Capítulo 22

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Desiciones.

Estaba Bastante nerviosa, hacía mucho frío y el licor que había tomado seguía adueñándose de mis reflejos. Estaba frente a un sujeto bastante grande, era muy blanco y tenía unas ojeras que marcaban sus ojos y estaban al nivel del final de su nariz. No veía totalmente su rostro, sentía mucho pánico y no podía mantenerme en pié.

-Amy.

Esa voz la reconocía, yo estaba totalmente segura de quien era pero me daba miedo aceptarlo.

-¿Quién eres? ¡Aléjate de mí! -Intenté gritarle.

-¿Ya me olvidaste? -Dijo en ese tono tan cliché y desesperante.

-Eres un desgraciado.- Le grito después de escupirlo.

-¿Desgraciado dices? ¿Desgraciado? -Suelta un carcajada sarcástica.

-Henry, por favor.

-¿No te da asco besarte con otra mujer?

No sabía qué hacer, Henry me asustaba nuevamente, me tenía en su poder. Él siempre me pareció un sujeto muy fuerte, de hecho una vez lo vi pelearse con otro chico y lo dejó incosciente de un solo golpe.

-Respóndeme, ¿No te da asco? Me enfermas lesbiana asquerosa.

-¿Si le diera asco crees que me hubiese preferido a mí?

Enonces escucho una voz que me transmite calma. Se escuchaba un poco distorsionada pero era totalmente conocida. Yo la reconozco, es esa misma voz que antes siempre me hacía temblar, esa voz, su voz. A ella siempre la iba a recordar. Ella estaba allí y además no estaba sola, Anna y Robb estaban a su lado.

-Amy preciosa. -Escucho gritar o algo así, a Robbyn.

-Amy, amy. ¿Estás bien? -Pregunta preocupada Anna.

-Oye guapa. -Escucho al final decirle.

Escuchaba que me preguntaban cosas y decían mi nombre cada par de segundos. Sus voces las oía muy lejos, cada vez más allá, como si se estuviesen alejando. Hasta que me desmayé.

Ya empezaba a abrir mis ojos, me dolía mucho la cabeza, el alcohol empezaba hacer efecto en mí. Tenía mucha sed y mucho calor. Mi cuerpo se sentía agotado y demasiado débil.

-No te asustes.

¿Qué no me asuste? Me duele todo, no sé donde estoy, ¿Cómo se supone que no me asuste? A todas estas.

-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde están mis amigos?

-Calma. ¿Estás bien?

-Sí. Lo estoy. -Dije bastante firme y con ironía.

A esa altura era obvio que sabía quién era.

-Oye guapa... ¿En serio quieres repetir nuestra historia?

-¿Qué hago aquí?

-Tus padres no estaban en casa a noche y tus amigos demasiado borrachos así que te traje a la mia.

-¿Qué sucedió con ellos?

-¿Robbyn? -Me pregunta esperando a que lo apruebe. -Solo me limito a afirmar. -Él se quedó en casa de Juan junto con Anna.

-Quiero irme a casa.

-Tus padres ya vienen en camino. No te preocupes. -Ahora me responde ella bastante fría.

En ese momento me sentí bastante mal, ella me había cuidado toda la noche y yo solo me comporté tan déspota como siempre. No digo que no recordara lo que me hizo, es solo que... cuando estuvimos juntas me demostró ser una persona encantadora. Lo había arruinado, pero jamás le haría daño a nadie. Después de ese sermón sobre moralidad, mi madre me marcó al celular para decirme que ya estaban afuera.

Desde mi balcón. (Amy&Stefani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora