XXI ° Por El Resto De La Eternidad °

1K 94 36
                                    


...

 Una vez que llegaron al apartamento del mayor este se dispuso a preparar un poco de café para ambos como lo hacía habitualmente, mientras la fénec tomaba asiento en uno de los sofás de la sala.

- Querida aquí tienes tu café – habló el mayor dejando la bebida sobre la pequeña mesa en frente de la pecosa.

- Oh gracias amo, huele delicioso – expreso al sentir la característica fragancia de la infusión.

- Sin duda, debo confesar que mi preferencia por el café prevaleció fuertemente incluso luego de morir - comentó divertido el mayor.

- Lo he notado, y admito que también es mi bebida favorita, no paso un día sin beberla jaja recuerdo que junto a Al entramos en crisis cuando se nos ter... oh lo siento amo, hablé de más – se detuvo la menor al notar lo que decía, sonrojándose de inmediato.

- Veo que aún lo extrañas, incluso cuando te aconseje dejar esos sentimientos – soltó inexpresivo el mayor.

- Me disculpo, no era mi intensión molestarlo amo – expresó sincera la menor bajando la mirada arrepentida.

- No estoy molesto pequeña, de hecho... estuve pensando que habías sido una muy buena niña, y que debería premiarte adecuadamente – soltó el ciervo mientras daba un sorbo a su café.

- No soy capaz de comprender amo, explíqueme por favor... - no pudo terminar su frase ya que fue interrumpida.

- Querida, se perfectamente cuáles han sido tus deseos más frecuentes estos días, y he estado pensando que puedo permitirte ese capricho ya que me eres muy fiel y útil en muchos sentidos – habló sonriente el demonio radio.

 La fénec estaba confundida, lo único que se le ocurría era que su amo estaba insinuando que la dejaría volver a ver a aquel humano, ya que era lo único en lo que pensaba últimamente, pero no entendía porque de pronto su frio e indiferente amo se preocupaba por sus sentimientos.

- Perdóneme amo, pero me está diciendo que yo... p-podre... ¿verlo de nuevo? – soltó con una voz temblorosa la pequeña demonio.

 Luego de que la fénec pronunciara aquellas tímidas palabras llenas de anhelo, Alastor sonrió complacido, pese a que se mantuvo con una actitud fría y disfruto influenciar el proceso de metamorfosis de la menor como si de un juego se tratara, durante ese tiempo, su pequeña sirviente se había vuelta su más preciada gema, fuente de sus más sádicos deseos y sobre todo se había convertido en una gran debilidad para él. Al igual que su lado humano, admitía que fue devorado completamente por aquella enigmática alma pecadora.

- Por supuesto que podrás verlo querida – respondió al fin el ciervo – después de todo, tu nos perteneces a ambos, seria egoísta de mi parte no compartirte con mi yo humano – agregó sonriente, mientras bajaba su taza y hacia aparecer su bastón.

 El demonio radio se levantó de su asiento sin más, y derramando una gota de su sangre sobre su bastón logro invocar una enorme y aterrador niebla carmesí, la cual lo rodeó rápidamente, ocultando su apariencia por completo, mientras que la joven demonio, a todo esto, solo era capaz de observar lo sucedido sin siquiera parpadear.

 Al cabo de unos segundos la niebla carmesí comenzó a disiparse lentamente, liberando finalmente al mayor de su aprisionamiento, el cual no tardó mucho en dar unos suaves pasos para acercarse a la joven demonio frente a él, quien aún sorprendida no emitía palabra alguna.

- ¿Qué pasa pequeña, no estás contenta de verme? ¿O es que no me creíste cuando te dije que te encontraría? – habló al fin el sonriente castaño.

ENTONCES, ¿ES UN TRATO?  (Alastor x Reader/OC) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora