Capítulo 12

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Una cercamiento con mi bella vecina.

Cuando me desperté al día siguiente, la casa olía genial. Supe al instante que mi padre estaba cocinando. -Mi padre cocina increíble, mejor que mamá y yo- había dormido tanto que eran las 12 pm. Ya era hora de almorzar, y yo aun continuaba con la ropa de la noche anterior. Me duché rápidamente, me organicé y bajé a la cocina.

-¡Buen día!

-Hola papi -Le digo mientras paseo mi nariz cerca de donde él estaba.

-Que bien te ves. ¿Vas a salir? -Me pregunta al tiempo que pone todo en el comedor.

-No, aún no. ¿Tienes algo especial?

-La verdad es que sí, pero no contigo. -Hace gestos de disculpa- tengo una cita con una proveedora, es realmente importante y me llevará todo el día.

-Pero papá, en unos días te irás y ya no podré verte hasta dentro de un mes.

-Lo sé preciosa, lo sé, y creeme que lo lamento.

-¿Y qué tal mañana?

-Tendré toda la tarde ocupada, podríamos ir de pesca en la mañana. Siempre te gustaba ir.

-¿Es en serio? Claro que me gustaría.

-Así quedamos. Cariño, ya me tengo que ir.

-¿No almorzáremos juntos?

-Lo siento, voy tarde. Por cierto; Stefani estuvo preguntando por tí. Dijo que vendría en un rato. ¿Si quieres puedo avisarle cuando salga?

-No papá, está bien. Cuidate mucho. Te quiero.

-Y yo a ti.

Jorge (mi padre) Era un empresario que siempre se las ingeniaba para conseguir clientes, pero su éxito muchas veces le costaba tiempo con su familia. Tengo el mejor padre del mundo, él siempre se preocupa por nosotras, aun que esté alejado siempre se hace sentir y eso es algo que valoro demasiado. Cuando los tres estamos juntos  me siento genial. No necesito viajes ni grandes obsequios o salidas. Solo me basta con tenerlos a ellos. Claro que un viajesito al centro comercial o una playa, no quedaría nada mal.

Ya había terminado de almorzar, de limpiar y me disponía a subir cuando mi puerta sonó.

-Que habrá olvidado papá.

-No. No soy papá -Me dice alguien al otro lado mientras abro la puerta.

-Eres tú. -Traté de sonar lo más desinteresada posible.

-Como siempre tan amigable.

-¿Sucede algo? -Insisto con la frialdad.

¿Quieres salir conmigo?

-¿Ah?

-Qué si estás enojada conmigo?

-Le hago una horrible cara-

-¿Qué si quieres salir conmigo? Por ahí...

-No tengo humor para salidas.

-Podemos quedarnos aquí. Mira que no tienes otra opción. Además no me iré de aquí hasta que me dejes entrar o salgas conmigo. -Sonríe victoriosamente.

Quería estar con ella, pero no podía dejarselo saber, además si la dejaba pasar podría ser peligroso. Al fin acepté salir con ella, es decir ¿Qué podría salir mal?

-Guapa, no vayas tan deprisa. -Sostiene mis brazos.

-¿Por qué siempre me llamas guapa? Aquí en Colombia en algunas regiones, eso significa que estoy enojada.

-Por eso mismo.

-¿Perdón?

-Sí, es que desde que te conozco siempre estás a la defensiva. Además me pareces muy guapa.

-¿Si te parezco tan enojona, que haces conmigo?

-En otros países eso significa bonita. ¿Lo sabías guapa? -Dice en un horrible intento por imitar el  acento español.

-Tu horrible imitación puede ser considerada un insulto hacia los españoles, que a diferencia de tí, lo hacen fantástico.

Stefani es una chica muy bella, tiene el cabello totalmente negro y unos rizos preciosos. Es un poco más alta que yo y siempre usa jeans y tenis. Me encanta su estilo, es bastante único, cómodo y a la vez tan casual. Siempre sonríe, de hecho mucho, a veces me asusta que lo haga. Tiene un caminar muy flojo pero a ella se le ve más que bien. Por lo general usa gorras o sombreros y la hacen ver genial. No se ve masculina, pero tampoco es tan femenina como otras chicas. No como yo, yo tampoco soy tan organizada. Cuando regresamos de nuestro corto paseo de 20 minutos, la invité a pasar. Le ofrecí un poco de té helado y subimos a mi habitación.

-Tu habitación tiene un estilo muy... -Intenta expresarse con las manos- como decirlo.

-Como un ático. ¿así como los que tienen casi todas la casas de los barrios de estados unidos? -La interrumpo.

-Exacto.

-Bueno, es por que mi padre es de Nueva York. Escogió esta casa solo por el parecido con la suya. La de sus padres quiero decir.

-¿Y tú también eres gringa?

-Extranjera -Le corrijo- No, no lo soy. Nací aquí en Medellín.

-Pero no tienes acento.

-En realidad no tengo ningún acento, siempre he vivido de ciudad en ciudad, no quería acostumbrarme a ninguno.

-¿Fuiste ya a New York? -Pronuncia en inglés.

-Sí, cuando tenía siete viví dos años allá.

-¿Y a dónde más has ido?

-Con unas tías a Canadá, mis primos en París, y algunas ciudades de Usa.

-Yo nunca he salido de Colombia. -Me dice de forma burlona.

-¿Y aquí?

-Muchas ciudades y pueblos. Bueno y algunos corregimientos.

-¿Sí, cómo cuales?

-Bueno, he ido a Bogotá, sabes, siempre quise conocer la capital del país. Curiosidades.

-¿Y a dónde más?

-Villa de leyva, Don matías, Cartagena, San Andrés. También fui a Montería y a Caucasia.

-Yo conozco eso por ahí, tengo dos amigos que conocí en la red.

-También fui a Necoclí, Amazonas, el Nevado del Ruiz. Y otros que no recuerdo.

-Qué interesante. -Le digo sin sarcasmo alguno- ¿Quieres ver una película?

-Por supuesto.

las personas que lean mi novela y no sean de Colombia, quiero decirles que todos los lugares mencionados son totalmente reales. Gracias por leerme. A mi novela digo... ♥

Desde mi balcón. (Amy&Stefani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora