CAPÍTULO 5

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Draco sabía que ponía su vida en juego al llevar a los hijos de Harry a comer pizza sin que este lo supiera, pero se enfrentaría a las consecuencias, todo por amor.

- ¿Por qué no sólo le dices la verdad a esa pobre chica? – dijo James. Ambos niños estaban frente suyo.

- ¿Lo saben?

- Nuestro padre nos cuenta todo – altanero y con una sonrisa burlona completó –, Don anillo de bodas.

- Decir la verdad no es la solución ahora – decidió ignorar el comentario de James y lo miro –. Creí que te emocionaría trabajar actuando al fin.

- Si esto es un trabajo, tienes que pagarme – demandó.

- Habla niño.

- Seiscientos el día, más tres meses de un curso intensivo de actuación – demandó el mayor, mientras la pequeña observaba todo, concentrada en su zumo.

- Cincuenta por día y tres semanas en el taller de teatro – negoció.

- Quinientos y ocho semanas de actuación.

- Trecientos y cinco semanas de actuación.

- Hecho – aceptó James con una sonrisa y bebió su refresco.

- Lily – llamó la atención de la niña –. Te escucho.

- Quiero ir a Hawái – dijo con seguridad.

- Nadie ira a Hawái – aseguró –. Pide otra cosa.

- ... Entonces quiero veinte libros y un viaje al parque acuático.

- Te daré dos libros y un viaje al parque de la esquina – ofreció el rubio, después de todo estaba hablando con una niña de siete años, no sería tan difícil convencerla.

- Estas hablado con la hija de Harry Potter – la niña lo miro con seriedad, Draco se dio cuenta de que, aunque sus ojos fueran azules, eran igual de expresivos que los de Harry –. Si no me das lo que quiero, le diré todo a esa chica y a nuestro padre que nos secuestraste.

James miró orgulloso a su hermanita. Draco termino aceptando, pensando en cómo dejo que una niña lo chantajeara de tal manera. Ahora sólo quedaba lo más importante; convencer a Harry.

..

- ¿Mis hijos? – Harry lo miraba molesto – ¿Estás loco Draco? ¿Cómo se te ocurre meter a mis niños en esto?

- Fuiste tú el que contestó a la llamada – acusó. Harry frunció más su ceño y Draco suspiro –. Esta es la última mentira, lo prometo. Además, ellos ya aceptaron.

- No puedo creer que hagas todo esto por un acoston. Es asqueroso y patético – dijo molestó.

- No es sólo un acoston, Harry – Draco necesitaba que el azabache aceptara –, eso lo puedo conseguir sólo – se ganó una mirada molesta –. Por favor, esta es la última vez; es por amor.

- Amor – bufó Harry –. Ambos sabemos que te cansaras de ella en un par de días.

- Harry, por favor – rogó acercándose a él –. Si todo sale bien hoy, no te molestaré más.

Harry lo ignoró mientras se quitaba la bata.

- ¿A dónde vas? – preguntó extrañado el rubio.

- Cedric me invitó a almorzar – dijo buscando las llaves de su auto –, y acepte.

- ¿Cedric Diggory? – una mueca se dibujó en su rostro – ¿El Diggory de la esquina? Es un idiota.

Un Esposo de MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora