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Capítulo 24

La sala era un completo desastre, nadie sabía como reaccionar en ese momento, sobre todo con Tsutako en ese estado de furia y desesperación. Shinobu y Douma estaban presenciando la macabra escena, asustados por la actitud que había tomado la azabache.

Nadie podía detenerla.

Nadie.

Shinobu se encaminó hasta la de ojos azul zafiro para poder abrazarla, manchando sus zapatos con la sangre derramada en el piso. Tsutako sólo corresponde al abrazo con la respiración agitada, las caricias en su cabeza logran tranquilizarla, sin embargo, después de ese gentil acto cayó rendida ante la tristeza, empezando a derramar lágrimas.

Douma se encargaba de enviar la noticia a Giyuu a través de un mensaje de texto, tenía se llevar el cuerpo del venerable anciano con él para darle un entierro digno.
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La fuerte lluvia obligaba a Tanjiro y a Nezuko permanecer dentro de la residencia, tenían planeado ir al jardín para contemplar el atardecer, sin embargo, sus planes se arruinaron en cuanto vieron esas pequeñas gotas de agua cayendo del cielo.

Kotoha observa desde la puerta de la habitación como los ambos hermanos conviven entre risas y sonrisas, mientras el omega pelirrojo acaricia su vientre al sentir como sus cachorros se mueven.

－Han estado bastante inquietos－ comenta Nezuko llevando su mano derecha al vientre de su hermano －¿No te duele?－

El pelirrojo niega con su cabeza lleva sus manos hacia su barriga.

－Ellos sólo extrañan a papá－ dice con una sonrisa en su rostro －Dicen que están ansiosos por verlo－

Kotoha sonríe y acaricia la cabellera pelirroja de Tanjiro. Ésta sale de la habitación lentamente y se apoya en la puerta.

Puede escuchar claramente como los hermanos Kamado conversan tan alegres, eso hace que su sonrisa se vaya y que la preocupación se llene en su mente, aún no regresaba su hijo, y mucho menos Giyuu, la ansiedad está carcomiendo todo su ser.
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La limpieza había tardado bastante, la mansión Tomioka estaba hecha un desastre, con rastros de sangre con cada paso que alguien daba, habían tardado más de cuatro días en limpiar por completo, inclusive tuvieron que cambiar el césped.

Ya tenían listo todo para el entierro de Urokodaki, sólo faltaba informarlo al resto de sus aliados y a Tanjiro. Estaban listos para decirle adiós al venerable anciano.
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Kotoha le da varias indicaciones al omega pelirrojo para aprender a trenzar el cabello de Nezuko, nunca lo había hecho y le estaba costando trabajo.

De la nada entra uno de los empleados  a la habitación, estaba agitado de lo que había llegado corriendo.

－¡Regresaron!－

Ese aviso hace que Kotoha llore de la emoción, pero antes de poder decir algo, Tanjiro corre con todas sus fuerzas hasta la entrada de la residencia Hashibira, su hermana y Kotoha no dudan y lo persiguen. El omega había esperado demasiado, quería ver a Giyu más que a nada en el mundo.

Embozando una sonrisa en su rostro dirige su rostro hasta su alfa, quien se dio cuenta de su misma presencia. Éste se tira a los brazos del azabache, Giyu lo atrapa y se aferra al omega, el fuerte impulso lo hizo dar una leve vuelta para poder amortiguar el peso, las lágrimas de felicidad eran inevitables para Tanjiro, su alfa estaba de regreso. Los hermanos Tomioka, Nezuko, Kotoha, Inosuke y los empleados que pasaban por allí observan la escena conmovidos.

－Me alegro de que llegaran a salvo－ Kotoha se acerca a su hijo y observa su rostro con una pequeña herida.

－Hicimos lo que pudimos－ dice Tsutako mientras se acerca a la omega azabache －Pero lamentablemente traigo una mala noticia－

Esas palabras provocan un incómodo silencio, mientras que Tanjiro sigue inmerso en relajarse en el pecho de Giyu.

－Por favor vamos dentro y lo hablamos más a fondo－ dice Kotoha para después mirar a Giyu －Giyu, ve a la habitación con Tanjiro, te necesita－ Kotoha le muestra una gentil sonrisa y Giyu obedece la orden sin rechistar －Inosuke, ve con Nezuko y con Maeda al salón este para que curen tus heridas－

Inosuke y Nezuko son guiados por su empleado, mientras que Kotoha se dirigen hasta la sala principal de la residencia para hablar de lo ocurrido en la misión que habían tenido, estaba por recibir una terrible noticia.
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