Capítulo 16

363 22 0
                                    

¿Un nuevo inicio?

-Lo siento guapa, no te puedo hacer esto.

¿No puede hacer qué? Al menos creo que merezco una explicación, no puede pretender ir por ahí besando a chicas que se arriesgan y simplemente dejarlas así, sin más. Estaba enojada con ella, y también confundida y quizá un poco dolida. Me había exhibido por tan poco, tan solo quería que me explicara que sucedió,es decir, ¿No supe besarla? Yo creo que estuvo perfecto.

No esperaba que regresara a mí y me dijera que me amaba, o que daría todo por mí. Solo quería saber que pensaba, de mí, de nuestro beso, de un nosotras.

Mi madre llegó al día siguiente, cuando papá le contó lo ocurrido adelantó todo y vino a mi rescate, aun que ya no sé si queriá que me rescatara de algo. Es decir; no me moriré por ella, simplemente mi vida ahora experimentaba sentimientos nunca antes presenciados. 

-¿Amy?

-Pasa mamá. 

-¿Qué sucede? -Pregunta muy extrañada mientras se sienta a mi lado.

-No ocurre nada madre. Debe ser que pronto regresaré a clases. 

-Hablando de eso, ¿Es cierto que les quitaron una semana?

-Eso parece, así que solo me queda una.

-¿Quién es Stefani?

-La nieta de la señora Ana.

-Claro, ya la recuerdo.

-¿Qué pasa con ella? -Intengo no soltar una lágrima para no preocupar a mamá.

-Tu padre me dijo que ella estaba en el hospital.

-¿Y por qué él lo sabe?

-Porque Stefani no quería preocuparte.

-¿Entonces por qué me lo dices?

-¿Cómo me estás hablando?

-Discúlpame, pero si no me lo dijo es por algo.

-Si me dejas terminar…

-Está bien.

-Tuvo una intoxicación y estuvo grave las primeras horas. Cuando se estabilizó le dijo a tu padre que te lo dijera.

-¿Y por qué no me lo dijo directamente a mí? –Intenté no sonar más preocupada de lo que debía.

-No lo sé cariño. Ve y pregúntaselo tú.

-¿Me llevarías?

-Eso estoy intentando decirte desde que toqué el tema de Stefani.

No tuve tiempo para nada, solo tomé mi chaqueta, me organicé un poco y apuré a mi mamá para que llegáramos rápido. Durante el viaje no dije mucho, estaba lo suficientemente preocupada y confundida, quería saber cómo estaba, verla, quería estar con ella  pero sus palabras aun daban giros en mi cabeza. Cuando llegamos bajé rápidamente del auto y fui hasta donde estaba su abuela. Le pregunté en que habitación estaba y me dirige sin decir más hasta donde se encontraba. Al entrar ella estaba de lado, contrario al mío, no se movía. Me asusté.

-¿Estás despierta?

-Guapa, ¿Eres tú? –Me dice aun de espaldas a mí.

-Veo que reconoces  mi voz.

-En realidad reconocí tu perfume, tu voz suena distorsionada. –Se gira.

-Yo tengo varios perfumes.

-Lo sé, los vi en tu habitación. Pero también vi que; dos estaban sellados, uno ya no lo usas, de los dos que faltan, uno lo usas para tu vida diaria. Y el otro te lo pones solo cuando estás conmigo.

-Por favor, como puedes saber eso, si apenas nos conocemos.

-Solo lo sé. ¿Has venido a discutir conmigo?

-¿Qué ha pasado?

-Tengo muchas cosas en mi cabeza, y no quiero lastimarte.

-No seas tonta, ya habrá tiempo para eso. ¿Qué te pasó ahora?

-Tuve una sobre dosis de drogas.

No podía creer lo que escuchaba, yo no me meto con las personas que fuman sus cosas, yo no lo hago y no pienso hacerlo, pero que Stefani lo haga, eso sí duele. No quiero que sufra por algo tan estúpido como lo son las drogas. Ese tipo de drogas.

-¿Estás bien? –Pregunta.

-Sí –callo unos segundos- estoy bien.

-Yo sé que no es lo que esperabas oír…

-Yo –Interrumpo-

-No digas nada por favor –Me interrumpe ella a mí- Disculpa que te haya dejado así sin explicaciones.  Mientras nos besábamos alguien me escribió para que fumáramos, entonces entendí que no lo mereces.

-¿No merezco qué? Acaso no fui clara, te quiero, te necesito, te “merezco”.

-Pero yo no te merezco, no merezco a una persona como  tú.

-Tú no me conoces, no tienes derecho a ponerte en esa  posición.

-No llevo muchos años a tu lado, al contrario hace solo un par de semanas que nos conocemos, pero me basta. ¿Sabes? No te ha pasado que con solo mirar a alguien, con verle sonreír, pronunciar alguna palabra, aunque esta sea para bloquear tú vibra. Tú sabes que puedes arriesgarte, sabes que lo vale.

-Sí, si lo sé. Porque en estos momentos estoy estúpidamente entusiasmada por una idiota que insiste en llamarme guapa aunque en Colombia no signifique lo que ella dice.

-Yo quiero cambiar, en serio lo quiero, esto no es vida.

-¿Y por qué no lo haces?

-Lo intento pero no puedo. Y no quiero que vivas esto.

-Yo quiero estar contigo, en serio lo quiero, y si para eso debo hacer lo que sea. Lo haré.

-Estarías dispuesta a estar conmigo aunque sea proceso largo y angustiante.

-No será así mientras tú me muestres que vale la pena.

Entonces, me acerqué a ella y la besé en la frente y la abracé suavemente.

Desde mi balcón. (Amy&Stefani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora