Narra Gemma
Un molesto cosquilleo en mi cara hace que me despierte, mal humorada abro mis ojos para mirar a la culpable persona, Owen me mira divertido con su hermosa sonrisa para luego señalar me hacia la parte de enfrente miro hacia esa dirección y me doy cuenta que el maestro de historia apodado "Chabelo" me observaba muy enojado y mis demás compañeros también lo hacían pero expectantes.
-Gemma ¿Sera que va a seguir Faltándome al respeto durmiéndose en mi clase o pondrá atención?.- acomoda su regla de un metro en la pizarra.
Para ser sincera tenía mucho sueño y una hueva multiplicada por mil, la clase era aburrida y él uno de los tantos maestros odiosos que yo odiaba, si tuviera una Death note juro que su nombre estaría desde hace 5 meses atrás justo el día que lo conocí, seguía sin contestar realmente no quería estar aquí pero a la misma vez no quería saltarme la clase, bipolar me llaman.
-¿Acaso no va a contestar? A su próximo reto la saco de mi clase, esta es su última advertencia.- y con esas palabras fue como me decidí.
-No se preocupe ya mismo me salgo.- tome mis cosas y salí.
Iba camino al estacionamiento me gustaba mucho ese lugar porque era como un largó jardín, tenía mucho verde y un árbol donde podía acostarme a dormir sin ser interrumpida.
Cuando estaba a escasos pasos por llegar observe que 3 de las chicas "Emo" se encontraban también fuera de clase, escondidas viendo hacia cierta dirección, sin aguantar las ganas de saber el chisme me acerque por detrás para mirar lo que ellas veían, estaban súper entretenidas observando que ni siquiera se dieron cuenta de que ya me encontraba al lado de ellas.
Mire en dirección al frente y vi que se trataba de la cuarta "Emo", ella se acercaba lentamente hacia la directora de la universidad, de pronto, rápidamente la tomo por los brazos y trato de darle un beso en su mejilla, pero ¿Qué diablos?.
-¡Rayos otro poco y lo logra!.- grito Rubí la líder del mini grupito.
Entonces se escuchó como la directora gritaba.
-¿Por qué hiciste eso? Es una falta de respeto y una burla hacia mi persona, cuando juegas tus jueguitos de retos o apuestas, es una barbaridad hacerlo contra otra persona que no está involucrada y no tiene nada que ver.- su enojo era muy notable, respiraba rápidamente y su pecho subía y bajaba también muy rápido, de pronto, me recordó a un toro súper emputado de esos que salen en caricaturas y que incluso se les ve humo salir por su nariz y orejas.
-¿Que mierda fue eso?.- pregunte y solo así mis ex amigas se dieron cuenta de mi presencia.
-Retamos a Lourdes a darle un beso a la directora, no imaginamos que se enojaría tanto.- comentó riendo Abigail.
¿Enserio a la directora? Eso es tenerlos pero muy grandes y bien puestos, solo es un inofensivo beso pero ni yo me hubiera atrevido hacerlo con la directora.
Cuando me percate que ya no se escuchaban gritos y que la directora solo hablaba con Lourdes, decidí ignorar acto tan tonto e ir a dormir a mi fabuloso árbol.
-¿Dónde estabas? Te estuve buscando por toda la uni.- un Owen sudado y ahora versión jitomate me preguntaba agitado.
¿Tanto me había tardado?.
-Venia hacia aquí cuando me percate que no era la única que a tan tempranas horas del día se metía en problemas y retaba a sus superiores, por cierto, ¿qué haces aquí? Deberías estar en la clase de Chabelo mirando el pañal de su trasero.- reí por lo dicho.
-Número uno ¿por qué le dicen Chabelo? Numero dos ¿por qué tendría que verle el trasero a mi profesor? Solo de pensarlo me da escalofríos.- dijo mientras se acostaba bajo el árbol, cuando estuvo cómodo con su mano me indico que hiciera la misma acción.
-Número uno, porque está súper viejo y se parece muchísimo a Chabelo literalmente, número dos, no lo sé, todos dicen que se le ve un trasero grande pero extraño, dicen que tiene forma como si usara pañal, incluso algunos compañeros miran mucho su trasero mientras da su clase para descubrir si en verdad usa pañal o simplemente lo tiene deforme y caído.- solo cuando termine de decir lo anterior me di cuenta que decirlo en voz alta y a alguien era vergonzoso y sonaba psicópata.
-¿Que? Eso es asqueroso, trauman te y enfermizo ¿Quién haría eso solo para descubrir si un anciano usa panal? Al final de cuentas ya está viejo seria de lo más normal.-
-Mmm, tal vez tengas razón, es muy raro y asqueroso, bueno cambiando de tema no me has respondido lo de tu presencia aquí y no en el salón de clases.-
-También estaba muy aburrido allá dentro así que pedí ir al baño y vine aquí, no te encontré entonces fui al baño de mujeres, cuando nadie contesto fui a la cafetería y luego solo comencé a correr buscándote.-
-Mi pequeño Dios latino ¿por qué exageraste? No es como que me fuera a pasar algo dentro del instituto, tan solo mírate estas muy sudado.-
-Lo sé, solo no quería que te metieras en más problemas, a los segundos que tu saliste vi pasar a las emo y me preocupe que tuvieran una confrontación de palabras o que llegaran a los golpes.-
-¿No dijiste que habías salido por que estabas aburrido? Chismoso.-
-En parte, pero fue más mi preocupación por tu bienestar, por cierto tú eras la quinta emo ¿por qué dejaron de ser amigas? Eran inseparables, si no mal recuerdo ustedes cinco y 2 chicos más.-
-Si te contara no me lo creerías, es un absurdo.-
-Cuenta me.-
-Los culpables son un chocolate y un par de cartulinas.-
-¿Cómo así?.-
-Sí, tienes razón en nuestro grupo también estaban José y Osvaldo, Abigail es fanática del chocolate un día se compró uno que era enorme, fue al baño y lo dejo en su escritorio, cuando regreso estaba ansiosa por comerse su chocolate, cuando abrió el envoltorio alguien más se lo había comido y lo había sustituido por pegamento líquido, ella comenzó a gritar y preguntar quién había sido resultó que el culpable había sido José por hacerle una broma, discutieron Abigail golpeo a José y dejaron de hablarnos, obvio Osvaldo se fue a favor de su amigo, un mes después las chicas no trajeron las cartulinas que había pedido el profesor de química, yo había traído dos pero hice equipo con otras chicas, porque las emo siempre me dejaban que trajera el material yo, yo lo tome de a broma pero para ellas fue traición y me dejaron de hablar.-
-¡Wow! Que intensas, en realidad si suena absurdo.-
-Lo es.-
Nos quedamos callados unos segundos, yo cerré mis ojos e iba a dormir pero entonces sentí a Owen sentarse, abrí mis ojos esperando su actuar.
-Oye Gemma, el otro día no pude festejar tu cumple como era debido, cuando estaba a punto de invitarte al cine todo se salió de control y ya no pude ¿Hoy a la salida puedes ir conmigo a festejarlo? Te agradara estoy seguro.- mis nervios comenzaron a florecer y sentía un cosquilleo en todo mi cuerpo, con el iría a donde sea.
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Cuando el tiempo no se detiene
Novela JuvenilContinuación del libro Yo, Mi salvación -Prohibida su copia o adaptacion de esta obra, de lo contrario sera denunciado. -Obra 100% original. -Completamente mia. -Hetero.