Desde mi balcón. (Amy&Stefani)

Capítulo 3

Primeros pasos...

Stefani se me quedó mirando unos segundos y luego giró a su derecha. Pensé; -Esta chica es un poco misteriosa-. No quería parecer intrigada ante sus gestos, así que decidí ignorarla.

-Hey.

-La miré y levanté una ceja, no sabía si me veía bien la cara, el sol estaba lejos de mí y estaba un poco oscuro de mi lado.- Hola.

-Has dejado caer algo al césped.

-Miré en dirección a donde me señalaba, y efectivamente mi leñadora negra se había caído-

-Oh. –Exclamé,  no sé si me escuchó- Gracias.

-Con gusto guapa.

Bajé por mi camisa y me dirige a la ducha, ya era un poco tarde. Treinta minutos después sonó el timbre. Y En la entrada escuchaba algunas voces y el sonido repetido de una bocina.

-¿Te puedes apresurar? -Me gritan desde  abajo.

-Ya bajo, calma todos.

-Corrí a toda prisa y subí al auto-

-Te estabas tardando cariño – Refunfuña Ana

-Que linda te ves el día de hoy, es decir, no es que no te veas linda los otros días, es que hoy…

-Ya entendí Henry. –Pone sus ojos en blanco y sus mejillas se tornan rosa

-Amy, ¿Qué tal si hacemos una fiesta en tu casa?

-¿Estás loca?  -Cruzo mis brazos y giro mi cabeza en dirección a casa de la señora Cortés

-Chicas, ¿¡Nos vamos!?

-Por favor. –Respondo

-Pero, -suspira- mira, está sola, seremos un par de amigos. Los chicos del curso.

-No lo creo, mis padres no me autorizarían eso, además saben que intento dejar la bebida.

-No tienes que beber. –Comenta Henry que no aparta su mirada del camino.

-No lo sé, déjenme hablo con mamá, mañana les confirmo.

-No, queremos hacerla hoy, anímate.

-Está bien, llamaré a mis padres.

Ana y Henry son mis amigos de curso, los conocí cuando llegué aquí. No conocía a nadie y me sentía  muy rara en el salón de clases. Jamás pensé graduarme en un colegio mixto. En las otras ciudades siempre me inscribían en colegios para señoritas. Lo que más me gustaba de cambiar de ambiente era conocer; lugares, personas, costumbres. Era muy tímida pero siempre me las apañaba para conseguir buenas amistades. Este año les había tocado a ellos. Era mi último año de clases antes de empezar la Universidad, mis padres y yo escogimos muy bien esta ciudad, porque las cosas en la Uni. eran diferentes, no podía cambiarme cada dos años. Así que este era mi último lugar, supongo hasta después de graduarme, o quién sabe.