Tsume Inuzuka

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A una semana de haberse instalado en Konoha Naruto ya comenzaba a habituarse al ritmo de la aldea así como a los llamados de la fuerza anbu, en un comienzo creyó encontrar personas impresionantes, pero la verdad es que, bueno el desde que dejó Uzu se dedicó a entrenar así que quizás por eso habían pocas cosas que le pudieran impresionar, la función de las fuerzas anbus estaban establecidas directamente por el Hokage en este caso por su cuñado, asesinato, captura, interrogación, solo dedicados a misiones de alto rango lo que representaba un ingreso superior al resto de ninjas, hasta ahora solo iba a entrenar durante las mañanas y las tardes las dedicaba a estar con Akiko que seguía trabajando en el dojo, sabía que el proceso era lento pero no es como si no pudiera conocer a más gente.

El mercado estaba con mucho movimiento como todos los días, la variedad de frutas, verduras, y otros tipos de comidas hacían de este lugar el indicado para abastecerse.

-"Maldita sea, como no puede haber carne de ciervo, ese flojo de Shikaku me va escuchar"- gruñía Tsume, hoy debía hacer el mercado y justamente lo principal para la cena no se encontraba.

-"Lo siento pero antes que usted vino un hombre pelirrojo y se llevó toda la carne"- respondió el carnicero para que la mujer no se enojara más con el, conocido era el carácter de la líder del clan Inuzuka, Tsume a lo que escuchó sobre alguien de cabello rojo, rápidamente llegó la imagen de Naruto a su mente.

-"Maldito tomate acaparador, ya veras, Kuromaru"- su perro suspiró ya que sabía lo que venía, en serio el era un perro ninja no tenía tiempo para esto -"Debemos encontrar a Naruto, el se llevó nuestra carne"- y no tuvo más que aceptar así que salió en búsqueda de la nueva presa de su compañera.

Cercano a la feria en un parque se encontraba Naruto tomando helado, le encantaba relajarse de vez en cuando, y claro apreciar a las mujeres que pasaban por el lugar.

-"Creo que debo limitarme a una mujer a la vez, no puedo llevar esta vida por siempre estoy cerca de los 30 años y lo más cercano a una relación fue con"- lo pensó y lo pensó hasta que recordó como a la inocente edad de 14 años tuvo una novia, fueron de los tres meses más hermosos y divertidos que pudo haber pasado pero todo terminó en que ella solo jugaba con el, ella ya tenía a alguien y solo se reían de el -"Ese fue el día en que decidí solo recorrer, conocer y disfrutar de los placeres de la vida, pero no me arrepiento de nada, conocí a mucha gente, muchas culturas y"- una sonrisa audaz surcó su rostro -"muchas mujeres, el sueño de cualquier hombre"- pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un aullido, buscó al animal que los generaba y se encontró con un gran perro negro con blanco, se le hacía familiar pero no recordaba específicamente de donde.

-"Tomateeee"- escuchó un grito a la distancia, y notó como una estela de humo se acercaba a gran velocidad.

-"Tsume?"- preguntó Naruto, se preparó para recibir el embate -"vamos, tu puedes Naruto, tu puedes"- se daba ánimos al ver como la distancia era cada vez menor, Tsume se impulsó y saltó, y fue atrapada por Naruto que se deslizó un poco hacia atrás por la fuerza con la que venía la morocha, cuando todo se calmó quienes pasaban por ahí se encontraron con la líder del clan Inuzuka tomada del trasero mientras esta enganchaba a un hombre pelirrojo de la cintura con sus piernas y con sus manos o zarandeaba del cuello de su ropa.

-"Maldito tomate acaparador, como te atreves a llevarte toda la carne de ciervo, te exijo que me compartas la mitad del botín"- hablaba casi gritando Tsume, pero notó lo que antes había pasado desapercibido, la posición en la que se encontraban.

-"Oye, yo solo la compré porque la estaban comprando casi toda, pero si quieres"- pero guardó silencio al ver la mirada coqueta de la domadora de perros.

-"Vaya tomate, veo que en serio eres un acaparador, acaso aún te falta carne para satisfacer tu hambre?"- Naruto aún no entendía lo que sucedía.

La leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora