Mi corazón se levanta pero se siente extraño.
Ahora está tan ligero que da miedo.
Aún dormito en mi propio sueño.
Como si me hubiera gustado tenerlo.
Escucho a alguien preguntar qué me pasa.
Mis lágrimas alimentan el vacío que me hace callar.
Sangro y lloro. Pero no grito frente al final.
Creo que aún tengo un poco de vida para dar.
Y me pregunto...
Si hay algo en mí que pueda ahora importar.
Y me pregunto, de nuevo...
Si voy a terminar como ese amigo mío que nunca regresó a nuestro hogar.
Y me respondo...
Que no hay otra opción.
Y entiendo...
Que ahora sí estoy sola.
Esta es la perdición.
El final del camino.
El Ártico me ha envenenado.
Pero fue el fuego lo que me consumió.

ESTÁS LEYENDO
Perenne
Poetry"Aprendimos a ser eternos. A seguir aquí milenio tras milenio. A quedarnos quietos por siempre. Y a amarnos como nadie. Y aunque fuimos rebeldes. Lo hicimos bien. Aprendimos a dormir del lado correcto de la cama. Con la cabeza abajo, o arriba. De...