Sabía que vendrías

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27━━━━━CAPÍTULO VEINTISIETE. SABÍA QUE VENDRÍAS.

Los soldados de Smasville y los del Benco pararon de pelear cuando vieron a Martha. Sandra entró por la puerta y yo no la podía mirar igual, no la podía ver de la misma manera que antes. Era una mala persona, manipuladora, asesina, pero era mi madre. Solo de pensarlo sentía escalofríos. Mi madre. ¿Sería ese,  uno de los secretos que el director no quería contar? Pues, que yo supiera, soy la única persona en Smasville que sabe quien es su madre. En El Benco, no había ecosistemas y la gente vivía con sus familias en una misma casa, lo que quiere  decir, que obviamente se conocían. Pero Diego nunca había hablado de su padre, pues creo que él también desconocía su existencia. Quizás habría muerto, o quizás lo teníamos delante nuestro, pero no lo sabíamos. Fuera lo que fuere, yo lo descubriría, pero antes había que solucionar esto. Yo le seguía guardando rencor a Sandra, que fuéramos familia no tenía nada que ver, porque ella seguía siendo una perversa, ella mató a Alexa. Y no se lo iba a perdonar nunca. Antes de que nadie dijera nada, la voz de Diego me sobresaltó. Estaba tan metida en mis pensamientos que salté del susto y Jon me miró, levantando una ceja. Negué con la cabeza y escuché atentamente como mi amig...hermano, explicaba el trato a los enemigos.

—Os entregaremos a Martha a cambio de todos los soldados—dijo él.

—¿Crees que ella me importa?—preguntó Sandra sarcásticamente—Por mí la puedes matar ahora mismo, pues ella no hizo bien su trabajo—al escuchar estas palabras, Martha comenzó a moverse, intentando escapar de nuevo y se veían las  lágrimas brotando de sus ojos—Si este era el trato, no me interesa.

—Como sabíamos esto, teníamos otra opción—dijo Harry—pero hablaremos en privado—Sandra siguió a Jon, Sarah y Harry sin desconfiar. Dos de sus guardias la siguieron y pasaron a la sala donde previamente estaba Martha. 

—Es la hora—dije yo y el Jefe de Magia no entendía nada, pues se acababa de incorporar y no tuvimos  tiempo para explicarle el plan, que no era solo "el trato". Los guardias del El Benco vinieron hacía nosotros y los de Smasville se dirigieron hacía ellos. El director creyó que iban a pelear, pero se pusieron a cuchichear sobre el plan. Y sí, al enterarse de lo sucedido y al ver más claras las cosas, ellos se habían puesto de nuestro lado, (principalmente gracias a Elio), y ahora entre todos, le estábamos tendiendo la trampa a la directora. Cuando Diego dió la orden, abrimos la puerta de la sala donde estaban mis compañeros explicando el negocio ficticio. Los dos guardias que se encontraban con Sandra la apuntaron con sus pistolas y ella abrió los ojos de par en par. No había sospechado nada.

—¿Pero qué estáis haciendo?—exclamó y todos los guardias de fuera, la apuntaron también. De pronto, alguien llamó a la puerta principal. No esperábamos visita precisamente en este momento, al no ser que fuese...¡Elio! Entró por la puerta con alguien detrás apuntando con un Thar. ¿Quién sería? Pues nada más y nada menos que Esther. Vi el alivio en los ojos de mi madre. 

—Hola Esther cielo, sabía que vendrías—mintió ella. 

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