Parte final

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Los botines rozan el pasto. Lana con la cabeza agachada, piensa con cautela las palabras que va a decir, e incluso las acciones que pueden hacer. Le invade la incertidumbre; el temor a no comprender lo que apenas se conoce de vista. Alza su mirada y observar a un despreciado Sergio, que esta charlando con Ángel.

- Yo no busco esto, me vino a mí. Cuando me lo ofrecieron, me dijeron al principio: "No ¿que esto?" "Yo buscaba jugar en el plantel principal, o en el sub-15, que se yo".

-Y después de acordaste que sos muy buena con las chicas y por eso estas acá- Contesta Angel.

-Sí, pero Independiente no dice lo mismo. Época horrible. No me dejaron trabajar. Ahí las jugadoras fueron muy fieras, y más de la mitad era puras tribuneras . Después no se explica por por descendieron. Al final les dije: "a llorar al camping ". -agita el brazo- y más tarde estaba tomando amigos en la vereda a la salida del estadio. ¡Pero feliz! ¡Eh! - Agita su dedo hacia Ángel.

-Che, pensando, podríamos debutar a Orellana la próxima fecha, Ha mejorado bastante estos meses.

-Lo voy a ver, pero no lo aseguro.

Al momento, ambos escuchan a Lana con una voz débil, que estaba repitiendo varias veces las iniciales DT.

-Orellana ¿Qué quiere? y espero que no se le olvide otra vez- Sergio la mira de re ojo.

-Sii- Lana entrecierra los ojos, mientras contrae sus labios- Ehmm, quería preguntar ... preeeguuntar ...

Sergio aparta un segundo la mirada hacia Ángel, y este último con la mano le dice que tenga paciencia. Al final, inútilmente la pierde.

-¡Orellana! ¡Si sigues en la misma, no me volves a hablar hasta que lo hagas como correspon!

-¡Todo bien! ¡¿Sabe qué?! - Cierra fuertemente sus puños - ¡Quería saber cuándo voy a jugar!

Entonces Sergio acalla un momento. Y sin dejar de mirarla, balancea su cabeza varias veces.

-¿Eso no más, Orellana?

-Si- Lana tiembla, mientras que una gota de sudor se desliza sobre su frente.

Nuevamente Sergio aparta su mirada hacia Ángel, esperando alguna opinión. Exactamente asiste con su cabeza.

-No.

-¡¿Por qué ?! - El desconcierto de Lana es tal, que su rostro se hunde como la de un pez borrón.

-Por que eso señorita ¡No-se-pre-gun-ta! - niega con su dedo- Ahora, si no se queda para charlar, vaya a hacer otra cosa.

Enmudecida e incapaz de poder protesta, Lana se retira. Camina unos pasos hasta que a su lado nota la banca de los suplentes.

Al observarla, unarabia intrínseca la invade, y sin parpadear levantarse un pie y la pisotea contodas sus fuerzas.

Al observarla, unarabia intrínseca la invade, y sin parpadear levantarse un pie y la pisotea contodas sus fuerzas

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Club N ° F - Capítulo 1: La BancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora