Capítulo 6

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¿Noviazgo?

-Ana, ¿podríamos para la fiesta ya?

-No seas "aguafiesta" (Aburrida)

-No me siento muy bien, me duele la cabeza, encárgate de los invitados. Yo subiré a mi habitación.

-Pero Amy.

-Ana, por favor.

-Está bien, está bien. ¿Quieres que te suba algo?

-Muchas gracias, estoy bien.

-Ana, ana. -Se acerca Henry un poco extrañado- ¿Qué sucede con Amy?

-No lo sé, dice que le duele la cabeza. Súbele esta pastilla por favor.

-Vale, de inmediato.

Me estaba organizando para dormir, cuando Henry me interrumpe dándole golpes a la puerta.

-Amy, ¿está todo bien?

-Quiero estar sola.-Pongo mi cabeza sobre la almohada.

-No me iré de aquí hasta verte y verificar que todo en realidad está bien.

-Dios. Pasa Henry. ¿Qué necesitas?

-A-Amy. -Suspira- Yo... siento que, con los días -hiso una pausa- Me gustas mucho, es decir, no como un pasatiempo, en serio me gusta mucho, y creo que no puedo soportar más que no estés conmigo. No sin decirte todo esto. -Respira aliviado-

-Henry, yo... no sé qué decir.

-Déjame terminar por favor. -Asiento con la cabeza.

-Hace mucho tiempo que considero que eres la persona perfecta para mí, y está bien si para ti no. Pero nada me haría más feliz que decirles a todos que tú estás conmigo.

-Henry...

-¿Quieres ser mi novia? Amy Jhompson ¿Aceptarías ser mi chica?

En ese instante mi cabeza dio un enorme giro, me sentía mareada y lo peor, no sabía que responder, creo que debí pedirle que me esperara, y no responder con todas esas emociones.

-Sí, acepto. -Le respondí mientras miraba hacía mi balcón.

-Puedo, ya sabes... ¿Besarte?

-Por supuesto, eres mi novio.

Ese beso tardó alrededor de unos dos minutos, y debo decir que no sentí absolutamente nada. Es decir, nauseas, por el alcohol. Mientras Henry me besaba me sentía confundida, no sabía si era un beso o una ilusión. Creo que fue el peor de todos los besos que había dado y, él era la tercera persona con la que me había besado. Me odié a sí misma en ese momento por no haber parado todo. Por qué antes de hacerme daño a mí, Henry pagaría los platos rotos. Y no era justo, ni para él ni para mí.

-Eres hermosa.

-Gracias... ¿Podrías decirle a Ana que pare ya la fiesta? Está muy tarde.

-Claro que sí, ¿Nos vemos mañana?

-Vale, que tengas buena noche.

-Te quiero.

Desde mi balcón. (Amy&Stefani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora