un día como cualquier otro [finalizado]

Boom!

Una vez ambos estaban dentro cerraron la puerta y se quedaron apreciando las armas, aunque fuese una comisaría normal tenía una gran cantidad de armas, muchas ilegales y que no estaban permitidas en su país.
Pero ya no había reglas, así que poco les importo. Isaac tomó una escopeta de bombeo que tenía una mira holografica, había sido la primer arma que a él le había llamado la atención, por lo que la tomo y luego de colocarle una correa se la llevó a la espalda, Nuku tomó su fusil de francotirador Barrett rosa y al levantarlo se sorprendió por el peso.

Nuku: W-Wow.... Es muy pesado.....

Isaac ríe levemente y la mira con una leve sonrisa creída

Isaac: pues los francotiradores tipo Barrett pesan unos 15kg, que creías?

Ella infla las mejillas y levanta el arma con facilidad, y le coloca algunos cartuchos, eran muy grandes y parecían capaces de destruir un gran vehículo.
La segunda cosa que Isaac más le llamó la atención fue una espada, no cualquiera, sino una katana. El se preguntó cómo sería capaz de que halla esta clases de armas en un lugar como este, pero no lo pensó mucho y la tomó, colocándola en su costado.
Ambos estuvieron un largo rato viendo y seleccionando armas, de bajo calibre, de ráfagas, francotiradores.
Tomaron de todo un poco, además de una gran cantidad de cartuchos y cargadores.
Una vez todos estuvieron sin poder llevar más salieron de ahí, al parecer no había tanto peligro como pensaban y una vez fuera caminaron a donde estaría su refugio.
Era un trabajo largo por el gran peso de las armas, aunque Nuku parecía no importarle. Isaac en cambio disimulaba el cansancio que le daba el llevar tanto peso, aunque ambos parecían llevar una cantidad de parecida de objetos.
Luego de 10 minutos de caminata llegaron a él hotel donde estaban pero era distinto, la puerta ya no era más de vidrio, tenía unos refuerzos de metal y había unas barricadas en la salida.

Isaac: cuando quiere Agustín puede ser útil

El ríe levemente y toca la puerta, la cual se abre y muestra a los compañeros de ellos todos sudados y cansados, parecía que Agustín los había hecho trabajar como nunca antes.
Isaac y Nuku entraron con una sonrisa y saludaron a sus compañeros, dejando todas las armas sobre el mostrador del hotel, con los cartuchos a un lado.

Agustín: hice trabajar bien a mis esclavos ~

Agustín: espero que halla una M4 entre todas esas armas, sino te pegare~

Isaac ríe levemente y le muestra dos ametralladoras estadounidense M4, junto a una caja de munición.
Agustín salta de la emoción y acapara ambas armas, eran sus armas preferidas y de seguro eran las únicas que habrían en este país.
Ya todo estaba completo, compañeros en quienes confiar, armas, un refugio y comida.
Su supervivencia estaría completa, podrían ser capaces de liberar todo el mundo Masomenos.
Así fue como un día como cualquier otro el mundo se vino abajo, pero junto a sus compañeros serían capaces de sobrevivir.

Fin