Capítulo Cinco

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Los pasillos estaban oscuros, lo único que se escuchaban eran los pasos de la joven hermana que estaba haciendo una ronda nocturna para verificar que ninguna de las chicas se escapara durante la noche.

Mientras los pasos sonaban más lejos, una de las puertas se abría con lentitud, tratando de que el rechinido de la puerta no sonara tan fuerte y delatara el terrible acto de salir de su habitación en medio de la noche.

Jennir verificó que su superiora estuviera lejos para poder salir completamente de su habitación, cerró su puerta con cuidado y caminó rápidamente a la habitación de Rose, que justamente quedaba al lado de la suya, algo que agradecía en aquel momento.

Abrió la puerta de la habitación de Rose y entró con cuidado de no ser descubierta, cerró la puerta rápidamente y con un poco de fuerza haciendo que el espejo se moviera un poco, sin embargo no era tanta como para alertar que había entrado a aquella habitación.

Volteo a ver toda la habitación, se veía un poco gracias a la luz de la luna, prendió su linterna y abrió uno de los cajones, buscando pistas de que hubiera podido pasar con su amiga.

Buscaba en todo el mueble indicios de que pudo haber pasado, pero no había nada más que papeles, algunas bolsas de golosinas y figuras religiosas, como un crucifijo.

Sentía que alguien la observaba, sintió miedo pensando que podía ser algún fantasma o algo por el estilo, detuvo su movimiento, ahora el único sonido que estaba era el de su respiración un tanto acelerada.

Volteo lentamente para ver de que se trataba, sin embargo era sólo una fotografía en la pared, se acercó lentamente a ella y la apuntó con su lámpara; era una foto de Lalisa…

Tocó con la yema de su dedo aquella fotografía.

"Rose, tenías... Una fotografía de Lalisa"

Pensó la castaña mientras miraba aquella foto que la causaba cierta intriga, dejó de tocar la foto y miró cada detalle de esta como si la estuviera analizando por completo.

— Hermosa... — Mencionó en voz baja mientras una pequeña sonrisa se forma a en su rostro, aceptaba que le gustaba aquella chica tailandesa, había quedado enamora cuando la vio cruzar por la puerta el primer día de clases de la secundaria.

Tal vez no noto lo linda que está era cuando eran de una edad corta, sin embargo siempre había llamado su atención, pero nunca había dicho nada. Había quedado como aquel amor platónico al que nunca le dirías que te gusta.

No lo había hecho antes y ahora menos cuando todas las chicas estaban enamoradas de ella. 

Tomó la foto con cuidado de no dañarla y se acercó a la puerta de la habitación para poder salir de esta. 

Verificó que nada se escuchara y abrió lentamente la puerta de esta para luego hacer lo mismo que hizo para entrar a la habitación pero está vez iba a su propia habitación. 

Encendió la pequeña lámpara de noche que tenía, siempre la encendía, pensaba que no podría dormir sin ella. 

Pego la foto en la pared, enfrente del lado derecho de su cama, en donde sí se acomodaba bien podía ver perfectamente la foto. 

Tomó la manta y se cubrió hasta la cabeza, mientras miraba la foto, algo hacía que toda su concentración se haya ido hacia aquella fotografía que pertenecía a Rose. 

Después de apreciar la fotografía un rato más, sus ojos se fueron cerrando poco a poco, el cansancio la estaba matando, sentía que no había dormido por tanto tiempo.

Después de apreciar la fotografía un rato más, sus ojos se fueron cerrando poco a poco, el cansancio la estaba matando, sentía que no había dormido por tanto tiempo

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Crossroads || ʲᵉⁿˡⁱˢᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora