Hace más de 10 años que el pequeño Tanjiro no recibía más que maltratos, su cuerpo lleno de cicatrices lo probaba.
Al separarse de Nezuko a los 5 años fue dado a Muzan, un extraño líder de mafia beta que secuestraba omegas de raza pura. Especialmente omegas conejo, la cual quedan muy pocos. Tanjiro y Nezuko fueron llevados a diferentes recámaras, en las cuales Muzan se hacía presentes dos veces al día.
La primera para darles de comer, y la segunda para torturarlos.
Al azabache nunca le gustó los omegas, los detestaba, pero el negocio de trafica de personas era bueno para él.
Tanjiro fue torturado por más de 30 días, los cuales eran un completo infierno, parecía que el pelirrojo iba a morir, pero siempre iba una enfermera a encargarse de sus heridas para que Muzan pudiera torturarlo de nuevo a su gusto.
El beta disfrutaba de desgarrar y maltratar el delicado cuerpo del niño, a veces con pequeñas navajas o bisturís, abría la delicada piel de sus muslos para ver su carne mientras la sangre salía goteando de las heridas abiertas.
Lo golpeaba hasta quedara inconsciente o hasta que vomitara con todo lo que lo había comido, causando fuertes daños en sus sistema digestivo y que se le fuera el apetito a la hora de comer.
Lamentablemente al día número 30 su cuerpo estaba totalmente inútil, por lo que el hombre decidió venderlo a un prostíbulo, el cual al dueño no le importó si el omega se encontraba herido o no, sólo buscaba dinero.
Tanjiro nuevamente fue tratado cruelmente, su cuerpo fue profanado por un sin fin de personas que no conocía, la mayoría eran alfas mayores de 50 años.
El pelirrojo nunca supo que pasó con Nezuko, y perdía las esperanzas de volver a verla.
El dueño de aquel prostíbulo se llamaba Kokushibo, nunca lo dejaba descansar, dejaba que los clientes hagan lo que quieran. Aunque al finalizar el día aquel alfa siempre se encargaba de tener a Tanjiro listo y limpio para el día siguiente.
Al poco tiempo fue comprado por otro alfa, el cual ya no sólo lo violaba cruelmente, sino que también lo maltrataba, aun peor que Muzan, hasta el punto de dejarlo en coma por varios meses.
El tipo fue descubierto por las autoridades, y Tanjiro fue dado a un centro de "rehabilitación", pero lo único que hacían es dejar encerrados a los pacientes en una habitación blanca con aire acondicionado un una cama. Los enfermeros del lugar se aprovechaban de la inocencia del pequeño Tanjiro, además de su frágil cuerpo tocándo al omega sin su consentimiento.
Pero al pelirrojo ya no le importaba nada, se encontraba roto, el brillo en sus ojos se había esfumado.
El centro de rehabilitación fue cerrado por falta de higiene, por lo que Tanjiro huyó del lugar sin saber a dónde ir. Pero como siempre lo perseguía la cosa más inoportuna ya no tenía fé en absolutamente nada.
Un hombre que pasaba por un callejón encontró al pequeño Tanjiro, desmayado en la vereda, por lo que lo cargó y lo llevó con él.
Tanjiro ya no sentía nada, el hilo de cordura se había ido, nada le importaba ahora, y ni siquiera recordaba lo que pasaba con los demás dueños a los que había pasado. Hasta que llegó a esa subasta.
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.Tanjiro disfruta de las caricias en su cuello, mientras recibe pequeñas lamidas en su mejilla, con sus orejas de conejo elevadas, en señal de felicidad.
La cola de tigre de Giyu rodea la cintura de Tanjiro en su típico aferramiento al omega. Giyu pasa su nariz olfateando el aroma de su conejito, el cuál ríe levemente por las cosquillas, le encanta cuando están juntos.
Cuando Giyu llega del trabajo lo espera con su típico collar y correa en la columna de su habitación, junto con un traje provocativo.
Tanjiro se sienta adecuadamente en las piernas de su alfa el cual sigue mimándolo, los ojos del pelirrojo brillan por el amor que siente hacia Giyu.
-Ámame, Giyu-san-
El alfa sonrió encantado por las palabras de su solecito, deslizando su mano desde el pecho del omega hasta su rostro, acariciando su mentón. Tanjiro responde con ronroneos ante la acción del mayor, liberando sus feromonas de felicidad.
-Yo ya te amo cariño-
Tanjiro sonrió y besó a su alfa fundiendo sus bocas, hasta que el teléfono del azabache sonó, el alfa fastidiado agarra el aparato y contesta la llamada, aparentemente lo llama el dueño de la empresa para una reunión importante de última hora.
El alfa gruñe al terminar la llamada pero su solecito tiene una sonrisa en su rostro, este le da un pequeño beso en los labios del alfa.
-No te preocupes Giyu-san, estaré bien aquí, esperándote-
-No sabes cuanto me enamoras Tanjiro- dijo el alfa para volver a besarlo y así intensificar el beso.
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.La castaña camina a la dirección que consiguió con el gerente de su trabajo, buscando la casa del alfa que desea, hasta al fin encontrarla con sus propios ojos, frente a frente.
-Hoy es mi día de suerte...- dijo la oji azul relamiendo sus labios acercándose a la casa.
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ᗩᗪOᖇᑎO ᗩᙏᗩᖇᘜO
FanficNunca confió en nadie, siempre trato de dejar de lado el tema amoroso. Pero esa subasta cambió su vida para siempre. . . . 🥀Giyuutan o Gijiro 🥀Omegaverse 🥀Drama 🥀Traumas 🥀Romance 🥀Uzuzen 🔞⚠️Si no te gustan ese tipo de historias vete de aquí y...