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End and beginning

23 de diciembre de 1971

(...)

 
El rubio comienza a toser mientras abre la ventana en un intento de que todo el humo de cigarrillo desaparezca porque ya le estaba ahogando.

Mueve las manos y arruga la nariz al sentir un fuerte ardor en la garganta, pero ya es normal, solamente bebe agua y se le pasa un poco.

Mira por la ventana, su habitación daba a un callejón sucio y deshabitado, lleno de basura. No era una vista muy buena, a veces extraña la vista de aquella vieja casa victoriana a la que alguna vez fue, dónde se podía ver todo el campo, las flores, y el aire puro se sentía por todos lados.

O incluso extraña la vista de la pequeña ventana de su cabaña donde se hospedó con sus compañeros de combate mientras entrenaban, donde siempre se escuchaba un bullicio de todos esos hombres, hablando, riendo y bromeando entre ellos, sin pensar en lo que les esperaría cuándo viajen hacia el campo de batalla donde entregarían sus vidas por un conflicto en el que no tenían nada que ver.

De todas formas la vista más perfecta en esa cabaña en la base militar, era cuándo miraba a su izquierda y lograba ver a un pelinegro acostado en la cama de junto, leyendo un libro o solo durmiendo tranquilamente, con la luz de la luna iluminandole el rostro, como si fuera un ángel infiltrado en el mundo humano, que hurtó el corazón de Luke y causó un desastre en su cuerpo y alma.

Cualquier vista era mejor que esto.

A pesar de todo, extraña más qur nada como era su vida antes, cuándo estaba con él y tenía el privilegio de besarlo.

Aprieta los labios y se sienta en la pequeña mesa junto a la ventana, está toda desordenada, así que solo corre algunas cosas y apoya la carta bien cuidada sobre esta. Leyéndola una y otra vez a pesar de que se la sabia de memoria, a pesar de que cada palabra dolía siempre como si miles de cuchillos se clavaran sobre su pecho y su corazón,

Al terminar, la lee de nuevo, mirando con atención la letra algo descuidada, pero sin ninguna falta de ortografía. Él jamás tenía faltas de ortografía.

La deja a un lado y ahora centra su atención en las fotos que están sobre la mesa, son solamente cinco pero junto con la carta, son las cosas más valiosas que tiene.

Toma la primera foto, eran ellos dos sentados en una banca, Michael lo abrazaba efusivamente con una sonrisa y Luke estaba algo serio, como siempre.
La fecha estaba escrita atrás, y había algo que Michael escribió:

"Agosto de 1943.
Luke, deberías sonreír más en las fotos, pareces un perro"

No puede evitar formar una apenas visible sonrisa al leer aquello, recordar ese hermoso día y pensar en las cosas que Michael le dijo aquella vez. En cómo lo acarició y lo besó como si fuese el último día, cuándo en realidad, apenas comenzaban.

Sigue mirando las otras fotos, pasando sus dedos por el rostro de Michael que estaba sonriente en todas las fotos, tan feliz, al igual que Luke, solo que Luke no era de sonreír,  jamás fue demostrativo, excepto cuándo estaba con Michael. Él siempre había causado que sus actitudes sean más blandas y solamente con él podía ser quién realmente era.

Siempre habia sido muy frío con todos, serio y a veces algo grosero, pero con Michael siempre era diferente.
Recuerda que su amigo Ashton solía decir que Luke era un frío de mierda con todos, menos con Michael.

Su chico. Cómo solia decirle.

Cierra los ojos y abraza las fotos contra su pecho en un intento de sentir a Michael cerca suyo, pero era imposible. Lo necesitaba a él, sentir su presencia, su aroma, su calidez y su espíritu. Quería verlo una vez más, besarlo y decirle que muy pronto ya tendrían la vida soñada que planearon durante años, en medio de un mundo lleno de caos y odio.

Muy pronto.

Toma el libro que está a un costado y guarda cuatro de cinco fotos allí junto con la carta de Michael, en una página específica del libro.

Luego, toma otra carta que él mismo escribió, es bastante extensa, la deja justo frente a él y se levanta para ir a buscar una caja guardada en el cajón de su mesita de noche. 

Vuelve a sentarse y saca el revólver negro de aquella caja de metal, con pintura desgastada y calcomanías viejas.

Le coloca las balas y lo prepara para disparar.

Se moja los labios con la lengua, posando su vista en la vieja foto de él y Michael, apoya su dedo sobre el pecho del pelinegro y toma una bocanada de aire.

-Es increíble lo mucho que te he extrañado estos años. Todo se siente tan vacío y silencioso sin ti hablando por aquí-Murmura, casi rompiendo en llanto.

La mano le tiembla cuándo sostiene el arma, aguarda unos segundos y luego la levanta para apoyarla sobre su cabeza, incluso comienza a sudar y el corazón le late muy rápido, pero está seguro de lo que va a hacer. Aunque no es la mejor opción. Y jamás será una buena opción.

Cree que es lo único que puede acabar con la soledad y el dolor que siente desde que Michael partió para siempre.

-Te he fallado-Sigue murmurando sin dejar de mirarlo-No puedo vivir sin ti. He sido débil todo este tiempo... pero eso ya no importa-Niega lentamente.

Le quita el seguro al arma.

-Porque ahora, finalmente voy a reunirme contigo... y vamos a ser felices y libres. Como siempre quisimos.

Faltan pocos segundos.

Cierra los ojos con fuerza mientras que en su mente se repiten todos los recuerdos que tuvo con Michael, desde la primera vez que él le habló, hasta la última palabra que salió de su boca aquel fatídico día.

Y a continuación de eso, sin dudarlo ni un segundo, dispara.

...

Pág. 337

...

Estoy muy emocionada por esto q se viene

Este es solo el comienzo, sigan leyendo que les juro que hay muchas cosas que tengo planeadas.

Voten y comenten pls ❤

The Blackest Day | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora