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Las muchachitas cayeron en un sueño profundo, abrazaditas en el pequeño sofá.

La pelirubia agradeció al cielo y a aquel señor de arriba que esto no fuera un sueño porque realmente ya se había ilusionado.

Beso la mejilla de la contraria y la apegó más a su pecho como si se tratase de un peluche.

                               🌻

Despertó como nunca antes lo había hecho, un beso en sus labios y una taza de chocolate caliente.

Recibió la bebida y se sentó.

Sana: M-me gustas, Momo -admitió con la cabeza gacha.

Y ahora todo era al revés, Momo se había atorado con un sorbo de chocolate.

Claramente la contraria ayudo a la pelirubia pero con una expresión nostálgica, ¿será que se atarascó por qué ella no siente lo mismo?.

Momo: Tu no me gustas Sana
-afirmó, sintiendo como se partía en mil partes el corazón de la mencionada- tu me encantas.

Rápidamente la expresión de la peliroja cambio a una venturosa.

Momo movió solo sus labios, diciendo un "te amo".

La otra también los movió pero con un "yo también".

De tantos amorsitos que estas dos se regalaban la pelirubia olvidó por completo que tenía que ir a trabajar.

Colocó sus zapatos y agarró el celular que reposaba en la mesa de centro.

Momo: Tengo que ir a trabajar, cuídate, al parecer ya estás mejor -dijo, acercándose a la puerta.

Sana: Tal vez tus besos fueron mi medicina.

La peliroja se arrimó a la contraria y dejo un casto beso en aquellos esponjados labios.

Con una gran sonrisa, salio de aquella casa que pisaria muchas veces más.

🌻

Soobin: Te aseguro que hoy si llegaste tar -notó como la pelirubia se hallaba de alegre- ¿qué sucedió ayer?.

Momo: Mucho Soobin, mucho -poniéndose aquel uniforme.

El pelimorado entrecerró sus ojos y se acercó a la pelirubia.

Soobin: Me huele a...-olfateando- amor -afirmó mientras la miraba con una mueca de felicidad.

La pelirubia asintió y éste salto dichoso.

Entró en escena el de cabello mantequilla en estado de confusión.

Yeonjun: ¿Qué pasa cariño- -se da cuenta del grave error que cometió y rápidamente tapó su boca con su mano.

Momo abre su boca aún procesando lo que acababa de pronunciar Yeonjun.

Es que no sabía si sentirse traicionada o feliz por aquellos.

Se abalanzó al pelimorado por la espalda, dando repetidos coscorrones en su cabeza.

Momo: ¡Porque no me lo dijiste antes! -se quejo entre muelas.

Soobin: ¡Porque me declare ayer! -tratando de bajar a la pelirubia de su columna.

Un grito que se oyó hasta el local vecino proveniente de la señorita Hirai.

Bajó de aquella espalda, los arrimó con sus dos brazos y los abrazo.

Momo: Por fin llegó el día Soobin, deberíamos hacer un brindis -palmeó el hombro del mencionado.

Soobin: Ire por tres americanos -asintió mientras se llevaba de la mano a su querido novio.

.

Satisfechos de haber bebido aquel delicioso café, se despidieron en la puerta.

Soobin: Nos vemos el otro fin de semana -sacudió su mano y se fue junto al de cabello mantequilla.

La pelirubia asintió y apagó las luces de aquel establecimiento, cerró las puertas y encamino hacia la casa de la enana.

Realmente no sabía que excusa ponerle, dos días sin pisar aquella casa ya era mucho.

¿Y si le decía la verdad?.

No, eso sería una pésima idea.

Pero por otro lado si le decía ahora, no se enloqueceria tanto como si le contara después.

Se encogió de hombros y tocó por milésima vez, ya que aún no le pedía la jodida copia de la llave a Son.

Chaeyoung: Que buena hora de llegar -rodó sus ojos y se hizo a un lado para abrir espació a la contraria.

🐀♡˖꒰

Fua, ¿ya mil vistas tiene está jodida historia?, aún no me lo creo.

Muchas gracias por apoyar está historia del orto, realmente me siento muy halagada por recibir tanto apoyo.

Te amo mi amor ❤️

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- idiot in love // samo [Modificada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora