Capitulo 16

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Porque la verdad siempre duele. Aunque no lo desees, terminaras dañando a las personas que más amas.

El tiempo es oro, muchachos

Anteriomente...

-Naruto, ¿habéis vuelto a hablar de eso?-

-¿Estaría mal no hacerlo?. Digo, Hinata no ha vuelto a hablar del tema y yo…pues…-se rascó la nuca-la verdad…es extraño. Sigue siendo mi sirvienta pero…no es lo mismo que antes. Siento que…falta algo.-

...

-¡Kiba-kun!-Hinata se acercó corriendo a él con una gran sonrisa.

-Una gran pareja, no?-se mofó Sasuke

-No son pareja- aclaró Naruto

-¿Cómo lo sabes?-

-Está claro, porque le gusto yo-

...

-N-no frena! Hinata salta!-

-Qué!

-Solo sal-y antes de que pudiera continuar, alguien agarró a Hinata con fuerza y la pegó a su cuerpo, mientras la bicicleta seguía rodando.

Hinata estaba asombrada; sentía unos fuertes brazos rodearla y un aroma masculino que conocía muy bien. Alzó la cabeza y sus ojos se abrieron como platos al verle.

-¿Estás bien?-preguntó Naruto con tono preocupado. Sus mejillas se ruborizaron y se apartó de él, con el corazón latiendo acelerado.

-G-gracias-

...

-Es mi…-se asombró al no ver la mancha- la has lavado?-

Hinata asintió

-Naruto yo…quería…Hay algo que….quisiera pedirte…

-Seguirás siendo mi sirvienta-volteó el rostro, lleno de enfado- tanto si te gusta como si no -

-¡Pero porque demonios me gritas!-gritó ella furiosa-Hinata fue a pedirme el permiso de ausencia durante una semana. Ya deberías saberlo-

-No, no lo sabía. Diablos!-

Un lamborghini amarillo pasaba entre los coches a una velocidad no permitida por las calles de la ciudad de Konoha, se saltaba los semáforos y aceleraba en cuanto tenía la oportunidad.

Llegando en un momento a su destino, bajó del coche y picó a la puerta con insistencia. Una mujer abrió la puerta.

-¿Dónde está?-entró él y subió a su al primer piso de la habitación; al no hallar a nadie en ella, volvió a bajar y a encontrarse con la mujer en la puerta.

-No está aquí, Naruto-san- respondió Hana tranquilamente

-¿Y donde está?-terminó de bajar las escaleras y se acercó a ella.

-No lo sé- Naruto estudió su rostro

-Lo sabe, y quiero que me lo diga-

Hana rodando los ojos, se dirigió a la cocina.

-Ya le he dicho que no lo sé-

Naruto sonrió incrédulo, pero la siguió.

-Por supuesto que lo sabe, es su madre-

Hana se sentó tranquilamente en la mesa, agarró una revista y un par de galletas y se puso a mirarla. Una venita apareció en la frente de Naruto, recordando que Hinata se comportaba igual cuando le ignoraba.

Chicos antes que floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora