CAPÍTULO XXXVII

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Deacy estaba leyendo un libro en su habitación. Nervioso, sin saber cómo decirle a sus padres, en especial sabiendo que ellos también tuvieron un embarazo en la adolescencia.

Fue al baño de su habitación, se miró en el espejo, pasó la mano por su cabello y suspiró: - Necesito a mis amigos... -. Bajó su mirada, ellos ya no eran los mismos, no se juntaban y todo se ponía tenso.

Se detuvo a analizar un momento, Brian vivía relativamente cerca. Tomó su chaqueta y salió por la ventana, en serio necesitaba desahogo. Se aventuró esas cuatro calles y estuvo al frente de la residencia May.

Ya sabía cuál era su habitación, y cómo es típico escaló para entrar por la ventana. El rizado estaba tumbado en su cama, leyendo y acariciando su propio cabello, pero al ver a John se exaltó.

- Deacy, ¿qué haces en mi habitación?-  Rió de forma nerviosa.
- Brian, lo siento, necesitaba a alguien. Tengo un problema. - Se excusó rápidamente.
- Cielos, ¿qué sucede? - Frunció el ceño.

🍃🍃🍃🍃

- John... ¿Tienes planeado qué hacer? -
- Yo solo quiero hacer lo correcto, si ella necesita mi ayuda, lo haré. ¡Voy a dejar la preparatoria!
- Cállate idiota. Eres el más listo de los tres. ¿Quién nos pasará la tarea? - Brian se puso de pie con los brazos cruzados.
- ¿Qué dices? También eres muy inteligente. - Sonrió levemente.
- Oh, ¿tú crees? Gracias. - Igual sonrió tocando el hombro de su amigo.

John movió sus manos, desviaron el tema.

- En fin, necesitaba que alguien como tú me escuchara. Sabes, extraño lo unidos que éramos... - Sonrió con lástima.
- Deacy... Siempre vamos a ser hermanos, sé que podemos volver a estar como antes. - Le dio un abrazo.
- Los hermanos no cogen, Brian. - Dijo en medio del abrazo.
- Tienes razón. - Sonrió mostrando sus dientes.

- ¡Briaaaaaan! ¡Tu amigo Federico está aquí! ¡El musulmán! - La hermana del rizado gritaba con fuerza.

- ¿Freddie? - Preguntaron exaltados al unísono.
- ¡A la mierda! - Vociferó Deacy.
- ¡No pienso verlo! - Se separó, y se lanzó por la ventana.

- ¿Qué..? Este hijo de perra está loco. - Decía mirando por la ventana con una mano en la cabeza.

- Ay, no. ¿Qué miras? - Decía Freddie entrando. La habitación se inundó en un olor a fresa. Se quitó su abrigo de leopardo.
- Nada, una cucaracha cayó desde mi ventana. - Dijo mirando como Deacy corría como loco.
- Qué asco, a ver. - Dijo acercándose.
- ¡No! No veas eso, jaja. - Suspiró nervioso. - ¿Y eso qué vengas por acá?- Preguntó cambiando de tema.

- Bueno, no me vas a creer. - Decía levantando sus brazos.
- ¡Pero espera! Primero sirvamos te. - Se alegró mirando a su amigo.
- Bueno, pero nada gay. - Se quejaba.

🍃🍃🍃🍃

Ambos estaban con las piernas cruzadas, en la cama, con una taza rosa de té humeante. Fred en la silla del escritorio y Brian en la cama.

- Y el bastardo la dejó embarazada. - Decía Freddie bebiendo de la taza.
- Jamás.. - Balbuceó el rizado claramente fingiendo sorpresa.
- Eh, tú ya sabías. - Se puso de pie.
- Mmm, no. - Murmuró tragando el té.
- ¡Sí ya sabías! - Chilló.
- Bueno sí... Me dijo el propio John. - Bajó la cabeza.
- Ah, muy bien. - Fred se encontraba algo molesto.
- Excelente. ¿Él estuvo aquí? - Preguntó con los brazos cruzados y mirada malhumorada.
- De hecho, vino un poco antes de que llegaras. - Titubeó nervioso, como si estuviera aceptando una infidelidad a su esposa.
- Con razón huele a zorra, ay no, que feo caso. - Agarró su abrigo y su bolso.

Brian trató de decir algo para evitar su enfado.

- Linda manicura. - Frunció el ceño y sonrió tímidamente.
- Claro, me la hice yo mismo. - Admiró sus uñas de color rojo.
- Nos vemos, Brian, vieja chismosa. - Fue lo último en decir antes de cerrar la puerta e irse.

- No inventes... - Suspiró el rizado tomando de su té. El teléfono sonó, así que se puso de pie a contestar.

- ¡Hijo de perra! No vas a creer. Sienta tu trasero y escucha el mega chismón del año. - Era el rubio, con una voz algo desorientada.
- ¿Estás drogado, Roger? - Brian preguntó levantando las cejas.
- Sí... Eh, no. - Se apresuró a contestar parpadeando con fuerza.
- Claro que sí, pero dime, ¿qué pasó? -
- Deacy, el semental, dejó embarazada a Laura. - Contaba con emoción, y en verdad demasiada.

- Lo sé, ¿quién te dijo? - Preguntó.
- Freduardo. ¿Y a ti? -
- Deacy vino a mi casa a decirme. -
- John Deacon, como amo a ese hombre. Vino a mi casa también, estaba tan triste, así que le dije que sí la vida te da la espalda te pegas unos toques. - Se oiga como Roger jadeaba.

- Oye, ¿por qué estás jadeando? - Preguntó el rizado riendo.
- Me masturbé, pero ya no puedo respirar, entonces ahora me estoy afeitando porque si muero me quiero ver bien. - El rubio pasaba el rastrillo por su cuello mirándose en el espejo y su voz se entrecortada.

- Tienes una vida interesante. - Brian se acostó en su cama.
- ¡Eso mismo le dije a Fred! - Roger estaba realmente feliz de oír a su amigo.

- Mañana tenemos que discutir toda esta mierda seriamente, por está potente. - El rubio estaba decido a ayudar a John, ya que siempre sintió un cariño especial hacia él.
- Sí, esto lo va a cambiar todo. - Murmuraba triste el rizado.
- Esto lo va a cambiar todo... - Roger suspiró, aunque entre ellos haya tanta confianza y una fuerte amistad, nada podría ser igual.


He Drives Me Crazy ; Maylor/DeacuryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora