La leyenda

La fiesta sorpresa

En el patio del recinto del clan Uzumaki todo estaba en paz y en tranquilidad, el sol se encontraba en lo más alto, las aves surcaban el cielo, las personas realizaban sus labores con mucho esfuerzo.

-"Mal, otra vez"- se escuchó una voz interrumpiendo la calma, el responsable, Naruto Uzumaki que se encontraba supervisando el entrenamiento de su sobrina Mito, a Tenten y finalmente Kiba.

-"pero tío/pero tío"- gritaron la morocha y la pelirrubia mientras que Kiba se sentaba en el suelo.

-"Nada de peros, llevamos tanto tiempo entrenando y aún no lo logran como es debido"- comentó Naruto sentado frente a sus tres estudiantes que trataban de subir cada quien un tronco solo con los pies.

-"Es fácil cuando lo único que haces es lanzar bombas de agua"- murmuró Kiba mirando en otra dirección, esperando que el pelirrojo no lo escuchara pero se ganó una bomba en la cabeza por parte de Naruto.

-"bien podría entrenarlos como me entrenó mi abuelo, recuerdo que utilizaba piedras de distintos tamaños además de darles más fuerza inyectando chakra.

-"Pero tío, creo que sería de gran ayuda que nos dijera más a detalle la técnica para poder llevar a cabo el caminar por el tronco"-, Naruto los miró un instante, estiró los brazos hacia arriba haciendo sonar su espalda y.

-"No tiene gracia, ya les dije lo básico, si no lo descubren será mejor que dejemos el entrenamiento hasta aquí"- comentó Naruto acostándose en el en el suelo.

-"Veo que aún no lo logran"- se escuchó la voz de una mujer en el lugar.

-"Aunque Naruto kun tiene razón"- se escuchó una segunda voz en el lugar revelando a Mikoto Uchiha y a Akiko saliendo del interior de la mansión, Naruto miró hacia las mujeres y esbozó una sonrisa que sonrojó a ambas mujeres.

-"Veo que ya están más recuperadas"- comentó el pelirrojo con una sonrisa astuta, ambas tuvieron la dignidad de sonrojarse aún más y miraron hacia otro lado, ninguna esperó que la noche anterior, Mikoto juntó sus piernas de solo pensarlo,

Flash Back

Mikoto ya llevaba 6 meses con el Uzumaki, en más de alguna ocasión quiso marcharse para no generarle más molestias al pelirrojo pero este insistía que a el no le molestaba su presencia, al contrario, le daba el toque de hogar a aquel lugar tan frío, de alguna forma las palabras del Uzumaki más sus constantes insinuaciones hicieron que sus tristes recuerdos del pasado con su ex esposo se fueran borrando, las heridas fueran cicatrizando de manera lenta.

-"Mikoto hoy tendremos de visita a Akiko, ella está de cumpleaños y quiero darle una gran fiesta pero solo de adultos, tu sabes"- comentó Naruto apareciendo de la nada con una sonrisa más que sospechosa para la pelinegra, no era de desconocimiento para ella que el pelirrojo tenía una aventura de mucho tiempo con la vendedora de armas, así como con la líder del clan Inuzuka, no por nada, a pesar de que Ten ten, Kiba y Hana venían a este recinto para poder entrenar o estudiar libros del clan Uzumaki, lo raro es que ninguna de las mujeres se molestaba del tiempo compartido que tenía Naruto con ellas, era como si hubieran hecho un acuerdo silencioso de compartir sin hacer mucho ruido.

-"Está bien, creo que prepararé algo deliciosos para la noche"- Naruto asintió sin abandonar aquella sonrisa y se comenzó a retirar, Mikoto regresó a lo suyo pero sentía la mirada del pelirrojo sobre ella.

-"oh mi querida Mikoto chan  hoy será el día en que te abrirás al mundo y olvidarás a ese imbécil de putaku, pero sobre todo ji ji ji ji"- Naruto secó la saliva que se le escapaba de la comisura de su labio.

Mikoto no supo nada más del pelirrojo hasta bien entrada la tarde, cuando ya estuvo todo listo el pelirrojo hizo su aparición con  la festejada, Mikoto abrió la puerta de la mansión para encontrar al uzumaki sosteniendo de los hombros a Akiko que estaba con los ojos vendados, pero lo que llamó la atención de la pelinegra fue el marcado sonrojo de la  pelicastaña.