capítulo 3: La misión

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La misión de Sakura

🌸Tercer capítulo: La misión

Habían decidido iniciar el viaje tomando una ruta alejada del camino principal, viajar de noche tenía sus desventajas en las carreteras más concurrida, por lo que llevaban varias horas saltando de rama en rama entre los árboles del bosque, avanzando a gran velocidad y así se alejaban de la vista de cualquier transeúnte nocturno.
Sasuke mantenía distancia detrás de Sakura, ella seguía en silencio desde la salida de la aldea, muy ensimismada todavía y su esposo no había querido interrumpirla dándole espacio para pensar.
Sarada, acompañada por Naruto y su hijo, había despedido a sus padres en las grandes puertas de Konoha. Ambos abrazaron a su hija y desearon juntos tener una misión exitosa. No había nada más fuerte que moviera a Sakura, que regresar entera para seguir cuidando de Sarada. Sasuke lo sabía perfectamente, él solo estaba ahí para respaldar esa promesa.

La media noche había pasado hace un rato, probablemente Sakura estaba cansada...aunque no lo quisiera demostrar, pensaba Sasuke.
De pronto una rama sede y ella cae, él se adelanta para detener el impacto que daría en el suelo, pero la pelirosa había alcanzado a girar en el aire cayendo en cuclillas a tiempo.
-Eso estuvo cerca- dice, secándose la frente con el antebrazo.
Sasuke llega a su lado y le tiende la mano para ayudarla a levantarse.
-Este ritmo te está pasando la cuenta, Sakura, mejor nos detenemos a descansar ahora.
- Tienes razón.
-Ya es de madrugada, es mejor dormir un par de horas y continuar el camino con la salida del sol- agrega Sasuke.
Deciden acampar en la parte baja de la saliente de una gran roca, los árboles tapaban la visión hacia el camino principal, sin embargo podían oír cualquier cosa que se acercará desde allí. Mientras Sakura armaba una pequeña fogata, Sasuke aseguraba un rango del perímetro solo para su tranquilidad; se había pasado tanto tiempo viajando solo que hacer esto era una rutina para él.
Al regresar con Sakura, la fogata estaba crepitando, le había dado tiempo de preparar hasta té de hierbas. Sasuke se sienta de piernas cruzadas frente al fuego, y recibe una taza de parte de ella; las noches en esa época del año no estaban tan frías, ya casi era primavera, pero de todas formas llevaban sus capas de viaje las cuales los protegían de las brisas demasiados frescas que se colaban por el bosque.
-Bien, me dirás qué trata la misión a la que vamos?
-Si, es lo mejor- dice Sakura, dejando su taza a un lado y sacando unos papeles de su mochila-. Hace pocos días, Naruto recibió este mensaje de auxilio.
Le tiende a Sasuke un pergamino arrugado y garabateado con prisa. La letra parecía como si fuera de alguien con serios problemas de caligrafía: trazos gruesos y letras grandes. Era una nota pidiendo ayuda directa a Naruto, el salvador de la 4ta guerra ninja, literalmente. Y en la base en vez de firma, estaba dibujado el símbolo de la Aldea oculta tras la Cascada. La hoja estaba manchada en las orillas de un color oscuro...
-Si, es sangre- le dice Sakura, como leyendo sus pensamientos-. Iremos a aquella aldea y averiguaremos quién escribió ese mensaje.
-Crees que continúe vivo? - la pregunta de Sasuke hizo que se le hiciera un nudo en la garganta.
-No lo sabremos hasta llegar ahí.

>>Al Séptimo Hokage de Konoha:
Necesitamos su ayuda urgente, estamos atrapados y a manos de personas sin piedad. Solo queremos paz y usted es el único que puede darnos eso. Por favor, no nos ignore, como los otros adultos lo han hecho. Confiamos en el salvador de la cuarta guerra ninja. Vean los registros!!<<
Rezaba el pergamino.

-De qué registros habla?
-Eso es algo que tuvimos que intuir basándonos en hipótesis. Suponemos que el autor del mensaje es un menor de edad, un adolescente o quizás un niño por la forma que se separa al mencionar a los adultos, así que Naruto me llamó para enfocar una búsqueda respecto a niños que hayan sufrido maltrato o abuso de adultos y hayan pasado por el Hospital. Pero este chico de aquí - señala el papel- ni siquiera es de Konoha o si lo es, tiene directa relación con la aldea de la Cascada. Así que los registros que yo haya acumulado durante estos 13 años trabajando en el hospital no sirven de mucho para encontrarlo. Solo pude hacer un conteo de casos similares, y la verdad mucho más del 50% han sufrido abusos de algún tipo en los chicos que tenemos bajo tratamiento. Lo que nos lleva a ir al extremo de revisar los registros de la Aldea de la Cascada directamente.
-Por lo que sé, Allá no hay hospital de salud mental, ni para niños ni para adultos- conjetura Sasuke.
-Y tienes razón, solo las 5 grandes aldeas han seguido nuestro ejemplo y las han implementado- Sakura toma su taza de té y la mira como tratando de buscar una respuesta en el fondo-. Eso me da a entender que si hay niños en peligro allí, nadie los está ayudando.
-Si se tratara de secuestro o tráfico? Es algo común en las aldeas ninja, los niños son tratados como armas, por eso la existencia de los exámenes chunnin. En mis viajes, los poseedores de kekkei genkai son los más vulnerables y si son mujeres, la situación es peor, al obligarlas a tener hijos y multiplicar su rasgo sanguíneo. Orochimaru, sea como haya sido, salvó a Karin de caer en manos de esa clase de gente. Así que comprendo tus temores y tus deseos de salvarlos.
Sakura lo miraba choqueada con lo que oía, pero tenía razón, ese era su temor, y ella no tenía el valor de ponerlo en palabras como lo hacía su esposo.
-Si es como digo, nos encontraremos con gente realmente peligrosa- puntualiza Sasuke.
-Es un riesgo que asumí al aceptar esta misión- le responde Sakura tajante y mirándolo a los ojos, sin dejar lugar a las dudas.
-Eso pensé- dice éste, sonriendo.

Luego de aquella conversación Sakura se acomodó para dormir un par de horas antes del amanecer, utilizando su mochila como almohada y su capa como manta. Sasuke siguió junto a la pequeña fogata unos minutos más después que ella se durmiera, estaba de cara al fuego por lo que podía verla claramente.
A veces olvidaba lo obstinada que podía ser al querer completar una misión con éxito, a Naruto y a él siempre les exigía mucho en la época en que eran el equipo 7, una cuestión que no había cambiado al parecer. Eso le causaba gracia. Otra cosa que no cambiaba después de tantos años trabajando juntos eran sus impulsos de querer protegerla, también se le olvidaba que ya no era la misma Sakura de la academia, ahora era una mujer fuerte, física y mentalmente, con ideas claras, ya no necesitaba a nadie que la defendiera ni mucho menos sintiera compasión por ella. De todos modos, él estaba ahí como su compañero y le prestaría todo el apoyo que pudiera darle; en esta ocasión él estaba para validar sus decisiones.
Lo que sí había cambiado con el pasar del tiempo era ese olvidado sentimiento que le abrigaba el corazón cada vez que regresaba a casa. En épocas pasadas había desechado la idea de volver a tener una familia, era emociones tan profundas que se le hacía imposible imaginar que un día las volvería a revivir. Su compañera de equipo se tomó el tiempo de entrar en su endurecido corazón un paso a la vez; siempre supo que ella estaba enamorada de él, sólo que asumirlo era darle alas a lo que él pudiera sentir y dejaría de lado las metas que tenía en aquellos años, pero una vez regresó la paz al mundo nada de eso ya importaba, no perdía nada con reconocerla, al contrario, sin saberlo, ganaría mucho.
No podía evitar sonreír al verla... hoy, su esposa.

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