Ijiwaru na Deai. [Kaminari Denki]. [HW].

09.

El rubio se levantó desorientado, estiró su mano para ver la hora y se ha llevado una gran sorpresa al darse cuenta de que iba a llegar tarde. A la velocidad del rayo se vistió y salió de su casa, le había confesado sus sentimientos a la pelinegra ayer, por nada del mundo podía faltar hoy, quería saber su respuesta.

Llegó a la escuela cansado, había llamando a todas las chicas de su harem para decirle que no las verías más, las conversaciones y lloriqueos de ella se habían alargado más de lo que esperaba haciéndolo dormirse tarde. 

—Denki. —Un resoplido salió de sus labios al escuchar una voz llamándolo, se giró.

—Kana, Rika, hola. —Ambas chicas miraban con enojo al Kaminari.

—¿A qué te referías cuando dijiste que no podíamos vernos más? ¡Eso fue muy cruel Denki!

—Sí, ¡eso fue muy cruel! ¡Eres cruel!

Ambas hicieron un puchero mientras se aferraba al brazo del rubio, Kaminari las miraba con una mueca, ¿siempre habían sido así de ridículas? Despegó sus brazos de las muchachas.

—Lo sé. —Canturreó mientras empezaba a alejarse. —Pero lo que dije ayer es verdad, no podemos vernos más, así que adiós. —Y seguido de eso corrió hasta su salón de clases.

Entró en el aula con la esperanza de ver a la pelinegra ahí pero grande fue su sorpresa al darse cuenta de que ella no estaba en el salón a pesar de que todas sus cosas estaban en su pupitre, se sentó en el suyo mirando a Bakugo expectante.

—¿Dónde está [...]? Ella fue a buscarte. —Cuestionó el rubio cenizo al ver la cara de preocupación de su amigo.

Kaminari ladeó la cabeza como un perro confundido antes de entender lo que sucedía, sin darle explicación a Katsuki se levantó y corrió hasta la puerta. La idea de que [...] lo haya visto con esas chicas hacia su estomago revolverse, quería explicarle que todo había sido un malentendido.

—¿A dónde vas Kaminari? —Pero antes de que pisara la puerta Aizawa lo había deteniendo, el solo refunfuño y volvió hasta su puesto, sabía que no lo iban a dejar marchar ahora, no con su historial de faltas en clase.

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Al sonar la campana de la hora del almuerzo Denki salió disparado del salón como un rayo para empezar una búsqueda en la chica de ojos miel. Buscó por todos lados, cafetería, salones y hasta le había dicho a Ashido que investigara en los baños de mujeres, pero nada.

La pelinegra no aparecía por ningún lado.

El rubio se paró deslizó en la pared resignado, sacó su teléfono del bolsillo y llamó a [...] aunque claro, esto ni siquiera funcionó, gruñó molesto.

—¿Buscas a [...]? —La presidenta de la clase 2-B, Kendo Itsuka se encontraba frente a él.

Kaminari se levantó de un salto.

—¿Sabes donde esta? Llevo todo el día buscándola. —En los ojos del muchacho se podía ver la preocupación haciendo reír a la de cabello naranja.

—Está en la enfermería, lleva todo el día ahí, dijo que se sentía mal.

Denki le agradeció a la fémina y salió rumbo a la enfermería, se golpeaba a mi mismo por no haberlo pensado antes, la enfermería era el único lugar donde no había estado antes.

Al estar en frente de la puerta de la enfermería en su cara apareció una mueca, tenia diversos recuerdos en las camillas de aquí que preferiría olvidar en este momento. Acercó su mano al pomo y abrió la puerta con delicadeza, Recovery Girl no se encontraba allí.

Caminó por la pequeña habitación hasta visualizar a la muchacha acostaba en la pequeña camilla blanca jugando con su teléfono, se acercó hasta a ella.

—¿Estás bien? Kendo me dijo que te sentías mal, llevo todo el día buscándote. —Kaminari se esperaba que ella se alegrara al verlo pero lo único que consiguió fue que la pelinegra se tapara hasta la cabeza con las sábanas.

—Lárgate de aquí Kaminari, ni siquiera quiero verte. —Escupió con enfado haciendo que el chico la mirara algo perplejo.

¿De verdad ella le estaba echando de la habitación?

—¿Qué te pasa? ¿Estas así por lo de esta mañana? —Aprovechó el hueco libre cerca de la cama y se sentó mientras intentaba quitarle la cobija a la chica.

—No. Lárgate. —Masculló aun con enfado.

—Me gustas. —[...] se tensó al escuchar aquella palabras, se repetía a si misma que debían ser mentira. —Me gustas tanto que acabe con mi harem para siempre. Ya te lo dije, voy en serio contigo.

La de ojos miel bajó la cobija con recelo, miraba al rubio con algo de incredulidad pero terminó suspirando y cruzando sus brazos.

—¿Y por qué... debería creerte? —Inquirió insegura, una sonrisa adornó la sonrisa del rubio y se acercó a la ventana, aquella sonrisa no mostraba buenas intenciones. —¿Qué estas...?

—¡Me gusta [...] de la clase 2-A! —Exclamó por la ventana a todo pulmón haciendo que uno que otro alumno que se encontraba en el patio mirada en su dirección, la muchacha tapó su cara avergonzada, quería golpear a Denki en estos momentos. —¡Me gusta tanto que...!

Antes de que el muchacho pudiera continuar con su confesión fue pateado por la pelinegra quien lo miraba con todo su rostro rojo, sin dejarlo reaccionar tomó una almohada cercana y empezó a golpearlo con ferocidad.

—Eres. Un. Completo. Idiota. —Lo golpeaba a la par que hablaba pero lo único que conseguía era que las carcajadas de su compañero aumentaran muchísimo más.

—Pero te gusto así, ¿o me equivoco?

La chica dejó de golpearlo para rodar los ojos y sonreír.

—No lo sé, tú dime. —Y seguido de eso salió corrió de la enfermería desconcertando al muchacho quien solo atinó a seguirla. 

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Perdonen por abandonarlas:(( Es que descargue un juego en mi teléfono y estaba enviciada. 

¿Saben? Pensaba dejar la historia hasta aquí pero me he enamorado tanto de esta pareja que no quiero que termine:(((( 

Posiblemente el próximo capitulo sea el ultimo.