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Siente una molestia y cosquillas en la nariz de repente lo que hace que se remueva y gruña escuchando unas risitas.

-¡Idiota!-Le da un golpe a la mano de Calum, alejando el bolígrafo que estaba rozando su nariz.

Calum y algunos muchachos comienzan a reírse en voz alta mientras que Michael bosteza y se frota los ojos aún con algo de sueño pues estaba muy cómodo durmiendo con la cabeza en la ventana.

-Ya casi llegamos, bella durmiente del bosque.

El pelinegro solamente vuelca los ojos y no contesta nada ya que vuelve a acomodarse para cerrar los ojos y dormir los últimos minutos pero luego de eso siente el dedo de Calum en su oreja y se sobresalta.

-¡Hey!-Chilla cubriéndose la oreja, Calum no deja de reír junto con Ronnie-Eres un pesado asqueroso.

-Es que te duermes de manera muy graciosa-Sacude la cabeza y acomoda su bolso sobre su regazo.

Lo mira mal y corre la vista hacia la ventana dónde el sol apenas está saliendo y solamente hay soldados de vigilancia pues faltaban unos minutos para que todos se despierten para hacer sus deberes.

Cuando llega a su cabaña, camina rápidamente hacia su cama, sacando algunas cosas de su bolso y luego dejándolo debajo de la cama en silencio porque no quiere despertar a los pocos chicos que se encuentran aún dormidos, sobre todo a Luke que es el que está más cerca.

Pero de todos modos, los otros muchachos si hacen bastante ruido porque hablan y se ríen entre ellos lo que causa que el rubio comience a levantarse con el ceño fruncido y lo primero que ve es a Michael quién le sonríe aún en el suelo cuando Luke comienza a abrir sus ojos.

-Hola-Murmura agrandando su sonrisa.

Luke sigue bastante adormecido así que Michael no se sorprende cuándo no le responde nada y su cabeza vuelve a caer al colchón para seguir durmiendo, se ríe en silencio con algo de ternura al ver sus labios entreabiertos.

Por un segundo había creído que Luke también pidió su pase para ir por algunos días a su hogar, aunque tenían lo que resta de la semana para pedirlo y poder visitar su antigua casa.

Pero en los últimos días antes de irse a su casa, había notado que Luke parecía no tener a nadie, así que no esperaba que Luke salga de aquel lugar.

Hasta el momento jamás vio si recibió cartas o llamadas, y como nunca habla a menos que otros le dirijan la palabra, realmente nadie sabe acerca de su vida privada, ya que Luke es muy taciturno y tosco, nadie sabe si es que tiene familia o algo por el estilo. Él simplemente es un enigma.

Pero Dios, era bonito, tan bonito, a los ojos de Michael era el chico más guapo de toda la unidad, de todo el fuerte militar que tenía cientos de hombres conviviendo.

El día transcurre tranquilo y un poco más agotador de lo normal para Michael quién, en esos pocos días que estuvo en su casa, se dedico a despertarse muy tarde, comer y no hacer ninguna actividad física.

En la noche es cuándo todos los chicos de la cabaña tiene un poco más de tiempo para conversar y entretenerse hasta que apaguen las luces para dormir.

Michael se encontraba sentado en la cama frente a la de Luke, con algunos chicos más, charlando sobre cosas al azar y burlándose de Calum cada vez que contaba algún detalle romántico que hacía con su esposa pues se notaba que el chico estaba muy enamorado de esa mujer.

El rubio solamente estaba acostado mientras observaba entretenido una de las tantas historietas que Calum siempre traía consigo, y que siempre le prestaba a Luke cuándo las terminaba.

The Blackest Day | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora