Celos

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Akiko así como hace dos semana se encontraba afuera del terreno de Naruto, no esperaba que estuviera tanto tiempo fuera de la aldea, durante todo este tiempo estuvo pensando en su última conversación, el Uzumaki estaba extraño y le preocupaba, recargó su mano en el portón pero no quiso ingresar, tomó distancia nuevamente y se dispuso a retirarse o esa fue la idea ya que el portón fue abierto, se giró rápidamente para ver al Uzumaki pero no fue exactamente el quien habló.

-"Tsume san?"- preguntó Akiko, al ser ella dueña de una tienda de armas, conocía a varias personas importantes al interior de la aldea y la Inuzuka no era la excepción.

-"Si, la misma que viste y calza, necesitabas a Naruto?"- preguntó la Inuzuka tan despreocupada como siempre, Akiko iba a responder pero notó la vestimenta que estaba ocupando la líder del clan Inuzuka, unos short cortos así como una polera que dejaba su trabajado abdomen al aire y resaltaba su delantera, a caso ella, una rabia comenzaba a  crecer en la vendedora de armas.

-"En realidad no, solo venía porque se me perdió una carpeta pero ahora recordé donde la dejé así que no te interrumpo más"- Akiko se giró para marcharse pero Tsume no quiso dejarla ir sin torearla .

-"Mejor me apresuro ya que Naruto me está esperando para su masaje especial, mmmm ese hombre es puro músculo"- comentó Tsume para cerrar la puerta detrás de ella, en cuanto a Akiko.

-"Maldita ofrecida, no me interesa lo que hagan con Naruto". gruñó la mujer caminando rápido pensando en las distintas escenas que podrían estar haciendo esos dos -"Maldito tomate pervertido, mujeriego y vividor"- y entre insultos regresó a su local.

-"Y quién estaba en la entrada?"- preguntó naruto acostado boca abajo esperando que Tsume siguiera con su labor.

-"Era Akiko que andaba buscando una carpeta de no se que cosa, pero al parecer recordó donde la dejó"- respondió Tsume subiéndose a la espalda del Uzumaki.

-"mmm ya veo, bueno sigue con el masaje, no quiero llegar todo molido a la cena con mi hermana, esto te pasa por dejarme a tus hijos sin avisarme"- finalizó Naruto.

-"vamos Tomate kun no seas malo conmigo, hace dos semanas que no tenemos tiempo de recreación, ya estoy pensando que tienes a otra"- comentó Tsume besando la espalda Uzumaki.

-"Siempre hay alguien más Tsume"- respondió Naruto girándose, dejando a Tsume sentada en su pelvis -"pero tienes razón"- apretó el trasero de la líder  del clan Inuzuka haciendo que esta comenzara a mover su cadera generando rose.

-"Oh Naruto kun eres muy cruel"- respondió Tsume  respirando de manera agitada, solo esperaba no haber perdido el ritmo.

El día terminó bastante bien para casi todos.

Los días siguieron pasando, Naruto notaba como Akiko la veía cada vez menos y cuando iba a su tienda la mujer le hablaba solo lo necesario, incluso ya no llevaba a su hija con el Uzumaki, hasta prefería tenerla en el negocio.

-"Buenas tardes, bienvenido a mi local, en que le puedo ayudar"- preguntó Akiko dándole la espalda al cliente.

-"Mmmm pues me gusta lo que veo señorita, un excelente cuerpo, firme pero al mismo tiempo delicado, con las curvas justas y necesarias, que solo puede ser poseída por alguien con mucha experiencia"-  varias venas aparecieron en la frente de Akiko, ya estaba cansado de los pervertidos, apretó su puño y rápidamente giró para golpear al imbécil, a lo que impactó el golpe se generó una leve onda de viento pero quien recibió el golpe no se movió ni un centímetro.

-"Esta es tu forma de atender a un cliente que quiere comprar una nueva espada?"- preguntó Naruto con una ceja levantada, aunque por dentro estaba sorprendido de la fuerza de la mujer, y eso que ni sintió chakra, en cuanto a Akiko, solo miraba sorprendida a Naruto, llevaba tiempo sin visitarle.

La leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora