Una vez nos rompimos todos los huesos.
Lo único que quedó fue el recuerdo.
Y la habilidad para cosernos la piel de nuevo.
Ahora tenemos conocimiento.
Y algo que mostrar.
Esta piel reluciente.
Que pronto ha de sanar.
Pero a veces aprendemos tarde.
Tropezamos de nuevo con los árboles.
Las sombras de las historias nos cubren el paisaje.
La piel se infecta y se pudre.
¡Qué vengan! ¡Qué vengan!
Hay que seguir.
Aunque no tengan brazos ni piernas.
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Perenne
Şiir"Aprendimos a ser eternos. A seguir aquí milenio tras milenio. A quedarnos quietos por siempre. Y a amarnos como nadie. Y aunque fuimos rebeldes. Lo hicimos bien. Aprendimos a dormir del lado correcto de la cama. Con la cabeza abajo, o arriba. De...