𝟳

1.8K 180 15
                                    

•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El martes y el miércoles transcurrieron sin contratiempos... al menos en lo referente a los posibles envíos o mensajes de Wendy. Pero JiSoo sabía que aquello no había terminado. Era un juego y Wendy era quien lo dirigía.

—Relájate—. JiSoo miró a Jin de reojo mientras éste
detenía el coche ante la elegante mansión de Park Jimin y Roseanne.

—Estoy perfectamente relajada—. Jin decidió no seguir con el tema, pues sus anfitriones ya los esperaban en la puerta de la casa.

—Estás preciosa—halagó Roseanne tras los saludos de rigor.—Me encanta tu collar. ¿Es un regalo reciente?.

«Puedes hacerlo», se dijo. «Se te dan bien los
acontecimientos sociales». Había sido educada y preparada para aquello.

—Gracias—respondió con una sincera sonrisa.

Había elegido un elegante vestido negro para la ocasión y sabía que proyectaba la imagen de una mujer joven sofisticada y segura de sí misma. ¡Cómo podían engañar las apariencias! Permaneció junto a Jin mientras saludaban al resto de los invitados y disfrutaban del excelente Chardonnay servido por el personal contratado por sus anfitriones. JiSoo empezó a relajarse, pero, inevitablemente, siempre había alguna persona que dejaba a un lado el sentido común con el afán de iniciar una conversación estimulante.

—He visto que últimamente has sido objeto de la
atención de la prensa—comentó una de esas personas.

JiSoo contuvo el aliento mientras se preguntaba cómo reaccionaría Jin.—Es interesante ver cómo la prensa es capaz de tomar un acontecimiento del pasado, añadirle unas insinuaciones y arrastrarlo al presente—replicó Jin en tono engañosamente desenfadado.

—Supongo que resulta bastante... angustioso, ¿no?

—Especialmente para mi esposa—. JiSoo colocó la mano en la que le ofreció su marido y sus labios se curvaron en una cálida sonrisa.

—Ese asunto carece de importancia para mí, querido—mintió, y logró seguir sonriendo mientras Jin la besaba en la mano.

¿Habría hecho su marido aquello a propósito para
dar una imagen ante los demás invitados, o habría
sido para tratar de que se relajara? A JiSoo le habría gustado creer que había sido por lo último. El resto de la velada transcurrió sin nuevas menciones del asunto y JiSoo y Jin pudieron disfrutar relajadamente de la excelente cena organizada por sus anfitriones.

—Estás muy callada—mencionó Jin mientras
conducía de vuelta. JiSoo volvió el rostro para contemplar su fuerte perfil.

—Ya he hablado bastante durante la cena.

—¿Estás cansada?

—Sí—contestó JiSoo. SeokJin podía interpretar su respuesta como quisiera.

Pero fue ella quien permaneció despierta y anhelando las caricias de su marido largo rato después de que éste se hubiera dormido. ¿Cómo reaccionaría si se animara a acariciarlo para seducirlo? La posibilidad de que la frenara fue suficiente para evitar que diera ningún paso en
aquella dirección.

Matrimonio De Conveniencia || JinSoo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora