- idiot in love // samo [Modificada]

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Final.

Momo fijó su mirada en la taza de chocolate que tenía entre sus manos, observando las pequeñas burbujitas que yacían allí.

En dos días era el cumpleaños de Sana y no tenía ni la mínima idea de que obsequiarle.

Llevaban cuatro meses de relación en los que solo pudo otorgarle chocolates y peluches puesto a que su novia no le incumbia mucho lo material y con tal de llenarla de besos todo un día era lo más lindo para aquella.

Pero en ésta ocasión la señorita Hirai se excedería y le haría pasar el mejor cumpleaños de su jodida vida.

Necesitaba hallar algo que la hiciera delirar y causarle saltitos y gritos de emoción.

Tzuyu: ¿Está muy feo?
-preguntó, inquieta al ver que la pelirubia sólo veía a la pobre bebida con una expresión nostálgica.

Momo: ¿Ah?.

Tzuyu: El chocolate, que si está muy feo -complementó su cuestión, ya viendo a una Momo comprendida.

Momo: Ni siquiera lo he probado -bufó-. y realmente lo siento, últimamente me encuentro muy pensativa.

Tzuyu: ¿Podría saber la razón? -inquirió burlona, sinceramente no le cree ni una pizca el hecho de que esté pensando.

Momo: Es que...-suspiró pesadamente-. Sana cumple años pasado mañana, y no se qué mierda regalarle -respondió mientras se cruzaba de brazos frustrada.

Tzuyu: Hermosa hora de avisar -rodó sus ojos-. además, ¿llevan tanto tiempo y no sabes qué darle?.

Momo: No lo entiendes, Tzuyu -negó-. A Sana no le gusta nada, sólo que la llene de besos y mimos.

La castaña echó unas cuantas carcajadas.

Tzuyu: Dios mío, tú te ganaste la lotería con Sana. ¿No es suficiente para tí?.

Momo: ¡No! -gritó sobresaltando a la menor-. quiero darle algún detalle lindo, lo necesito.

Tzuyu: Bien, bien. Cuando aún salia con Taehyung -empezó-. el adoraba las cosas pequeñitas; Un día le regale una cajita de aretes y por poco se tira del barranco -recordó con una gran sonrisa-. Quizá a ella también le gusten los objetos así.

Momo asintió, con aquella idea resonando en sus oídos.

Le agradeció y bebió con extrema rapidez el chocolate que por cierto, estaba demasiado exquisito.

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Chaeyoung: Mina adora que la lleve a comer pero solo por la noche, parece un vampiro -las dos muchachitas soltaron unas pequeñas risitas.

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Soobin: Yeonjun ama los malvaviscos, ahora ya sabes el por que siempre traigo un paquete de aquellos -dijo mientras metía una bandeja de panes al gran horno.

La señorita Hirai ya constaba de gran variedad de ideas, ahora solo le quedaba pensar en que hacerle específicamente.

Transitaba al costado del instituto que finalizó sus clases hace unas cuantas semanas atrás. Le dedicó una sonrisa ladina y a punto de irse notó el gran bosque que se encontraba atrás de aquel, ¿logran recordarlo aún?.

El bombillo que habitaba en la mente de la pelirubia se prendió.

Chasqueó sus dedos y se fue corriendo a la casa de la enana.

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Diez de la mañana y las vibraciones de el aparato lograron levantarla.