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Momo: ¿Señora Kim? —pregunta esperando alguna respuesta.

Sra. Kim: No me digas señora, ya tengo suficiente con estar plasmada en esta camilla todos los días como para que me recalcen que en algunos meses moriré —dice exagerando.

Momo: Pero si exagera señora Kim, ¿cómo ha estado?.

Sra. Kim: Bien, aquí, aburrida de estar acostada toda la jodida vida, o bueno, lo que me queda de vida.

Momo: Últimamente se ha vuelto muy gruñona, ¿a qué se debe eso? —cuestiona.

Sra. Kim: No lo sé, simplemente ya me cansé de estar aquí, espero con ganas el día en el que duerma y no vuelva a despertar.

Momo: Vamos señora, aproveche sus últimos días, ese señor de arriba sabrá cuando se la llevará allá, por ahora disfrute lo que le queda.

Sra. Kim: ¿Realmente eres tú, Momo? —pregunta y desliza rápidamente la cortina que las separaba.

Momo: Si, ¿por qué lo dice?.

Sra. Kim: Pir qui li dici —repite la pregunta de la pelirubia pero entre muelas— porque antes podíamos quejarnos de la vida y maldecirla, ahora parece que tú quieres vivirla al cien —mira a la contraria con una mirada desagradable— ¿qué te sucede?, ¿estás enamorada?.

La pelirubia rasca su nuca y desvía su vista.

Momo: Si y mucho —sus mejillas ardían.

La señora ofendida pone una mano en su pecho como si fuera a darle un paro cardíaco.

Sra. Kim: ¿De quién?

Momo: De alguien —respondona.

Sra. Kim: ¡Y está como se atreve a responderme así! —grita.

Momo: ¡Ves! tú igual estás de vieja gruñona, no fui la única que cambió.

Si, la señora por más de que ya tuviera demasiada edad, era muy amiga de Momo, de hecho, con ella se pegaba sus escapadas para ir a fumar, por eso es que la señora Kim se encuentra allí, con un terrible cáncer de pulmones.

Sra. Kim: Hablo en serio Momo, ¿quien es la chica?.

Momo: Es nueva, esta en el instituto, tiene el cabello rojo y los ojos cafés —describió, notandose un gran brillo en sus ojos.

Sra. Kim: Puedo asumir que la chica es hermosa, deberías traerla algún día.

La pelirubia suelta unas cuantas carcajadas.

Momo: Con lo prudente que eres —rueda sus ojos.

Sra. Kim: Pues gracias a eso, es que terminaste saliendo con Nancy ¿o no? —la pelirubia asiente— malagradecida.

Momo: Bueno calla que de pronto te mueres y solo por ser una metida en mis amoríos
—bufó.

la contraria rueda sus ojos y se acomoda en la camilla, disponiéndose a dormir.

Sra. Kim: ¿Quién te dejo así de masacrada? —cuestiona con los ojos cerrados y dando la espalda a la pelirubia.

Momo: Yo no hablo con mal educadas que dan la espalda
—dice cruzándose de brazos.

Sra. Kim: Agh, bien, bien —se voltea— aquí la verdadera pregunta es, ¿fuiste tan imbécil de dejar que manipularan tu cuerpo así?.

La pelirubia cogió sus manitas, aún frustrada de no haber podido hacer nada.

Momo: Era difícil, si estuvieras en mi lugar tambien hubieras dejado que te golpearan hasta dejarte casi muerta allí solo por cuidar de tú amiga y chica que te gusta —agacha su cabeza.

El silencio incómodo se presentó ante las dos personas en el escenario.

Sra. Kim: L-lo siento —mira a la pelirubia con culpa.

Momo: En parte quería hacerte sentir así, mal —rió.

La contraria ríe aliviada e insulta a la pelirubia.

Momo: Era más divertido cuando hablabamos mientras fumabamos pero como a la viejita le dió por enfermarse
—niega decepcionada.

Sra. Kim: De todas formas tú también vas a terminar postrada en una cama, como yo.

Una enfermera entro y puso benditas en las partes golpeadas de la señorita Hirai, luego le dijo que se retirara ya que su amiga la estaba esperando.

Momo: Bueno, me tengo que ir, viejita —sonrie ladina.

Sra. Kim: Te juro que si me sigues llamando así, de ahora en adelante te empezaré a llamar idiota enamorada —se notaba lo molesta que estaba.

Momo: Está bien, no lo volveré a hacer —soltó un pequeño bufido— adiós.

Sacude su mano y antes de salir la señora la llamo con su voz.

Sra. Kim: Toma —tira una caja de...

Momo: ¿Condones? —pregunta un tanto extraña— ¿Acaso follas con el doctor? —asqueada.

Sra. Kim: Solo tomalos y ya
—dice para luego sacudir su mano.

La de cabellos rubios asintió, salió de la habitación y observó frente suyo a la chica que la había salvado de quizás haber muerto.

Jeongyeon: ¡Momo! — corriendo hacia ella— ¿estás bien?, ¿te rompiste algo?.

Momo: No, todo está muy bien, fueron unos cuantos golpes nada más —se encoge de hombros— gracias Jeongyeon, realmente no sé que habría hecho sin ti en ese momento —dice avergonzada.

La pelirubia abraza a la rubia alta, logrando que la mencionada correspondiera.

En ese momento llega una pareja de muchachitas con una expresión de preocupación.

Dahyun: ¿Qué te sucedió?, cuando llegamos al instituto estabas bien —dice confundida.

Tzuyu: Momo, no tenías que ir a dejar que te matarán solo por defenderme.

La castaña se sentía culpable, realmente como se veía la pelirubia le causaba mucha culpa, el remordimiento la invadió totalmente.

Momo: Hey —tocando el hombro de la castaña— no te sientas mal por mi, incluso si moría no iba a dejar que te rozaran un pelo
—dice para luego abrazarla mientras la contraria acurrucaba su cabeza en su hombro.

                           🌻

Eran las seis y media de la tarde y la pelirubia como muestra de agradecimiento hacia la rubia alta decidió llevarla a un restaurante karaoke junto a las otras dos muchachitas.

Conversaban de temas triviales mientras se alimentaban de aquellos platos de comida.

El escenario se encontraba abierto y Dahyun no dejaría pasar por desapercibido aquel karaoke, amaba restregarle a la gente que rapeaba.

La de cabello azuleado jalo a la castaña para que la acompañase a cantar, alejándose de la pequeña mesa en la que se hallaban sentadas.

Ahora solo se encontraban la señorita Hirai junto a Jeongyeon en aquella mesa, platicando.

Jeongyeon: Bueno, y cambiando de tema, ¿hace cuánto gustas de Sana? —pregunta dejando estupefacta a la contraria.

                        🐁♡˖꒰

Aclaración: La señora Kim es la madre de Dahyun

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- idiot in love // samo [Modificada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora