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—Entonces, me enteré que habrá una especie de feria en la ciudad vecina, creo que podría llevarla allí, suena bastante bien después de no vernos por tanto tiempo—Le sigue contando Calum mientras hacen la fila para que les otorguen su permiso

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—Entonces, me enteré que habrá una especie de feria en la ciudad vecina, creo que podría llevarla allí, suena bastante bien después de no vernos por tanto tiempo—Le sigue contando Calum mientras hacen la fila para que les otorguen su permiso.

—Siempre hacen ferias en esa ciudad—Responde Michael—Tanto que aburren.

—Bah, son divertidas, no sé como no te gustan, siempre hay distintas cosas que hacer allí.

—Y se pueden conocer a muchas chicas-Interrumpe Ashton alzando las cejas con una sonrisa—Mh, aunque me gusta más ir a los juegos, ¿saben?
 
—Si porque ninguna chica te haría caso—Menciona Jake entre risitas.

—Mira quién habla...
 
—Tú, ¿que harás el fin de semana?—Señala a Calum quién está mirando hacia adelante.
 
—Oh, solo estaré con mi familia y mi esposa.
 
—Alguien va a tener acción este fin de semana—Ashton ríe y le hace una seña obscena.

—Yo no sabia que estabas casado—Dice Michael—¿Desde cuando lo estás? Creí que eras un tipo que jugaba con las chicas o algo así. Tienes cara de ser ese tipo.

—Bueno si, desde los 19, dentro de poco cumpliremos un año de casados—Sonríe con emoción.

—Aww, está enamorado.

Michael los ignora un poco y sigue revisando si todos sus papeles están en regla para cuándo llegue su turno, por suerte no tardan tanto así que le dan su permiso y se encaminan hacia el autobús que los está esperando para irse.
 
El viaje se hace corto y cuándo llegan al pueblo, el padre de Michael va a recibirlo para llevarlo hacia la casa que en realidad no está tan lejos.
En el camino no hablan tanto, él le pregunta como le fue y cosas solo por compromiso pero su relación siempre fue así, al menos desde que Michael comenzó a crecer.
 
—Dios mío, odio viajar en ese autobús. Es tan incómodo—Se queja Michael mientras deja su bolso en el suelo y su padre entra detrás de él.
 
—¡Ya llegó mi pequeño!—Se escucha el grito emocionado de su madre, quién sale de la cocina con una gran sonrisa en los labios.
 
Michael también sonríe y la abraza por algunos segundos hasta que ella se separa y lo observa con las manos en las mejillas de su hijo, acariciándole con ternura.
 
—Estás más fuerte—Suelta una risita y termina de alejarse.
 
—Para algo tuvieron que servir esos meses de entrenamiento—Dice Kevin.
 
El pelinegro se contiene las ganas de hacer alguna mueca y suspira.
 
—Supongo...—Masculla ladeando la cabeza—¿Está Valerie?
 
—Oh, si, se estaba dando una ducha pero ya bajará—Avisa sonriente la mujer—Ven, vamos a comer algo, hice todo lo que te gusta.
 
Los tres caminan hacia la cocina donde Michael ve sobre la mesa bastante comida, la mayoría eran cosas que a él le encantaban desde pequeño así que sonríe levemente porque su madre se había esmerado en hacerle toda su comida favorita.
 
—No hacia falta, mamá—Dice mientras toma uno de los trozos de pastel.

—Claro que hacía falta, hace casi dos meses que no te vemos—Le vuelve a sonreír mientras sigue cortando otros trozos—Y cuéntame, ¿como es todo allí? ¿Te tratan bien?

The Blackest Day | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora