4

68 14 4
                                    

Al día siguiente

En todo el día no he visto a Joel, por un lado me alegro ya que he estado muy ocupado, pero también tengo la duda de si asistió a trabajar o no.

Su salida tan repentina de ayer me dejó muy pensativo.

Sobre todo estuve pensando en lo que sentí con el último beso que me dio.

Hace mucho no sentía lo que estoy sintiendo y tengo miedo, la última vez que me enamoré me lastimaron.

No fue una linda experiencia.

Con Joel simplemente busco diversión, solo espero que mi corazón no confunda las cosas.

Llego la hora de la comida, me dirijo hacía la planta donde dan el servicio de comidas, al entrar lo primero que visualizo es al hombre que no había salido de mi cabeza ni un segundo.

Joel Pimentel.

Se veía tranquilo mientras bebía un café al tiempo que revisaba su maltratado celular.

Pensé unos segundos si llegar y saludar o solamente pasar de largo y pedir un café y algo para comer.

Opté por lo último, intentando ser cauteloso llegue hacía la barra donde atendían unos empleados, Joel no despegó la vista de su celular, así que ni me notó.

Después de pedir algo ligero para comer, junto con mi café me giré notando la mirada de Joel que no se despegaba de mi.

Pase saliva nervioso por su intensa mirada y después me sonrió para después hacerme un gesto con la cabeza para que me acercará hacía el.

Lo dudé pero terminé cediendo, al llegar a su lado me habló bajito.

—Hola precioso—me sonroje al instante.

—¿Qué quieres idiota?—dije en un tono hostil.

—Uy, veo que tengo que acostumbrarme a tus cambios de humor tan repentinos—sonrío de lado—¿Te sientas conmigo? o tienes miedo de que tu papito te vea—me retó con la mirada, solo me senté levantando una ceja.

—No me importa lo que mi papito—remarque la última palabra—pueda decirme.

—Si, claro—sonrió—quería preguntar... ¿Tú papá dijo algo ayer por mi ausencia?.

—Lo noto, pero le dije que yo te di el permiso, simplemente asintió y se fue—me encogí de hombros—tu madre... ¿Esta bien?— me atreví a preguntar.

—Si, bueno dentro de lo que cabe, los medicamentos ayudan mucho, aunque sean muy caros—hizo una mueca, yo solo baje mi mirada hacía mi comida.

Carraspee incomodo y volví a mirarlo.

—Lo siento, me iré a mi oficina a comer—me pare de la silla.

—Er— me llamó—yo... ¿Aceptarías salir a cenar conmigo hoy?—pregunto curioso.

Lo dudé unos segundos pero decidí aceptar.

—Claro idiota—sonreí y el solo rió por lo bajo.

Me di la vuelta dirigiendome a mi oficina.

El restaurante al que me llevo Joel es uno de los más caros.

El tiempo pasó y hablábamos de cosas triviales, hablo sobre la enfermedad de su mamá y muchas más cosas.

Llegó la hora de la cuenta y para mí suerte paso lo menos esperado.

—Dios no puede ser—dijo tocando su pantalón por encima—no, no, no.

THE CRIME PERFECT|JOERICK| 2TEMPORADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora