Capítulo 9

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Final de maratón, comenten por favor, nos leemos pronto xoxos.

......

Narra Owen

Tres, cuando estábamos a meses de salir del preescolar nos hicieron ensayar un maldito baile como despedida, no quería hacerlo pero no podía negarme, por obra del destino nos comentaron que agregarían un vals más pero sería a compañía del salón de al lado, mi fastidio aumento puesto que no conocía ni hablaba con niños que no estuvieran en mi salón, miedo por no llevarme bien con mi pareja que me dieran, cuando término el recreo solo 2 grupos nos quedamos fuera, uno era el salón de Gem (en ese entonces no sabía su nombre) y el otro obvio el mío, a mí me iban a poner con una rubia de mí mismo salón, me acerque a las profesoras y pedí ser pareja de Gem, ellas sin hacerme ninguna pregunta aceptaron, así que cuando nos pidieron que hiciéramos fila me puse a su lado, no dejaba de mirarla quería ver su reacción al verme, pero ella no me miraba, después de una larga explicación por parte de KAS encargadas y que Gem no hiciera ningún movimiento o me regalara una mirada tome su mano, solo así ella volteo a verme, parecía sorprendida y asustada, no comprendía su comportamiento, los papeles habían cambiado, ahora ella era la que no dejaba de verme y eso me ponía muy nervioso, pero entonces su agarre se sintió más decidido y ella se relajó y se dejó llevar, reíamos, jugábamos y nos divertíamos mucho en los ensayos, aunque nunca usamos la palabra "Amigos", supe su nombre porque sus compañeros se burlaban de ella y en una de sus tantas blasfemias mencionaron su nombre, en los recreos ella dejo de esconderse en el rosal y se paraba entre su salón y el mío, no hacía nada solo observaba a los demás y también varias veces la pille mirándome a mi jugar con mis amigos, me sentía bien jugar con mis amigos pues sabía que ella ya no se escondía en un lugar peligroso y también porque en cada recreo estaba cerca mío.

*****

Terminando las clases estaba decidido y convencido acerca de lo que debía hacer, así que no debía perder más tiempo e ir hacia ella.

A través de una nota le pedí que nos viéramos en un parque cerca de su casa a las 5:00 pm, faltaban 10 minutos y los nervios ya me estaban consumiendo, la ansiedad me pedía retractarme pero mi orgullo se negaba, y para sentirme mejor sabía que debía hacer lo correcto aunque tuviera miedo.

La vi acercarse a lo lejos y pensé que la palabra diosa le quedaba chica, sentí mis manos comenzar a sudar a cada paso que se acercaba, cuando por fin estuvo frente a mí las palabras no salieron de mi boca.

-Hola, Owen ¿qué tal?.- su sonrisa no me ayudaba ni tantito.

-Ho..Hola Gem, todo bien.- debo verme patético tartamudeando.

-¿Todo bien, seguro?.- frunció el ceño en confusión.

-Sí, es solo que... No sé cómo comenzar o decirlo, para ser muy sincero estoy muy nervioso e impaciente, espero que con esto que te confesaré hoy no arruine nuestra amistad y sigas viéndome con cariño y no se pierda la confianza que ahí entre los dos, porque no lo soportaría, lo digo muy enserio esto no es un juego, ni un simulacro, repito, no es un simulacro, también siempre estar para ti y ser te fiel ¿Que dices? Aceptas.- mis manos no paraban de moverse de forma exagerada.

-¿Que? No entendí nada ¿aceptar que cosa? Todo lo que dijiste fue muy confuso.- su cara me lo confirmaba.

¡Ahg! Que frustrante y difícil.

-Perdón, los nervios están hablando por mi.- puse mis dedos en sus labios para que no comentara nada.

Me senté en una banca y hundí mi rostro en mis manos.

-Lo que quiero confesarte es que.- tome una bocanada de aire.

-Lo que quiero decirte es que siempre te he visto con otros ojos y no como amigos, no me gustas como amiga me atraes como mujer, no quiero arruinar la amistad que tenemos pero no puedo seguir ocultando mis sentimientos hacia a ti, es por eso que te pido que seas mi novia, si no quieres lo entenderé y te juro que no insistiré, solo pido una oportunidad, Gemma ¿Quieres ser mi novia?.-

Ella no decía nada y mis esperanzas se estaban perdiendo.

-Yo, Mmm, no sé qué decir, para ser sincera si quiero ser tu novia, porque tú también me gustas mucho, solo que estoy en shock, nunca pensé que sintieras lo mismo que yo hacía a ti, pensé que mi amor era unilateral y me hizo a la idea de tenerte como solo un amigo, aun así, acepto ser tu novia mi Dios.-

-¿Enserio, no estas de broma? Por qué ante tu respuesta soy el más feliz.- en segundos ya la tenía en mis brazos abrazándola y oliendo ese rico olor a cítricos.

-Si Owen, acepto.-

Después de separarnos ambos nos volvimos a sentar en la banca y entonces reino el silencio, éramos novios oficialmente pero todo paso tan rápido que estoy seguro se siente igual que yo, el cariño ahí está pero ¿cómo tratarnos?.

-Amm, salí de prisa de casa y no he comido nada, mi estómago pide comida ¿me acompañas?.- fue lo único que se me ocurrió decir.

-Vale, pero esta vez yo invito, lo estoy asegurando.-

-Como digas, igual no iba a protestar ante tu demanda.- tome su mano y comenzamos a caminar.

-Tonto, muy graciosito vienés hoy.- me regalo una hermosa sonrisa.

Después de comer algo ligero, fuimos al cine en el cual compramos todo tamaño combo, la película estuvo aburrida pero ya que habíamos tomado asientos de hasta atrás y también aprovechando que máximo habían 5 o 8 personas nos dispusimos a platicar durante toda la película mientras reíamos a carcajadas por una que otra tontería dicha.

Cuando íbamos camino a su casa faltando 3 cuadras por llegar nos pillo la lluvia así que echamos a correr.

-¡Ahh! Casi me caigo.- quejo mi novia.

-Te dije que viniéramos en taxi pero te has puesto necia, ahora míranos totalmente empapados.-

-Vamos bebé que no fue un desastre total, nos mojamos sí, pero todo ha sido muy divertido.- comento abrazándome.

-Tienes razón cariño, pero ahora entra rápido a casa y cámbiate la ropa o te enfermeras.-

-Vale, lo haré llega bien a casa, oh mira ahí viene un taxi.-

-Sí, entonces me voy ¿vas a ir al campamento?.-

-Si ¿y tú?.-

-También.-

Y una vez más silencio entre nosotros, tome su rostro y acerque en mío, iba a besarla, probar sus labios pero no pude, simplemente deje un escaso beso en su frente y subí al taxi lo más rápido que pude, me sentía muy avergonzado y no tenía idea del por qué.

Cuando el tiempo no se detieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora