Estando a dentro con el cinturón puesto, cierra la puerta y rodea el coche, entra lo pone en marcha hasta la casa.
Nikki - gracias amor
Edwin - ¿por qué?
Nikki - nunca me había divertido, así como hoy
Edwin - que bueno amor, pero para la próxima no te voy a dar alcohol.
Nikki - ¿por qué?
Edwin - no quiero que tu papá me mate, cuando se entere en el estado que te encuentras
Solo me rio, prendo el estéreo hay una música que está sonando, bailo y canto, (esta, ) lo aprendí de ti
Mientras canto miró a Edwin y le sonrió, esa canción me recuerda a Mateo, pero llegó Edwin hizo que me olvide de él por completo.Edwin cuando puede me mira, canto con sentimiento la parte que va dirigida a él, hasta que la música termina.
Edwin - no sabía que cantas bien amor
Nikki - tomé unas cuantas clases.
Después de un buen rato llegamos a la manada, pero en vez de ir a su casa de su padre vamos a la que será nuestra, estaciona el auto.
Bajo del auto antes que Edwin cierro la puerta atrás de mí, empiezo a caminar como puedo, pero Edwin me agarra para que no me caiga.
Edwin - espera amor, te vas a caer.
Así que me agarro de él, entramos a la casa como pudo, entre risas y escándalo, estamos adentro de la casa.
Edwin - amor ssshhh, no van a escuchar.
Nikki - está bien amor.
Edwin - vamos para que duermas
Nikki – no, quiero seguir festejando, no tengo sueño.
Edwin - que festejar y que ocho cuartos, a dormir señorita.
Nikki - no - me cruzo de brazos.
Edwin - no me hagas que te lleve por las malas
Nikki - a ver inténtalo
Edwin sonríe y me carga con una facilidad como si fuera un costal de papas, yo solo me agarro de él para no caerme.
Nikki - que hermosa vista tengo aquí - le toco sus pompas.
Edwin – ¡Nikki! - no le hago caso y sigo, así que siento una nalgada.
Nikki - ¡ey!
Edwin - tu empezaste primero
Nikki - así que con esa vamos.
Ahora yo le doy una nalgada, Edwin se queja y yo sigo dándole, así que él no se queda atrás también meda.
Llegamos a la habitación, me Tumba en la cama, me estiro y ruedo por toda la cama.
Edwin - Nikki no gires te vas a caer - entra al baño
Nikki - no me caigo - sigo girando, pero esta vez me fallo el cálculo y me caigo al piso.
Edwin - ¡Nikki! - sale del baño sin camisa y su pantalón desabrochado.
Nikki - madre mía pero que bueno estas - no dejo de ver eso inmensos músculos.
Edwin - sí que te golpeaste la cabeza - se ríe.
Y yo me lo como con la mirada, no lo había visto antes así, realmente está muy bueno, pero que pectorales, ese abdomen de lavadero y esos brazos grande, me muerdo el labio inferior de lo bueno que esta Edwin.
Edwin - Nikki llamando a tierra - truena sus dedos hace que salga de ese trance.
Nikki - sí, ya regresé - lo miró con decepción, quería seguir perdida en sus músculos.
Edwin - ¿te duele algo?
Nikki - no, ¿se te cayo la envoltura?
Edwin - ¿qué envoltura? - mira para varios lados.
Nikki - donde venias envuelto bombón - Edwin se ríe.
Edwin - ven te ayudo.
Se acerco a mí y me ayudó a levantar, yo a provecho para tocar sus brazos.
Nikki – uy, que músculos - le sigo tocando.
Deslizo mis manos a sus pectorales y los toco mierda están bien duros, con cara de boba Deslizo mis manos hasta su abdomen, puedo sentir como Edwin se estremece al tacto.
Así que no dejo de hacer lo que estoy haciendo, le acaricio suavemente mientras recorro con la mirada por donde va pasando mi mano.
Bajo hasta su ombligo, puedo escuchar un ligero jadeo, así que no me dé tengo, voy bajando más hasta llegar el cierre de su pantalón y Siento sus manos de Edwin agarrar mis manos.
Nikki - perdón - desvío la mirada, Edwin me suelta las manos y toma mi barbilla para que le mire, así que le miro y me asombro al ver sus ojos de otro color.
Edwin - no, claro no, síes lo que más quiero amor, pero no sería un caballero si me a provecho en el estado que te encuentras, no sería mejor que Mateo y no quiero eso amor.
Yo solo asentí, porque él tiene razón, me gustaría recordar ese momento y estar segura si es lo que quiero, para que no me arrepienta después.
Nikki - tienes razón amor _ Edwin me sonríe y meda un tierno beso.
Edwin - bueno señorita a dormir
Nikki - está bien amor.
Así que me siento en la cama y me quito las botas, mientras Edwin busca una camisa de él para que me ponga.
Edwin - ponte esta playera mía
Nikki - gracias amor
El asintió y entra al baño, mientras yo me quito el vestido y lo tiro al piso me pongo su playera para después a costarme en la cama.
Me acomodo bien puedo sentir como los ojos se me van cerrando, antes de quedar bien dormida siento la mano de Edwin encima de mi cintura, así que pego mi espalda al pecho de Edwin y me duermo.
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Al día siguiente, me levante por unos ruidos y el dolor de cabeza horrible, maldición que horrible se siente esto.
Abro y cierro los ojos para a acostumbrarme a la luz del día, así que incorporo un poco, me restriego los ojos para quitarme las lagañas escucho que abren la puerta.
Edwin - buenos días amor - miro a Edwin y le sonrió.
Nikki - buenos días amor
Edwin - por la cara que tienes no amaneciste muy bien
Nikki - no, me duele mucho la cabeza y tengo náuseas.
Edwin - es por lo borracha que estabas
Nikki - dime ¿que no hice ninguna estupidez o algo a vergonzoso?
Edwin - bueno un poco. - me llevo las manos a la cara.
Nikki - ¿tan mal estaba?
Edwin - en la discoteca te portaste bien, el relajo fue cuando llegamos a la casa, te caíste de la cama y.... - se queda callado.
Nikki - ¿y qué?, ¿Edwin? - le miro preocupada que haya hecho una tontería.
Edwin - dijiste cosas sobre mi cuerpo, sino te hubiera detenido a noche, terminaríamos haciendo el amor.
Por dios ya me acuerdo pero que oso, ensí nunca me hubiera atrevido a decirle todas esas cosas.
Nikki - perdón, era el alcohol
Edwin - no te preocupes, no me molesta que tu hables así de mi cuerpo, ve a bañarte para que desayunes, porque tienes entrenamiento.
Asentí Edwin besa mi frente y sale de la habitación, no quiero entrenar me siento fatal, pero no quiero que nadie se entere así que me aguanto.
Me levanto de la cama busco ropa y entro al baño......
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Una mate para el Alpha ©
FantasyHola soy Nicole Balvanera, pero todos me dicen Nikki, tengo 17 años, pero aparento de 19, después de la muerte de mi mamá, mi padre y yo nos fuimos a vivir a otro país, lo que no pensé es que al irnos a vivir a otra parte mi vida cambiaría por compl...