DESTINY - Karmaland #Lazos1

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Tocó la puerta del consultorio de Auron, su amigo de siempre y el médico que se encargaba de su madre... Le admiraba demasiado, además de ser psicólogo y tener muchos títulos, Raúl era muy profesional a la hora de trabajar, se preocupaba por sus pacientes y no descuidaba a quién lo necesitase.

Estaba nervioso de cojones, ¿Para qué querría su amigo hablar justo cuando visitaba a su madre? Era obvio que malas noticias se avecinaban y no estaba preparado para ello... Un leve "pase" se escuchó desde el interior de la habitación, Rubius abrió la puerta y entró.

- Ya estás aquí - Saludó el pelinegro mientras retiraba sus gafas para darle un respiro a sus ojos- Tenemos que hablar...- Se denotaba cansado, tenía ojeras y sus ojos estaban rojos por la falta de sueño-

-Dime- El rubio le miró impaciente, odiaba todo aquel misterio, necesitaba saber la situación urgentemente-

-Toma asiento, por favor- pidió amablemente el mayor-

Así lo hizo, se sentó en una de las sillas frente al escritorio del médico, sus miradas se encontraron y aquello fue suficiente para entenderlo...

-¿Cuanto?- su voz se quebró- ¿Cuanto tiempo le queda?-

-Bien... Tú sabes que el tiempo estimado era de tres meses- Rubius asintió, le había comentado aquello a Samuel antes de entrar al hospital- Tal parece que el caso es mucho más grabe y... Según los estudios, aproximadamente le queda un mes y poco más-

Cerró sus ojos fuertemente aguantando la terrible tormenta que le le abatia, ¿menos de dos meses?, ¿Cómo suponía aquello siquiera una maldita noticia?

-¿Le haz dicho?- preguntó el de cabellos rubios- A mi madre- Aclaró-

-Sí- Afirmó Raúl- Esta mañana...- el pelinegro volvió a colocarse los lentes- Lo siento mucho, realmente... Pensé que podría hacer algo-

-Lo sé- Rubius le ofreció una sonrisa triste a su amigo- Sé que lo intententaste- Comenzó a llorar- Perdona- Rió triste- creo que mi celo se va a adelantar- ofreció aquello como excusa-

[...]

-Estas inquieto- Samuel miró a la mujer que tenía en frente- Puedo notarlo... ¿Mi hijo es lo que te pone así?-

-Sí- Sonrió apenado- Puedo sentir que está sumamente angustiado y eso me preocupa- una sonrisa triste se formó en el rostro delgado de la persona en frente-

-De seguro Raúl le ha contado- asintió mirando el blanco techo de la sala- No me quedan tres meses como se especulaba, no tengo tanto tiempo- una lágrima silenciosa se deslizó por su rostro- Por eso... ¿Puedo pedirte un favor Samuel?-

-Tantos como usted quiera- afirmó con seguridad-

-Protege a mi niño... Él es un poco terco, vago e incluso puede llegar a hacerte enfadar sumamente rápido- la mujer describió a su hijo con un amor materno realmente grande- Pero pese a esto, por favor cuidalo, no le lastimes-

-Lo prometo- Vege la miró a los ojos y afirmó- Prometo que no le haré daño-

La persona en la camilla asintió complacida de las palabras que el alfa le brindaba, sonrió sabiendo que Samuel no era una mala persona y le rogó a los cielos que ambos tontos lograsen afianzar su relación...

La puerta se abrió nuevamente, el rubio entró fingiendo una sonrisa, sus ojos rojos le relataban de sobremanera... El rubio caminó sin decir palabra alguna y abrazó a su madre fuertemente...

-Te amo mamá- le dijo mientras apretaba su agarre-

-Lo sé hijo- ella intentaba no llorar frente a su pequeño- Lo sé... Yo también te amo-

El mayor viendo aquella escena se levantó y salió para esperar frente a la habitación, quería dejarles su espacio, que tuvieran la privacidad suficiente para descargarse...

Se apoyó contra una de las paredes del pasillo y tomó aire profundamente, intentó serenarse lo máximo posible para tranquilizar a su pareja.

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Maex