VII ° Se Una Buena Niña °

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Narradora

 Nuevamente los días pasaban sin que la joven fénec pudiera notarlos, la cual desde aquella noche no había podido tener una conversación adecuada con Alastor, ya que éste parecía estar simplemente muy ocupado, siempre hablando del hotel y haciendo arreglos en éste para complacer a Charlie. La pecosa ni siquiera había tenido forma de expresarle gratitud por el regalo que le había dado.

...

 El reloj de la cocina marcaba las 6:00 am, inmersa en sus pensamientos la pecosa bebía su café, el cual estaba muy caliente por lo que ya se había quemado la lengua unas dos veces, a su costado se encontraban Charlie y Vaggie hablando animadamente como de costumbre.

 De pronto, la puerta suena, eran golpes suaves, pero se oyeron en toda la sala principal y cocina. Ágata se apresuró a su puesto de trabajo, aunque era muy temprano para recibir a alguien aun así tenía esa responsabilidad. La fénec se dispuso a abrir la puerta con calma. Para asombro de la pecosa, tras el umbral de la enorme puerta se encontraba un elegante y muy alto demonio, al cual ella ya conocía, era aquel atractivo lobo de la tienda. El demonio albino solo se quedó viendo a la sorprendida fénec con una confiada y agradable sonrisa en su rostro.

- ¿Puedo pasar señorita? – habló amablemente aquel lobo de ojos verdes.

- Si, Por supuesto, sea bienvenido – contestó de manera educada la menor.

- ¡Oh vaya! ¡Bienvenido al Hazbin Hotel señor! – exclamó emocionada la rubia, quien acababa de asomarse.

- Es un placer, jovencita, mi nombre es Árticus – habló cordialmente el lobo.

- ¿Esta aquí por la propuesta y la iniciativa sobre la redención? – preguntó con duda la rubia.

- Por supuesto, he oído mucho sobre este lugar y soy recién llegado en el infierno, así que me interesa realmente – dijo el albino dando pasos calmados al interior del edificio y observando el lugar.

- ¡Oh eso es fantástico! ¡muy bien! le daré un tour por el hotel y le contare un poco más sobre nuestro proyecto – hablaba la joven con euforia mientras lo arrastraba tomando confiadamente el brazo del mayor.

- ¡Ash! genial otro raro de mierda – suspiraba molesta Vaggie mientras caminaba tras ellos.

Todo el acontecimiento  había dejado a la heterocromática sorprendida, pero lo que más resonaba en su cabeza, era lo que había escuchado del demonio lobo.

- ¿Ese demonio busca la redención? ¿acaso está bromeando? – susurró para si la fénec.

 No sabía mucho de él, solo que intento jugarle una mala pasada y eso no hablaba muy bien de su persona, aun así, ella no quería ser tan entrometida en los asuntos de los demás así que volvió a su lugar de trabajo y se dispuso a esperar a la posible siguiente visita, la cual, no demoro en llegar.

 Como si lo sucedido recientemente no fuera suficiente, las enormes puertas de la entrada se abrieron de golpe, haciendo reaccionar bruscamente a la pequeña portera. Solo un demonio era tan desvergonzado como para entrar de manera tan despreocupada al hotel.

- Hola mi pequeña, ¿cómo has estado? – preguntó el pelirrojo alegremente.

- ¡Señor Alastor! Muy bien gracias por preguntar, amm... ¿desea algo de beber? – preguntó aun sorprendida la pecosa.

- Claro querida, un café estaría bien, te acompaño a la cocina – habló el ciervo caminando tranquilamente.

 Las cosas estaban poniéndose tensas, Ágata era consciente de que Alastor sabia como lucía el demonio que le había tendido aquella trampa, y era justamente ese sujeto el que se encontraba a unos pocos metros conversando con la señorita Charlie, la menor solo deseaba que no tuvieran que cruzarse ambos demonios, ya que sospechaba que su amo no estaría nada contento con ello. Ese encuentro no podía traer nada bueno, la cola de la fénec se erizaba de solo pensar en lo que podía resultar de aquello.

ENTONCES, ¿ES UN TRATO?  (Alastor x Reader/OC) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora