𝑼𝒎𝒃𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑩𝒐𝒚 || j.cm ✔️

𝒅𝒐𝒄𝒆

Eunseo se encontraba en el hall, mirando frustrada como la lluvia caía fuertemente. Estaba comenzando a pensar que lo suyo con los paraguas era una jodida broma de muy mal gusto. Recuerda a la perfección haber metido uno en su mochila antes de salir a desayunar esa mañana, pero al igual que siempre, hoy tampoco lo tenía con ella.

Suspiró, Hyungseo estaba aún en el instituto, pues estaba charlando con el orientador de posibles universidades, y Eunseo no podía marcharse ya que se irían juntos. O eso pensaba ella.

Un brazo apoyándose en su hombro hizo que se girara hacia al propietario de este. Notó como sus mejillas se enrojecían y cómo se comenzaba a poner nerviosa, Changmin estaba mas cerca de lo que ella hubiera deseado.

- ¿Sin paraguas otra vez? - Ella asintió y él sonrió ladinamente, dejando ver uno de sus hermosos hoyuelos. - Ven, yo te acompaño.

Valery intentó negarse pues su hermano todavía estaba ahí, pero, la idea de volver a pasar tiempo con el chico que le gustaba era más de su agrado. Sonrió y enganchó su brazo con el del chico, ya que él se lo ofrecía.

Durante el camino ella no pudo evitar ver como le quedaban al chico las gafas que llevaba, era un objeto simple pero a la vez conseguía hacer que el chico fuera aún mas guapo ante los ojos de la muchacha. Él notó la mirada de la chica y bajó su cabeza, estaba comenzando a ponerse nervioso, había tomado la decisión y, tan sólo esperaba que todo fuera bien.

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Como la lluvia ya había dejado de caer y un bonito sol aparecía de entre las nubes, ambos decidieron sacar a pasear a Gana juntos.

A Eunseo le encantaba ver cómo el chico jugaba con su mascota todo el rato, ya sea lanzando una pelota o enseñándole trucos.

Poco a poco la chica se acercó a ambos e intentó tocar al energético perro, nunca había tenido miedo de estos, pero nunca había tenido la oportunidad de acariciar a uno por lo que estaba algo nerviosa ante la posible mala reacción del animal.

Afortunadamente eso no ocurrió cuando la chica consiguió poner su mano el el lomo del perro y comenzar a acariciarlo, de hecho, parecía que a este le gustaba. Poco a poco ambos empezaron a coger un poco más de confianza y ella ya estaba jugando con Gana al pilla pilla.

Changmin no podía evitar verlos y sonreír lo más amplio que podía. La chica más importante para él junto a su preciosa mascota, ambos disfrutando de un buen rato mientras todavía hacía sol, ya que las nubes amenazaban con volver.

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Al finalizar el día, Changmin acompaño a Eunseo a su casa, ya se había hecho costumbre ver al chico por el edificio por lo que el portero no se sorprendió.

En la puerta del piso, Valery se giró, sin saber muy bien cómo despedirse del chico esta vez y por todo lo que habían hecho esa tarde.

Él, al verla nerviosa jugando con sus dedos, decidió dar un paso y abrazarla, de esa manera quería conseguir relajarse, si, relajarse así mismo pues estaba a segundos de hacer la pregunta que más nervioso lo había puesto en su vida. Jugó un poco con el pelo de la chica y así notó que ella le devolvía el abrazo, era hora.

- Eunseo... ¿Quieres tener una cita conmigo?