Capitulo 7

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Anteriormente...

Y decidida, cerró la puerta y caminado lo más prudente y sigilosa posible, empezó con su misión. Huir de esa mansión sin ser vista y cambiada.

Bajó las escaleras, agarrándose a la baranda, mirando por todos los lados, escuchando atenta. Sonrió al verse en una situación como esa.

Enferma y deseando huir del malo. Es como una película.

-Qué haces-y Hinata rápidamente se tensó, su corazón bombeó acelerado y detuvo su respiración.

Ya estaba! Ya la habían pillado. Y si siquiera había llegado a la puerta. Y encima tuvo que ser él!

Porque! Porque! Porque!

Ya estaba! Ya la habían pillado. Y si siquiera había llegado a la puerta. Y encima tuvo que ser él!

Apretó la baranda al sentir sus pasos acercarse a ella y cerró sus ojos.

Por favor! Por favor! Que siga que siga!

Y eso fue exactamente lo que hizo; pasó por su lado, sin decir nada, sin hacer ningún movimiento provocando que esta abriera los ojos y le viera descender la escalera.

-Si quieres irte, puedes hacerlo. Nadie va a retenerte-

Con su pecho al desnudo y unos pantalones cómodos, se dirigió a otra sala, ignorándola. Mientras Hinata, asombrada pero volviendo a sus sentidos, terminó de bajar la escalera, lentamente, observando y esperando que Naruto se adentrara en la otra sala. Cuando desapareció, cayó al suelo de rodillas, respirando aliviada y quitando toda esa tensión.

No es tiempo de victorias Hinata, tienes que salir de aquí.

Se alzó del suelo y siguió caminando por la poca iluminada casa, todavía con el corazón acelerado. Buscó a los sirvientes por sus habitaciones, la cocina…pero no había nadie en esa casa.

Porque tienen que irse todos a dormir!

Pues se iría. Aunque fuera en pijama, saldría de esa casa, tan seguro como que se llamaba Hinata Hyuuga.

-Todavía aquí- ella se tensó de nuevo al escuchar esa voz y cerró sus ojos.

Porque? Porque siempre él?

Y cerrando sus manos en puños, siguió buscando una salida, a una persona, una habitación, le daba igual lo que fuera, mientras la mantuviera alejada de Naruto y su mirada.

-Lo mínimo que podrías hacer es agradecerme- Hinata se detuvo - si no fuera por mí, todavía seguirías en el suelo del instituto muriéndote de frío-

Ella apretó sus puños.

-Nadie te pidió que lo hicieras- respondió intentando sonar dura

-Es cierto. Podía haberte dejado tirada.-se dirigió a ella, sonando desinteresado -pero caíste prácticamente sobre mí. Y por supuesto, mi familia me enseñó a no dejar nunca a una dama en apuros-

-Debo tomarme eso como un halago?-

-Tómatelo como quieras-dijo rudo pasando por su lado-pero la próxima vez, evitar caer sobre mí. Es molesto-

-Tú sí que eres molesto- murmuró ella bajito, aunque Naruto llegó a oírlo y se detuvo, apretando su puño.

-Para estar enferma, sigues igual de irritante.-

-Y tú de idiota- masculló mirando a un lado-me dijis…ordenaste que no volviera nunca a esta casa-le miró-porque me has traído?...odio estar aquí…-

Chicos antes que floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora