LUCIFER

CAPITULO 4

Se encontraban caminando de dos en dos. Jin con Namjoon detrás de Jimin y Yoongi, los cuales tenían una conversación solo entre ellos. Caminaban en un silencio cómodo, pero no tanto. El primero en hablar fue Jin.

—Disculpa que no hable tanto como mi amigo. – dijo un poco tímido.
Jin si se sentía cómodo en el silencio en el que se envolvía alrededor del más alto pues a pesar se su aspecto sombrío era agradable, era acogedor.

—Descuida.- sonrió Nam. - Empecemos por lo básico, ¿te parece? – por el contrario de como había sonado su voz tan seria Namjoon se sentía un poco nervioso.

Desde el momento en el que lo vio a lo lejos, su estómago se revolvió un poco. Se sentía raro y claro que pensó que se sentía mal, pero en cuanto tuvo a aquella persona frente a él, se tranquilizó. En todo el camino no pudo dejar de mirarlo de reojo.

Jin hizo el típico hmm acompañado de una inclinación de cabeza. Y Namjoon prosiguió.

—Sé que ya lo habíamos hecho en la mañana, pero, ¿tu nombre? – decir esto acompañado con una pequeña risa que hizo que Jin también riera rompiendo así  por completo cualquier tipo de barrera.

—Kim Seok Jin, ¿y tú?

En ese momento Namjoon recordó que le había copiado el apellido en la mañana así que… —Kim Nam Joon

—¿Cuántos años tienes? – pregunto Jin.

—Muchos – dijo sin más Namjoon sin pensarlo, lo cual hizo reír a jin.

—si claro, posiblemente tengas mi edad o bien tener uno o dos años menos que yo. – es aquí donde Namjoon se paró a preguntar que edad se supone con la apariencia física que tiene.

Así que regreso la pregunta —¿Cuántos años tienes?

—25 - mensiono Jin con una sonrisa tierna y Namjoon si de haber estado teniendo una vida mortal hubiera muerto y regresado a la vida por esa hermosa sonrisa que le regalo.

Mentir no debía ser algo fuera de lo normal para el gran demonio del engaño. — Pues si, tenías razón, tengo 25.

—Nunca me equivoco en estas cosas, soy bueno adivinando las edades de las personas – dijo el castaño con orgullo falso.

—Mis respetos, señor adivino.

El transcurso al local no fue tan largo y menos en la compañía de él chico a su lado con el cual estaba llena de sonrisas y alegría. Los cuatro cruzaron la calle pues habían llegado al lugar donde comerían.

Por instinto Namjoon tomó del antebrazo a Jin hasta llegar a las puertas del local, Jin durante y después del toque sintió una corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo, ¿Sería muy pronto decir que con dos toques su corazón al igual que sus venas ardían en emociones?

<<Debo estar loco>> se repetía una y otra vez cuando sucedió el primer encuentro en el museo. Y en este momento lo volvía a hacer.

Entrando, buscaron una mesa, se acomodaron y tuvieron la misma conversación que Namjoon y Jin hace rato, pero esta vez entre todos. Ordenaron. Cenaron. Y salieron.

—Bien. – dijo Yoongi – Ahora sí, guíen nos.

Jimin iba guiando el camino, pero está vez todos en una línea en una de tantas calles vacías, llegaron a una entrada entre un par de locales ya cerrados a pesar de que apenas eran las 9 de la noche. De la entrada se podían ver luces de colores con luz negra de fondo y música tan alta que se escucha desde la esquina. Había un hombre alto y un tanto robusto, de traje y en la mano una tabla con hojas que al parecer tenían nombres.