La oscuridad se muestra

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POV. CHARLIE

Thalia llegó corriendo a la librería justo cuando estábamos hablando de cómo íbamos a ir divididos...

- Sí, sobre eso- empezó Thalia muy agitada- Tenemos que hablar de eso..-

Antes de que nadie dijera algo, yo me quite mi chaqueta y se la puse. No sé por qué lo hice, pero se veía muy mal, así que simplemente lo hice. Presentía que ella estaba terrible. Supe un momento más tarde de haberlo hecho qué estaba muerto. Pero ella me miró agradecida. Yo la miré muy extrañado. Normalmente si alguien, fuera quién fuese, trataba de ayudar a Thalia o demostrarle afecto, ella simplemente te miraba y te tiraba al suelo con una patada. A veces eso era acompañado por una flecha que amenazaba con ser disparada a tu cara si hacías eso otra vez. Pero esta vez se notaba que era diferente. Ella estaba mal. Me empecé a preocupar. La abracé esperando no ser tirado al suelo. Ella me correspondió al instante. Se derrumbó en mi pecho. Y lloró silenciosamente en mi hombro. Vi con el rabillo del ojo que Silena escondía una mueca. Tal vez, sólo tal vez, ella sentía celos. Inevitablemente sonreí. Y después de un momento volvía a la realidad. Thalia estaba llorando en mi hombro. Tenía que hacer algo. Pero el problema era que todos sabíamos que Thalia le gustaba el silencio. Pero no, no esta vez, esta vez yo la iba a ayudar.

- ¿Thalia?- pregunté, pero ella no levantó la mirada- Thalia, por favor mírame- esta vez sí me miró-

- Dime que te pasó, por favor- le pedí tratado de que no se alterara- si no me dices...-empecé a pensar en algún castigo lo suficiente mente malo para sacarle una sonrisa- te dejaré sola en una habitación con Valdez..-

Ella me miró asustada y divertida. 

- No te atreverías- dijo ella tratando de contener una sonrisa- No, no lo harías..-parace que se lo empezó a imaginar porque puse cara de asco-

- Ey - se quejó Leo- no soy tan malo- 

Lentamente todos empezamos a reírnos. Después de un tiempo miramos a Thalia y ella asintió.

- Lo que pasó fue..-se le quebró la voz-

- Tranquila Thalia- le dije yo- tómate el tiempo que necesites-

- Sí Thalia- dijo ahora Jason- estamos aquí para ti-

-Gracias- murmuró ella- okey, creo que sólo debería empezar por el principio..-dijo ella y nosotros asentimos-

RECUERDO DE THALIA

- Recuerden- dijo lady Artemisa- esto es de extrema discreción, nadie sabe de esto- todas asentimos- Esta travesía no es como las demás...esta es diferente....-empezó la diosa- es más peligrosa....por lo que necesito saber que ustedes están preparadas para esto- sonaba asustada y eso me pareció raro, pero asentimos de igual manera- Okey, entonces solo falta que me sigan...-

Empezó a caminar sigilosamente por un sendero estrecho. 

Habíamos viajado hacia Grecia porque nuestra señor nos había dicho que era de urgencia máxima. Llevábamos moviéndonos de un lugar a otro solo porque la diosa decía que era inseguro. Se le notaba muy insegura y asustada en el último tiempo. Cosa que era realmente inquietante. 

Estábamos en Esparta. Teníamos una base en el templo de Ártemis Ortia de Esparta. Habíamos llegado hace menos de 4 horas. Pero parece que ya estábamos yéndonos. 

Nos movíamos en la oscuridad de la noche. El santuario estaba construido de madera y con retoques de plata. Hace tiempo habíamos instalado un sistema de defensa mejor que el de cualquier otro lugar en el mundo. Era muy extraño querer irnos de ahí por seguridad. 

De repente un ruido ensordecedor se escuchó. Ártemisa se giró hacia nosotros. Su cara estaba petrificada de miedo. Nunca antes la había visto así. Nunca. Ella nunca tenía miedo. Pero esta vez era distinto....esta vez todo era distinto. 

De la oscuridad se alzó un cuerpo. Era negro como la noche, pero no parecía hijo de Nix. Bueno, ha decir verdad, no se parecía a nada que hayamos visto. No era un monstruo. No era un dios. Esto era algo nuevo. 

Y la cosa no se quedo quieta. Definitivamente no se quedo quieta. Detrás de él aparecieron animales, monstruos y miles de otras cosas que no sabía que eran. Empezó a atacar. De sus manos salían rayos de....lo que fuera que sea eso. 

Pero nosotras no nos quedamos atrás. Tiramos miles de flechas hacia ellos. La lluvia de flechas que les cayó cubrió la luna.

Pero ellos estaban igual. A cualquier enemigo, esa cantidad de flechas....es que no es posible. Era básicamente imposible. 

La figura avanzó. Estaba a menos de 10 metros. Yo como teniente tenía que estar adelante. Ahora que estaba más cerca, podía ver mejor a la misteriosa figura. 

Tenía una figura humana. Sus pies parecían normales, pero tenían largas garras. Sus piernas eran largas y gruesas. Su torso era grande y se veía de lejos que tenía una fuerza descomunal. Sus brazos...sus brazos era grandes y sus manos tenían garras. Su cara.....su cara, por los dioses...tenía unas facciones perfectas y se notaba demasiado que era divino..o algo así. Pero sus ojos. No, sus ojos eran...no creo que a eso se le pueda decir ojo. Tenía dos agujeros en donde dos pelotas blancas reflejaban distintas etapas de la humanidad. Era increíble. Y aterrador. 

No tuve más tiempo para admirar...lo que sea que era eso. Me atacó. Bueno, no sé si me atacó, pero me agarró el brazo....Y sentí como caía en la oscuridad. Imágenes de mi infancia se me aparecieron...cuando Jason se fue...cuando mamá murió...cuando me escapé....

Me desperté desorientada en el bosque. Estaba sola. Sola. Nadie más ahí. 

De repente veo una luz dorada al frente mio. Pero la luz disminuye. Disminuye hasta casi no quedar más. Me acerco. Y no creo lo que veo.

Artemisa. Lady Artemisa. En el suelo. Mi cerebro no puede comprender esta información. Eso era imposible. 

- Thalia..-dijo la diosa- Ve con los otros..Avísales lo que les espera..- ya sonaba asustada- Ella va a ir a por ustedes. Ella va ir a por todos. No importa si es dios o mortal, está en peligro...-su voz era apagada- Thalia...-

Y la oscuridad se la llevó.

FIN DEL RECUERDO


Te amo Charlie BeckendorfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora