𝑆𝑒𝑖𝑠

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Francisco mira impaciente el reloj de pared que está en la sala. Emilio ha tardado más de lo acostumbrado.

Se suponía que estaría en casa a esta hora. Al parecer no es la primera vez que sucede en su ausencia y no comprende por qué ninguno de sus empleados se lo comunicó.

Escucha voces que se acercan a la puerta y sabe que una de ellas es de Emilio, pero no puede identificar quien es la otra persona.

Observa cómo la manija gira lentamente y Emilio aparece al instante acompañado de un chico que nunca había visto.

Al parecer lo intimida porque guarda silencio y permanece quieto detrás de Emilio.

-Papá ¿cuándo volviste?- dice a modo de saludo

-Hace un momento, y no te encontré.

-Oh sí. Estuve con Joaquin.

-¿Con quién?

-Joaquin papá, es él- responde mirando al castaño.

-No deberías perder tu tiempo después de clases. Recuerda que la empresa será tuya en un futuro, aprovecha para estudiar todo lo que puedas.

-Sabes que estudio bastante.

-¿Acaso estás contestándome?

-No, papá- responde suspirando pesadamente para mantener la compostura.

-Me gusta que lo tengas claro.

Nunca cuestionaba lo que Francisco decía porque eso lo hacía enojar, y nunca le importó realmente porque no conoció otra manera de hacer las cosas. Pero ahora comienza a molestarle la forma en que le habla porque Joaquin está presente.

Puede notar el miedo y la confusión en su rostro y decide sacarlo de ahí.

-Estaré en mi habitación. Ven Joaquin- dice comenzando a caminar

-¿Estarás en tu habitación con otro chico? ¿Es en serio Emilio?

El rizado resopla con frustración antes de responder.

-Entonces estaré en el patio ¿contento?

-Solo por un momento porque no debes descuidar tus obligaciones.

Joaquin lleva sus ojos de Emilio al hombre cada vez que alguno habla y siente que no debió aceptar venir con Emilio.

El rizado le hace señas con la cabeza de que lo siga, así que vas tras él a lo que supone es el patio.

-Mi padre está agotado por el viaje- dice el rizado apenas están solos tratando de excusar un poco el comportamiento de Francisco.

Siente los brazos del castaño rodeando su cintura y su mejilla descansar sobre su hombro mientras lo abraza por detrás.

-¿Está bien que te abrace de esta manera?- susurra cerca de su oído.

-Está bien todo lo que queras hacer- contesta girando para quedar de frente a él.

-No creo que esté bien todo lo que quiero hacer.

-¿Por qué no?

-Porque quiero besarte mucho y me doy cuenta que eso no va a ser posible con tu papá aquí.

Emilio toma su mano y lo guía hasta su recámara asegurándose de no ser vistos. El castaño lo empuja a la cama y sube a su regazo besándolo profundamente.

Agarra las manos de Emilio y las lleva hasta su cintura para que lo acaricie, y así lo hace, no sólo en su cintura, sino por toda su espalda, sus muslos y su trasero.

El menor empieza a jugar con el borde de su camiseta subiéndola de a poco hasta sacarla por completo.

-¿Qué estas haciendo Joaquin?- pregunta muy bajito.

-Quiero ser tuyo- le responde bajando sus besos por su cuello y hombros.

-¿N-no crees q-que es muy pronto?- tartamudea al sentir los labios de Joaquin sobre su piel.

Joaquin lo ve a los ojos por un momento.

-¿No quieres esto?

Emilio lo quita de sus piernas causando confusión y un poco de decepción en él cuando lo ve levantarse, pero una sonrisa pícara sale de sus labios cuando observa que le ha puesto seguro a la puerta.

Serious [𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora