Cuando uno está a punto de casarse, tiene la certeza de conocer a su futuro compañero o compañera de toda la vida. Y él creía conocer a Pansy; desde hace años que convivían y el amor sólo surgió, sin previo aviso. Los meses de noviazgo pasaron tan aprisa, que sin podérselo creer su boda seria en tan solo un par de horas.
Blaise, su amigo, le ayudaba con el traje, y si bien no era uno de los hombres más guapos, era atractivo para Pansy y eso bastaba para él; por eso se casarían.
Camino con paso veloz hasta la habitación de la novia, sabía que era de mala suerte ver a la novia antes de la ceremonia, pero al menos escucharía su voz una vez más. Su mano quedo congelada a medio camino de tocar la puerta, cuando la voz de una de las amigas de Pansy se hizo escuchar:
- Cuéntanos ¿Qué paso con Theo la última noche? – sonaba emocionada, pero alguien la chitó, y la voz de Pansy hizo presencia.
- Le dije la verdad – contó desinteresada –. Si quería impedir la boda, que hablase ahora o callase para siempre. – su tono pasó a uno más desdeñoso –. Respondió que nunca se iba a casar y que yo debía seguir mi vida y casarme con Draco.
- Pero te dio tu regalo de bodas ¿no? – dijo con tono sugerente una de las amigas y todas estallaron en carcajadas.
Repentinamente, un peso se instaló en la boca del estómago; todo se debía a una confusión, él estaba malinterpretando todo lo que estaban diciendo allí dentro.
- Algo por el estilo – respondió ella y una nueva ola de carcajadas surgió. Pansy las callo de inmediato –. Fue la última vez, lo juro – un par de burlas se hizo escuchar, poniendo en evidencia que ninguna allí se lo creía –. Draco es tan tierno y atento, además va a ser cardiólogo; así que me casaré con él y viviré la buena vida.
- Lástima que no podrás deshacerte de su familia.
- Por eso no me preocupo – hablaban tan normalmente, como si solo estuvieran conversando del clima –. Tengo a Draco comiendo de la palma de mi mano; una sola palabra y ¡puf! Dejamos de ver a su familia lo más que se pueda.
Las carcajadas no cesaron y sintió que una mano se posó en su hombro; Blaise lo miraba con pena y apretando los labios. Había escuchado todo. Su amigo no trato de detenerlo cuando salió del salón y se alejó hacia el bar más lejano que conocía. Con el corazón roto, pero con una lección que jamás olvidaría; el amor era una mierda.
Estaba dispuesto a ahogar las penas con alcohol, cuando ocurrió lo menos esperado; conoció a una mujer y la mentira comenzó.
Increíblemente el anillo de casado y una vida miserable atraía a las personas, ya sean chicas, chicos; todos siempre terminaban con él en las noches.
La primera vez inventó un matrimonio de seis años, le siguió una familia numerosa, una adicta, y las mentiras surgían cada noche, siempre con el mismo resultado. Pero hubo un detalle que siempre persistió, siempre dejaba una nota, consciente de que jamás volvería a ver a la persona involucrada.
Y fue una de esas tantas veces, en las que dejaba una nota típica del Doctor Malfoy, en que la idea de lanzar el anillo al mar surgió. Pero en esa circunferencia de oro encontraba una gran garantía de un corazón sano; con un matrimonio falso era una certeza que no volverían a romperle el corazón.
"Gracias, linda. Fue una noche increíble.
P.D. Gracias por no golpearme como lo hace mi esposa."
..
Si bien la idea de ser cardiólogo siguió en mente, se decidió por ser cirujano plástico y volverse millonario, junto con un poco de ejercicio y ¡pum! Draco Malfoy era otro.
Eso lo llevaba a otro día de trabajo, junto a su asistente; Harry Potter. No sabía quién o qué lo había llevado a encontrarse con Harry, pero daba las gracias todos los días por ello.
Al llegar y comenzar a ponerse la bata, encontró a Harry discutiendo con el repartidor, seguramente se abrían equivocado de pedido. No le prestó mucha atención al inconveniente; Harry siempre se encargaba de todo.
- ¿Ya llego el paciente de las cuatro? – preguntó en cuanto el repartidor se marchó.
- Si – afirmó viendo los papeles, pero rápidamente levantó la vista –, está en el consultorio dos. Y por favor, Draco, por lo que más quieras; no te rías.
Luego de la consulta, y de la programación para la cirugía de reconstrucción facial de la paciente. Blaise llego de imprevisto al consultorio, como siempre con una invitación a una fiesta.
Harry desistió de inmediato y Draco no insistió, creyéndose la excusa del exceso de tarea del pequeño James, hijo de Harry. Además, Harry quería salir de la rutina en donde, entrada la noche, pedía un taxi y volvía sólo, con la vana promesa de Draco de verse en el consultorio y marchándose con la conquista del día.
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Un Esposo de Mentira
FanfictionAdaptación a la película "Una esposa de mentira" sólo que drarry. Historia con una trama que ya todos, o la mayoría, conoce, pero de igual manera aquí la descripción: Draco Malfoy, famoso cirujano plástico, cree encontrar lo que él describe como el...