones? Somos tan opuestos... ¿Cómo iba a saber yo que la chica lista de clase, la sangre sucia podría cautivarme de esa manera? Como me gustaría tenerte entre mis brazos...pero... ¿podría ocurrir? ¿podría ser posible que alguien como ella llegara a sentir lo mismo? Y... ¿Qué es lo que siento yo en exactamente? ¿Por qué cada vez que veo a la castaña con ese Hufflepuff, noto como si me hirviera la sangre? Qué difícil es guardar las apariencias, cuando ni tú mismo sabes que es lo que sientes, y todos esperan que te comportes de una manera en concreto. De todas formas, aunque pudiera pasar algo... mi padre me haría pagar las consecuencias y...por las barbas de Merlín, debo casarme con esa insufrible de Greengrass... ¿Por qué todo debe ser tan difícil? No sé hasta cuando podré aguantar con esta farsa... ¿Qué pasaría si no llego a casarme"

- Draco, es hora de bajar a cenar. - dijo Greengrass que asomaba la cabeza por la puerta con Parkinson, el rubio de inmediato escondió la hoja entre los libros, y a duras penas bajo al gran comedor con las chicas.

Cuando llegó al Gran comedor, ya estaba la comida en las mesas, y casi todos los alumnos ya estaban sentados, el joven rubio tomó asiento al lado de Grabbe y Goyle, ambos estaban zampando sin descanso, incluso Grabbe tenía la túnica llena de migajas, pero esa noche Draco no es que tuviera mucha hambre, así que en pocos minutos se fue a dar una vuelta bajo la luz de la luna, Pansy al ver que su amigo y exnovio se marchaba fue detrás.

- ¡Draco! - le llamaba ella intentando alcanzarlo, una vez se detuvo el chico y ella estaba enfrente de él, Pansy tomó aire. - ¿Se puede saber qué diablos te pasa Draco? Estos últimos días estas como distraído.

- No, no nada. - el rubio no sabía que decir, así que se sacó una excusa barata. - Solo es la boda...sí la boda. - dijo rascándose la cabeza. – A demás ¿Por qué tengo que darte explicaciones?

- Te recuerdo que nos conocemos desde pequeños, y me preocupas, pero antes de ti va mi amiga... ¿así que la boda? ¿no tendrás dudas verdad? Ni se te ocurra dejar plantada a Astoria, Draco.

- ¿Dudas? Eso desde que me dijeron lo del enlace con ella. - dijo entre carcajadas.

- ¡Agg Draco! eres insoportable, no te das cuenta, pero no estás solo, tienes a gente que quiere ayudarte, y no les haces caso.

- ¿Ayudarme? Por favor Parkinson, no me hagas reír, solo queréis llevarme por el camino que vosotros queréis, tú, mi padre, todos ¡no soy una marioneta a quien podías controlar! Ya he tenido suficiente, creciendo en una casa donde mi único entretenimiento era ver los cuadros de todos los familiares que tengo ¡que por Merlín no se ni como se llama la mayoría! Y sin ningún tipo de afecto por parte de muchos de mis familiares, así que, por favor, por una vez en tu miserable vida Parkinson ¡déjame en paz! - ante las palabras del chico que en sus ojos casi se podían ver llamas, Pansy se quedó de piedra.

- Está bien...se ve que necesitas estar solo...- después la joven se retiró, y él se quedó solo.

Draco lleno de furia contenida, se iba a dirigir a la torre de astronomía, uno de los pocos lugares donde podía estar solo, cuando se giró para irse, sintió como alguien se chocaba con él, y caía al suelo. Era una joven de piel clara y largo pelo castaño, algo ondulado, cuando esta levantó la vista Draco vio unos ojos marrones brillantes.

- ¿Granger?

𝑩𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐 /ᴹᵘᵈᵇˡᵒᵒᵈ/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora