XVII ° Atracción Inexplicable °

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Narradora

 Luego de haber sido severamente castigada por su amo, el mayor se encargo de llevarla al hotel donde luego de descansar todo lo que restaba de la noche, pudo comenzar su rutina como de costumbre al día siguiente.

 Había pasado casi una semana desde el encuentro de Ágata con el joven humano Alastor. Las cosas transcurrían con muchos ánimos, el equipo estaba animado, y la relación entre la fénec y el lobo albino seguía mejorando, este parecía ser cada vez más amable con la menor y no era desapercibido por el resto incluyendo al ciervo, el cual solo observaba de lejos sin objetar nada. Por otro lado, Ágata parecía perderse en sus pensamientos mucho más seguido que de costumbre, los recuerdos del castaño la llevaban a otro sitio sin que se diera cuenta.

- ¿Estas bien pequeña? Te ves muy distraída últimamente – preguntó curioso el demonio lobo.

- Ah eh... si disculpa Árticus es que estaba pensando en algo, solo me perdí unos segundos – se excusó rápidamente la fénec – entonces, me decías que este fin de semana iríamos... ¿a dónde? – Agregó.

- No te preocupes, pensaba que podíamos ir a beber algo, conozco un lugar excelente en el centro de la ciudad, es muy agradable – comentó tranquilamente el mayor.

- Suena interesante, no recuerdo cuando fue la última vez que salí estando viva jaja, solía ser invitada muy seguido a este tipo de reuniones, tenía un amigo muy ... em... - la pecosa se detuvo al sentir una punzada en su estómago al pensar en Thom – bueno, alguien a quien le gustaba  mucho salir – agregó inquieta desviando la mirada hacia las escaleras.

- Bueno ya que estamos aquí podríamos disfrutar de lo poco que nos ofrece este mundo – soltó el lobo observando curioso la anterior reacción de la fénec.

- Si es cierto... bueno si me disculpas, necesito hacer un par de cosas nos vemos Árticus – se despidió la de grises cabellos.

- Claro, hablamos luego querida – finalizó el albino.

 Ágata aceleró el paso y se dirigió a su habitación, había visto a su amo subir las escaleras mientras hablaba con Árticus, el ciervo no había dicho ni una palabra, pero ella entendió perfectamente que él la estaba llamando.

- Amo Alastor, usted... ¿necesita algo de mí? – preguntó nerviosa la joven demonio.

- No realmente pequeña Ágata, solo quería estar a solas contigo, me sentía aburrido de verte hablar con aquel caballero demonio – soltó mientras se acercaba a la menor y la tomaba de la barbilla – son tan obvias sus intenciones que me hacen sentir algo de desprecio... – agregó neutral.

- ... - la fénec solo pudo desviar la mirada, ella lo entendía, pero algo le hacía querer seguir con ese trato amable hacia el demonio lobo.

- Él te agrada, ¿verdad? Querida... - habló el ciervo arqueando una de sus cejas y sonriendo levemente.

- Bueno no lo sé, supongo que quiero llevarme bien con todos aquí, y bueno no tuvimos un buen comienzo con él y trato de enmendarlo, es solo eso amo... - se excusó la pecosa.

- Entiendo, supongo que después de todo nuestro contrato no te impide hacer amigos así que está bien, solo que ya sabes que no debes hacerme enojar, ¿cierto? – habló el mayor mientras se alejaba y dirigía al baño de la fénec.

- Por supuesto señor Alastor – soltó obediente la menor.

- Ven, tu hora de trabajo ya finalizo no es así, tomemos un baño – ordenó despreocupado el mayor.

ENTONCES, ¿ES UN TRATO?  (Alastor x Reader/OC) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora